Confederación Sindical Internacional

La Confederación Sindical Internacional (CSI) es la voz de los trabajadores y trabajadoras a nivel mundial.

El cometido fundamental de la CSI es promover y defender los derechos e intereses de los trabajadores impulsando la cooperación internacional entre sindicatos, organizando campañas mundiales y representándolos ante las principales instituciones mundiales.

Sus principales ámbitos de actividad incluyen los siguientes: derechos humanos y sindicales; economía, sociedad y lugares de trabajo; igualdad y lucha contra la discriminación; y solidaridad internacional.

La CSI defiende los principios de democracia e independencia sindical. Está regida por congresos mundiales que se llevan a cabo cada cuatro años, un Consejo General y un Buró Ejecutivo.

Las organizaciones regionales de la CSI son la Organización Regional Asia-Pacífico (CSI-AP), la Organización Regional africana (CSI-AF) y la Organización Regional de las Américas (CSA). Coopera además estrechamente con la Confederación Europea de Sindicatos, incluso a través del Consejo Regional Paneuropeo.

La CSI mantiene estrechas relaciones con las Federaciones Sindicales Internacionales y con la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC). Desarrolla además una excelente colaboración con la Organización Internacional del Trabajo y con varias otras agencias especializadas de la ONU.

El objetivo de esta campaña de juventud es proporcionaros más herramientas para la organización de vuestras campañas y ofreceros materiales que puedan añadir razones para que la gente se sindicalice: todo el trabajo que realizan los sindicatos a nivel nacional.

Gente de todo el planeta se une a los sindicatos para conseguir un mejor salario y mejores condiciones de trabajo – cuanta más gente se una, más fuerte se hará el sindicato. Los sindicatos negocian y representan a los trabajadores de todo tipo de sectores y diversidad de trabajos, y sus afiliados y afiliadas se benefician por su parte de “ventajas sindicales” que implican mayores ingresos y una vida profesional mejor. Cada sindicato sabe mejor que nadie cómo animar a los trabajadores a unirse a él y cómo sindicalizar a los afiliados de su propio entorno, en su lugar de trabajo o en cualquier otra situación. Hay tantas maneras de sindicalizar como lugares de trabajo y sindicatos existen.

Podéis utilizar estas herramientas con toda libertad, disponibles para vuestro propio beneficio, y de la manera que creáis más conveniente. Os sugerimos que consideréis incluir el siguiente material en las campañas de reclutamiento y de juventud que ya tengáis en marcha. Si vuestro sindicato no se centra específicamente en llegar a los trabajadores y trabajadoras jóvenes, quizás este sea el momento de empezar a hacerlo, y esperamos que estas herramientas os sean de utilidad.

La CSI ha llevado a cabo durante más de una año su campaña “No más armas nucleares” por la paz y contra las armas nucleares. La campaña incluía una petición mundial. Pueden leer aquí</center] la petición completa.

Hemos conseguido un total de 6 704 493 de firmas para la petición, tanto en papel como por internet, recopiladas por todo el mundo, en todas las regiones y en muchísimos países distintos. La petición fue elaborada en colaboración con la Japanese Trade Union Confederation Rengo y la Federación Sindical Internacional UNI.

La Conferencia de Revisión de las partes del Tratado de No Proliferación Nuclear se celebró en Nueva York, en el edificio de la ONU, a principios de mayo. Las tres organizaciones – CSI, JTUC-Rengo y la Federación Sindical Internacional UNI – participaron en la entrega de las firmas a la ONU durante la conferencia.

La CSI y JTUC-Rengo organizaron además un seminario en Nueva York, con el catedrático Gareth Evans de la Comisión Internacional para la No Proliferación y Desarme Nuclear en tanto que ponente clave. También participaron los siguientes ponentes: Guy Ryder, Secretario General de la CSI; Nobuaki Koga, Presidente, JTUC-Rengo; Takaaki Sakurada, Presidente de la Oficina de Enlace de la UNI en Japón; el alcalde Tadatoshi Akiba de Hiroshima; el alcalde Tomihisa Taue de Nagasaki; participantes de sindicatos de la India: Thampan Thomas, HMS India y Chandrasekheran Raghavan, INTUC India. Muhammad Zahoor Awan, PWF, Pakistán y Maung Min Nyo, FTUB, Birmania, también fueron invitados a la conferencia y al panel, pero ninguno de ellos pudo participar debido a complicaciones en sus viajes.

Damos las gracias a todos los que han firmado nuestra petición y apoyado nuestra campaña. Aunque esta campaña en concreto haya finalizado, la CSI continúa trabajando por la paz y el desarme nuclear.

El trabajo forzoso es todo trabajo o servicio que se desempeña contra la propia voluntad y bajo amenaza de castigo. Localizado en proporciones cada vez mayores de la economía privada, en sectores de mano de obra intensiva y escasamente regulados, como la construcción, la agricultura, la pesca, el trabajo doméstico y la minería, así como en la prostitución, hoy en día más de 12,3 millones de personas realizan algún tipo de trabajo forzoso, y casi todo los países se ven afectados por este fenómeno.

El trabajo infantil hace referencia a todo trabajo realizado por niños y niñas menores de 18 años que resulte mental, física, social y/o moralmente peligroso o perjudicial y que interfiera con su escolarización. El trabajo forzoso y el trabajo infantil están estrechamente vinculados: se dan en las mismas zonas geográficas, en las mismas industrias y su causa principal reside en la pobreza y la discriminación. Además, nada menos que la mitad de las personas que realizan trabajos forzosos son niños.

Trabajo Decente, Vida Decente para la Mujer es una campaña mundial enfocada en la paridad de género en el trabajo y en los sindicatos.

Los objetivos claves de la campaña son:

 defender el trabajo decente para las mujeres y la paridad de género en las políticas y acuerdos laborales;
 intentar conseguir la paridad de género en las estructuras, políticas y actividades sindicales y un incremento significativo en el número de mujeres miembros de sindicatos y mujeres en posiciones electas.

En 2010, la Campaña Trabajo Decente, Vida Decente para la Mujer se está centrando en la sindicalización de las mujeres trabajadoras jóvenes.

Desde su lanzamiento el 8 de marzo de 2008, 102 afiliadas sindicales procedentes de 64 países están apoyando y participando en la campaña.

Leer más sobre esta campaña

La CSI trabaja activamente con sus afiliadas para posicionar el movimiento sindical en el programa sobre el clima – con relación, entre otros aspectos, a la necesidad de un acuerdo justo, ambicioso y vinculante en el CMNUCC, a los objetivos de reducción de emisiones y las responsabilidades diferenciadas, y a la financiación de las políticas climáticas – y en el desarrollo de una estrategia ambiciosa respecto a una “transición justa” para los trabajadores y comunidades, a fin de garantizar que todos seamos parte de una economía sostenible y baja en emisiones, y nos beneficiemos de empleos verdes y decentes.

Hoy en día, a millones de trabajadores y trabajadoras de todo el mundo les son denegados puestos de trabajo, quedan confinados a determinadas ocupaciones o reciben salarios inferiores por razón de su género, religión, color, nacionalidad, origen étnico, orientación sexual, opinión política, origen social, edad o discapacidad. La discriminación en el trabajo es un fenómeno generalizado, persistente y que se vuelve más insidioso con el tiempo, adoptando nuevas formas, como son los prejuicios contra las personas que viven con VIH/SIDA. Se necesita con carácter de urgencia una distribución más equitativa de las oportunidades laborales, de los recursos productivos y de los activos, incluida la educación.

Alcanzar la igualdad en el trabajo es un objetivo clave para el movimiento sindical. La CSI y sus organizaciones afiliadas trabajan contra la discriminación, para promover la igualdad de oportunidades y fomentar la diversidad en el lugar de trabajo. Asegurar la adopción y la aplicación de una legislación efectiva resulta indispensable pero no es suficiente. El diálogo social y la negociación colectiva son instrumentos clave para la eliminación de las prácticas discriminatorias. Las actividades de campaña y movilización de los sindicatos proporcionan el apoyo necesario que se requiere para plantar cara a estereotipos y prejuicios arraigados y para lograr la introducción de políticas públicas. Al entrar en contacto con personas que están experimentando alguna forma de discriminación, los sindicatos no sólo les proporcionan una sólida plataforma desde la cual pueden reclamar sus derechos, sino que, a su vez, incrementan su capacidad para sindicalizar a todos los grupos de las diversas sociedades del mundo.

La CSI está tratando de acrecentar la cooperación intergubernamental para asegurarse de que la dimensión social de la globalización, incluyendo el trabajo decente y los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, se sitúe en el eje de los procesos de toma de decisiones de las principales instituciones globales y regionales del mundo. Esto incluye el G20, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las Naciones Unidas y sus agencias especializadas, principalmente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con su estructura tripartita y mandato para establecer normas sociales internacionales.

El VIH/SIDA afecta a la parte más productiva de la población, a saber, la mano de obra. La CSI está convencida de que el lugar de trabajo en un campo de batalla clave en la lucha contra la pandemia del VIH/SIDA. Las organizaciones de empleadores y de trabajadores tienen un papel específico en la promoción y el apoyo de los esfuerzos nacionales e internacionales relativos al VIH/SIDA en y a través de todo el mundo del trabajo. Y el lugar de trabajo tiene su propio rol a la hora de asegurar un entorno no discriminatorio para las personas que viven con VIH.

El Fondo de Solidaridad de la CSI brinda respaldo para actividades sindicales en los países donde más se necesitan. Ayuda a organizaciones y personas que están necesitadas o son víctimas de represión y apoya campañas de sindicalización y refuerzo de la capacidad y las estructuras de organizaciones sindicales. La supervisión y gestión del Fondo está a cargo de la Junta de Gestión del Fondo de Solidaridad. El Fondo hace las asignaciones que decide la Junta, la cual está presidida por Ms Cathy Feingold.

El Fondo se financia con contribuciones voluntarias de afiliadas de la CSI.

La Red Sindical de Cooperación al Desarrollo (RSCD) es una iniciativa de la Confederación Sindical Internacional (CSI) que tiene como objetivo

• aportar la perspectiva sindical y promover el Programa de Trabajo Decente de la OIT en los procesos políticos de desarrollo, incluida la Agenda 2030;
• mejorar la coordinación y la eficacia de las iniciativas sindicales de cooperación al desarrollo; y
• desarrollar la capacidad de las organizaciones sindicales.

La RSCD interactúa con las principales instituciones mundiales que debaten las estrategias de desarrollo y cooperación al desarrollo, como las Naciones Unidas, el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (CAD), la Asociación Mundial para la Eficacia del Desarrollo (GPEDC) y la Unión Europea.

La TUDCN reúne a las organizaciones sindicales nacionales afiliadas a la CSI, a las organizaciones regionales de la CSI en América Latina y el Caribe (CSA), CSI-África y CSI-Asia-Pacífico , a las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI), a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), a la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC) y a las organizaciones sindicales de apoyo a la solidaridad (OSS).

Más información sobre las actividades de la TUDCN | Suscríbase a nuestro boletín

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Unión Europea

Las mujeres se han ido convirtiendo en parte de la mano de obra remunerada y de los sindicatos, y se han conseguido importantes logros en materia de sindicalización, negociación colectiva y derechos. Aún así siguen siendo mayoría en el empleo precario, poco cualificado y mal pagado, con pocas perspectivas de progreso profesional.

La CSI y sus organizaciones afiliadas trabajan juntas para fomentar los derechos de las mujeres y la paridad de género. La CSI promueve activamente la igualdad en el lugar de trabajo y la plena integración de las mujeres en los sindicatos, incluyendo sus órganos de toma de decisiones.

Los jóvenes resultan esenciales para el futuro del sindicalismo y para la fuerza, la eficacia y la legitimidad de cualquier organización sindical. La juventud no rechaza el sindicalismo y a menudo se identifica mucho con sus principios y valores. Pero muchas veces les resulta difícil encontrar su lugar en las estructuras y actividades sindicales. Es crucial que los sindicatos respondan mejor, en sus políticas y actividades, a las necesidades y expectativas de los trabajadores y trabajadoras jóvenes, que les hagan sentirse bien recibidos y que eliminen los obstáculos que impiden su plena participación. Los sindicatos tienen que dar el primer paso para ir al encuentro de los jóvenes ahí donde estén.

Sin una juventud dedicada, educada y comprometida, no podrá conseguirse una nueva globalización, justa y sostenible, centrada en las personas, el empleo y una vida decente.

A través de su Comité de Juventud, la CSI está poniendo en marcha y desarrollando políticas y acciones que promuevan la identificación y activa participación de los jóvenes en el internacionalismo sindical.

Los delegados y delegadas asistentes al 2º Congreso Mundial de la CSI provendrán de países que están experimentando de un modo u otro, y en distintos grados, el impacto de la crisis mundial. Para las personas que representan ha supuesto generalmente muchas privaciones y una gran inseguridad. Y para sus sindicatos ha agudizado antiguos problemas además de añadir otros nuevos.

Los sindicatos no son los únicos que intentan encontrar una salida de la crisis y asegurarse de que lo que venga después sea mucho mejor de lo que había antes, y ofrezca garantías de que no se repetirán las injusticias y el sufrimiento del pasado. Pero dado que muchas de las causas están firmemente enraizadas en el mundo del trabajo, y que tantas de ellas tienen un carácter global, el movimiento sindical internacional se enfrenta a desafíos particulares que suponen ciertas responsabilidades y también algunas oportunidades.

La CSI está convencida de que, tras décadas de injusticias, ahora le toca al pueblo – a todos los pueblos – disfrutar de los beneficios de la globalización, y que la senda que ha de tomarse al salir de la crisis ha de llevar directamente a la justicia social global.

Los fanáticos del deporte, trabajadores, militantes y consumidores del mundo entero se han unido en una campaña para hacer que los eventos deportivos sean justos tanto para las trabajadoras y trabajadores que fabrican los artículos deportivos y construyen las sedes deportivas, como para los atletas – ya se trate de las Olimpiadas, la UEFA, la FIFA, los Juegos de la Commonwealth o cualquier otro evento deportivo. Se tienen que respetar las normas internacionalmente reconocidas tanto en los lugares de trabajo como en los estadios.

Desde su creación en 2008, millones de personas han participado en actividades, eventos o actos para conmemorar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD), el 7 de octubre, exigiendo que el trabajo decente se sitúe en el centro de la acción gubernamental para el crecimiento económico, construyendo una nueva economía mundial que sitúe a las personas en primer lugar, basada en el Nuevo Contrato Social.

Ninguna actividad, acto o evento es demasiado grande o demasiado pequeño para celebrar la JMTD, puede ser un debate en el lugar de trabajo, una gran manifestación, una carta de protesta o algo completamente diferente.

Cualquiera que sea la actividad, el evento o el acto que decida realizar para conmemorar la JMTD, manténganos informados enviando su información y sus preguntas a [email protected].

Eche un vistazo a las historias que aparecen a continuación para comprender los temas que implica la JMTD, como por ejemplo:

• Justicia salarial
• Derechos laborales
• Negociación colectiva
• Salarios mínimos vitales
• Planes de empleo y trabajo decente

Junto con sus afiliadas, sus organizaciones regionales, las Federaciones Sindicales Internacionales y diversas organizaciones no gubernamentales, la CSI lleva a cabo una acción constante en pro del respeto universal de los derechos sindicales, según garantizados en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La CSI defiende a los sindicalistas dondequiera que se violen sus derechos humanos como consecuencia de sus actividades sindicales. También toma medidas contra otras violaciones de los derechos sindicales y de los derechos humanos, especialmente cuando dichas violaciones afectan a los trabajadores y trabajadoras.

El Programa de Trabajo Decente de la OIT fue puesto en marcha por Juan Somavia, que asumió el cargo de Director General de la OIT en 1999. En un período relativamente corto, el concepto ha desembocado en un consenso internacional en cuanto a que el empleo productivo y el trabajo decente son elementos claves para conseguir reducir la pobreza. En la declaración final de resultados de la Cumbre Mundial de la ONU en septiembre de 2005, 150 líderes globales acordaron considerar el empleo pleno y productivo y el trabajo decente como objetivos centrales de las políticas nacionales e internacionales relevantes.

Para alentar a las naciones a cumplir con esta declaración conjunta, cinco organizaciones – Solidar, CSI, CES, World Solidarity y el Global Progressive Forum – lanzaron la campaña Trabajo Decente, Vida Decente durante el Foro Social Mundial celebrado en Nairobi en enero de 2007, y desde entonces han estado trabajando como una alianza para que todas las personas del mundo puedan acceder al Trabajo Decente para una Vida Decente. La necesidad de tener unas condiciones de trabajo decentes para vivir una vida decente resulta más importante que nunca.

La campaña Trabajo Decente tiene por objetivos:
 Sensibilizar a los ciudadanos, los representantes políticos y las principales instituciones sobre el tema de trabajo decente;
 Demostrar que el trabajo decente es la única estrategia sostenible para salir de la pobreza, y que, a su vez, es fundamental para construir la democracia y la cohesión social;
 Situar la cuestión del trabajo decente en el centro de las políticas de cooperación al desarrollo, económicas, comerciales, financieras y sociales a nivel nacional, europeo e internacional.

La alianza estuvo instando durante dos años a individuos e instituciones a que firmaran el Llamado a la Acción por el Trabajo Decente, Vida Decente. En la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el 7 de octubre de 2009, la alianza entregó las firmas y aprobaciones del Llamado a la Acción a varias instituciones de todo el mundo: a la Unión Africana en Etiopía; a la Organización de los Estados Americanos durante una reunión en Buenos Aires (Argentina); a la Organización Mundial del Comercio en Suiza; al Parlamento Europeo en Bruselas (Bélgica); y al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en una reunión en Estambul (Turquía).

La Campaña Decisions for Life (Decisiones para una vida) apoya y potencia a las mujeres jóvenes, individual y colectivamente, para que puedan tomar decisiones bien fundadas en materia de trabajo, carrera y familia; tener acceso a puestos de trabajo, ingresos y beneficios sociales seguros; solicitar igualdad de oportunidades en el trabajo y mejorar sus aptitudes de liderazgo y negociación.

La campaña forma parte del proyecto Decisiones para una vida, centrado en las mujeres trabajadoras jóvenes pertenecientes a ocho grupos profesionales del sector servicios, y pretende conseguir unas condiciones de trabajo mejores para las jóvenes e incrementar el número de mujeres jóvenes que son miembros y líderes sindicales.

Para llegar a estas mujeres, el proyecto utiliza un enfoque triple que combina campañas de sindicatos de base a nivel nacional, tecnologías web de los medios de comunicación y actividades de investigación.

El proyecto se está implementando actualmente en 14 países.

El 8 de marzo has sido proclamado Día Internacional de la Mujer (DIM), cuyo origen se vincula a las protestas, huelgas y manifestaciones de mujeres sindicalistas. Con el paso de los años, DIM se ha convertido en un día de reconocimiento internacional para llamar la atención sobre los derechos de la mujer y su participación igual en la vida política, económica y social.

Alrededor de este día cada año, la Confederación Sindical Internacional está publicando informes, videos o campañas especiales, para atraer la atención pública a los problemas que enfrentan las mujeres de todo el mundo.

Más de 200 millones de personas trabajan fuera de su país de nacimiento o de nacionalidad. Junto con sus familias, los trabajadores y trabajadoras migrantes constituyen la gran mayoría del flujo migratorio internacional. Así pues, la migración es ante todo una cuestión laboral. Se trata de personas que se trasladan en busca de un empleo decente para poder ofrecer un futuro mejor a sus familias.

La mayoría de los países son lugares de origen, destino o tránsito de los trabajadores migrantes, y muchos de hecho las tres cosas a la vez. Un trato injusto a los trabajadores migrantes contribuye a socavar los salarios y las condiciones de trabajo en el mercado laboral nacional. Es por ello que garantizar la protección de los derechos de los migrantes resulta esencial para conseguir un Trabajo Decente para todos los hombres y mujeres. Los derechos de los migrantes son derechos de los trabajadores.

RATIFICACIONES DE LOS CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE MIGRACIÓN
LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES SON DERECHOS DE LOS TRABAJADORES

Convenio núm. 97 de la OIT: El Convenio sobre los trabajadores migrantes (revisado), 1949, dispone la igualdad de trato entre trabajadores nacionales y migrantes en materia de remuneración, seguridad social y actividades sindicales.

Convenio núm. 143 de la OIT: El Convenio sobre los trabajadores migrantes (disposiciones complementarias), 1975, protege los derechos humanos y del trabajo fundamentales de todos los trabajadores migrantes, y establece medidas para combatir abusos como el contrabando y la trata de personas.

Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, 1990 (ICRMW): garantiza a todos los migrantes, independientemente de su condición migratoria, el respeto de los derechos humanos fundamentales previstos en la convención, que serán aplicables durante todo el proceso de migración, que comprende la preparación, contratación, partida, tránsito, estancia, posible retorno y reintegración.

• Ratificaciones y firmas de los convenios internacionales sobre migración en ÁFRICA Y ORIENTE MEDIO
• Ratificaciones y firmas de los convenios internacionales sobre migración en LAS AMÉRICAS
• Ratificaciones y firmas de los convenios internacionales sobre migración en ASIA - PACÍFICO
• Ratificaciones y firmas de los convenios internacionales sobre migración en EUROPA

¡Los trabajadores y los sindicatos no lo permitirán!

¿Existe una situación medioambiental desastrosa en su comunidad, país o región?

¿Tiene esta situación graves consecuencias ambientales, sociales y económicas?

Si su respuesta es afirmativa, ¡REACCIONE! Comparta su situación y experiencia con los trabajadores del mundo entero!

La CSI está poniendo en marcha su campaña "los 7 horrores del mundo" para abordar las siete situaciones medioambientales más graves que afectan al planeta. Estas situaciones tienen graves consecuencias para los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente a escala mundial, regional y/o local.

¡Tenemos que trabajar por una economía más verde que respete tanto a las personas como al medio ambiente! Es hora de contar su historia y negarse a aceptar los desastres que se cometen contra el medio ambiente en el mundo. Los sindicatos saben que todo lo que perjudique al planeta es una amenaza para todos los trabajadores del mundo, ¡y no vamos a quedarnos de brazos cruzados!

La CSI ha iniciado una campaña especialmente dedicada al medio ambiente, "los 7 horrores del mundo", para mostrar al mundo entero cómo la degradación del medio ambiente afecta a los trabajadores y cómo los trabajadores están dispuestos a actuar en favor de una transición justa hacia una economía más verde. Necesitamos mejorar la vida y el sustento de los trabajadores y trabajadoras del mundo entero y garantizar oportunidades de trabajo decente.

La situación que usted presente para ser objeto de esta campaña debe mostrar las repercusiones que tiene una producción no sostenible tanto en las personas como en el medio ambiente.

Le rogamos nos envíe toda la información que posea sobre dicha situación. A finales de 2011 se organizará una votación en línea para seleccionar los siete peores horrores del mundo. Nada es demasiado pequeño ni demasiado grave, puede afectar a una comunidad determinada o a una gran cantidad de personas.
Los resultados se presentarán en el Pabellón del Mundo del Trabajo en Durban, Sudáfrica, durante las negociaciones internacionales sobre el cambio climático en diciembre de 2011.

Poner fin a la esclavitud moderna. En el mundo entero más de 100 millones de trabajadores y trabajadoras están empleados para trabajar en el hogar de otra persona. Estos trabajadores del hogar se encargan de limpiar, cocinar, lavar la ropa, cuidar a niños y ancianos, y muchas otras tareas. Su trabajo es infravalorado, mal pagado, invisible, no reconocido y no respetado. La mayoría de los trabajadores del hogar son mujeres (82%) – muchas veces migrantes o menores de edad.

En muchos países los trabajadores/as del hogar no están cubiertos por la legislación laboral o los programas de protección social. A muchos se les deniega el derecho, en la ley o en la práctica, a formar o afiliarse a un sindicato. Como resultado de ello, malos tratos, explotación, violencia y abuso físico y sexual son frecuentes y generalmente quedan impunes.

En junio de 2011 la agencia de la ONU que se ocupa de las cuestiones laborales, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), adoptó el Convenio 189 (C189) y la Recomendación 201 (R201) sobre las trabajadoras y trabajadores domésticos.

El Convenio 189 reconoce el derecho de los trabajadores y trabajadoras del hogar a formar y afiliarse a sindicatos, algo que sigue estando prohibido en numerosos países. También protege el derecho a beneficiarse de un salario mínimo en aquellos países donde dicho régimen exista, y propugna los pagos mensuales y el acceso a la seguridad social, incluyendo cobertura en caso de maternidad. El Convenio estipula que los trabajadores/as del hogar deberán disponer de un día libre a la semana y regula sus jornadas de trabajo.

En esencia, el Convenio garantiza que los trabajadores/as del hogar
sean tratados como cualquier otro trabajador cubierto por la legislación
laboral.

Este Convenio entrará en vigor una vez que haya sido ratificado por al menos dos países.

Campaña 12 para 12

La Confederación Sindical Internacional (CSI) lanzó la campaña mundial “12 para 12” que pretende lograr que 12 países hayan ratificado el Convenio 189 para finales de 2012. La campaña ya movilizó a Equipos de la campaña ‘12 para 12’ en 73 países están presionando a sus Gobiernos para que ratifiquen el C189 y revisen o enmienden la legislación nacional. Dichos equipos organizan acciones y eventos públicos sobre derechos de las trabajadoras del hogar y el C189 para alcanzar grupos y organizaciones que apoyan los derechos de los/las trabajadores(as) del hogar.

¡Hay que mantener la presión y pedir la ratificación del C189 de la OIT!

Lo que puede hacer:

• Controle la página web de la campaña 12 para 12
• Ponga el logo de la campaña 12 para 12 en su página web y únase a nosotros en Facebook dónde ciento de trabajadores(as) comparten información sobre la campaña “12 para 12”: http://www.facebook.com/groups/174009729373613/#!/groups/231305920281513/
• Tomen acción y organicen eventos con los trabajadores(as) del hogar, sindicatos y organizaciones que apoyan la campaña “12 para 12”, ¡inviten a la prensa, tomen fotos y cuélguenlas en la página web!
• Promueva la campaña 12 para 12 y la importancia del Convenio de la OIT N°189 en todos las reuniones, eventos.
• Escriba cartas, artículos, comentarios en el twitter sobre la campaña 12 para 12.
• Regístrense para recibir el Boletín de noticias ‘12 para 12’ ([email protected])
• Hable en defensa de los trabajadores del hogar
• Mucho más

Únete a nuestra campaña para concretar los derechos de los/las trabajadores(as) del hogar en tu país.

La Campaña ‘12 para 12’ es una iniciativa de la Confederación Sindical Internacional (CSI) en cooperación con la Red Internacional de Trabajadoras del Hogar (IDWN), la Confederación europea de sindicatos (CES) la Internacional de servicios públicos (ISP), la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines, (UITA), Human Right Watch, Anti-Slavery International, Solidar, Migrant Forum Asia, Solidaridad Mundial, y Caritas.

En Río+20 la CSI lanza un llamamiento a todas sus afiliadas para que se movilicen pidiendo un mundo más equitativo, justo y sostenible.

Foto: http://alter-echos.org/

 Audiencias – Leer testimonios de trabajadores/as al panel de encuesta global de la CSI
 Panelistas – Conozca a los panelistas que toman parte en la encuesta
 Aportaciones – Díganos si sus derechos en el trabajo están siendo amenazados
 Nuevos frentes – Países donde se han establecido nuevos frentes en defensa de los derechos de los trabajadores/as
 Hay que decir basta – En octubre, el informe de la encuesta será presentado al Consejo General

El Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPPA) establecería una extensa área de libre comercio en Asia-Pacífico. El acuerdo, que está aún siendo negociado, aspira a abordar de manera exhaustiva cuestiones comerciales tanto ‘tradicionales’ como ‘del Siglo XXI’ incluyendo una sólida protección de la inversión y los derechos de propiedad intelectual, la coherencia regulatoria y la contratación pública.

Las centrales sindicales de algunos de los 11 países involucrados y la CSI se esfuerzan por mejorar las disposiciones del TPPA, de manera que redunde en beneficio de los trabajadores y trabajadoras, además de eliminar cualquier cláusula que pudiera resultar contraria al interés público. Los esfuerzos sindicales se encaminan asimismo a conseguir la inclusión de un Capítulo Laboral ambicioso y vinculante. Los países cubiertos por el TPPA son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es el documento de referencia para las prioridades de desarrollo a escala global. Fue adoptada por 193 países en las Naciones Unidas, en septiembre de 2015, basándose en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, 2000-2015), cuyo objetivo era reducir la pobreza extrema. La Agenda 2030 contiene una serie de objetivos compartidos, conocidos como Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que todos los países se comprometieron a alcanzar. Los 17 ODS cubren cuestiones de gran relevancia para la labor de los sindicatos, incluyendo la promoción del trabajo decente, la lucha contra la pobreza, las desigualdades y el cambio climático; y reconocen la necesidad de mayor igualdad de género, una educación y servicios públicos de calidad y gratuitos, e instituciones más fuertes.

Los sindicatos, a través de la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo (RSCD), están muy involucrados en el proceso de los ODS a nivel global, regional y nacional. A través de su labor cotidiana en defensa de la libertad sindical y los derechos de negociación colectiva, y promoviendo el trabajo decente y los derechos de los trabajadores y trabajadoras, los sindicatos resultan esenciales para alcanzar estos objetivos de desarrollo. Como se estableció en la Estrategia respecto a la Agenda 2030, los miembros de la RSCD están llevando a cabo su propio seguimiento y análisis nacionales para velar para que los países cumplan sus compromisos. La revisión sindical tiene en cuenta los ODS que constituyen una prioridad para los sindicatos: ODS1 (fin de la pobreza), ODS5 (igualdad de género), ODS8 (trabajo decente), ODS10 (reducción de las desigualdades), ODS13 (acción por el clima) y ODS16 (paz, justicia e instituciones sólidas). Las revisiones serán promovidas durante el Foro Político de Alto Nivel de la ONU (FPAN) y los foros regionales de la ONU sobre desarrollo sostenible, que constituyen los mecanismos de seguimiento y revisión de la Agenda 2030.

Los mensajes principales extraídos del seguimiento y los análisis nacionales de los sindicatos se presentan en los perfiles de país, disponibles más abajo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que empezaron a funcionar poco después de la Segunda Guerra Mundial, fueron establecidos con la misión de lograr la estabilidad financiera mundial y facilitar la reconstrucción durante la postguerra. Inicialmente, el Fondo Monetario Internacional únicamente se dedicaba a conceder créditos a los Gobiernos en crisis, con objeto de asegurar la estabilidad del sistema financiero mundial, pero más tarde empezaría a involucrarse también en préstamos a más largo plazo, especialmente a países con bajos ingresos. El Grupo del Banco Mundial afirma centrarse en apoyar el desarrollo económico y reducir la pobreza. Otorga préstamos y subvenciones a los Gobiernos, así como préstamos y garantías al sector privado en las economías de mercado en desarrollo y emergentes.

Se han creado asimismo varios bancos multilaterales de inversiones, con un enfoque regional específico, con objeto de apoyar el desarrollo económico. Incluyen el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento.

Los sindicatos se interesaron de manera especial por los programas de las instituciones financieras internacionales (IFI) en la década de 1980, cuando empezaron a imponer políticas de ajuste estructura y de austeridad como condiciones para la concesión de préstamos. Estas condiciones han tenido a menudo un impacto considerable sobre los niveles de empleo, los salarios reales y los programas sociales, y siguen planteando serias preocupaciones al movimiento sindical.

En línea con la labor de la CSI sobre la dimensión social de la globalización, promueve ante las IFI unas políticas que den prioridad a la creación de trabajo decente y sostenible frente a las políticas de privatización, desregulación y austeridad que han venido caracterizando muchas de sus intervenciones. La CSI ha pedido que se incorpore el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores y el trabajo decente en el asesoramiento político y las operaciones crediticias de las IFI. Esto incluye labores de defensa en apoyo a una mayor protección social y respeto a las normas internacionales del trabajo y los derechos humanos. La CSI se esfuerza asimismo por promover unas normas y prácticas apropiadas que rijan el comportamiento de las empresas privadas que reciban apoyo financiero de las IFI.

La Oficina CSI/Global Unions en Washington ha sido establecida conjuntamente por la CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales, y representa las preocupaciones del movimiento sindical internacional ante el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los bancos multilaterales regionales de desarrollo.

Hambre, desempleo, explotación, violencia, enfermedades, cambio climático. La lista de malas noticias en nuestro planeta parece interminable. Sin embargo, la lista de aquellos que deben afrontar las consecuencias es bastante breve: trabajadores y trabajadoras, sus familias, sus comunidades, su entorno.

En las últimas décadas las personas se han visto obligadas a encontrar soluciones por sí mismas. Pues bien, el movimiento sindical está convencido de que necesitamos enfoques colectivos y compromisos globales para poner fin a estos desafíos.

Naciones Unidas puede contribuir a la transformación que necesitamos. Mediante el desarrollo de nuevos objetivos para la humanidad, la negociación de un acuerdo ambicioso sobre el cambio climático, y la elaboración de instrumentos para ayudar a los trabajadores y trabajadoras en la transición hacia la sostenibilidad, los Gobiernos todavía tienen ocasión de responder a los desafíos a los que se enfrentan sus ciudadanos y contribuir a lograr un mundo justo, sostenible.
¿Quiere saber cómo será ese futuro para los trabajadores y trabajadoras? Pues participe en el debate, ¡sume su voz!

Los trabajadores y trabajadoras del hogar deben hacer frente a una explotación y abusos sistemáticos en el lugar de trabajo. La adopción histórica del Convenio No. 189 de la OIT sobre trabajo doméstico, el 16 de junio de 2011 (acompañado por la Recomendación No. 201), ha aportado respeto y reconocimiento a los 50 a 100 millones de trabajadores y trabajadoras del hogar que hay en el mundo entero. La mayoría de estos trabajadores son mujeres, y muchos son migrantes y niños.

Desde que la CSI lanzara la campaña ‘12 para 12’ en asociación con IDWN/UITA y otros, más de 10 millones de trabajadores y trabajadoras del hogar han visto cómo sus derechos mejoraban gracias a la ratificación del C189, la introducción de reformas a la legislación laboral o la firma de convenios colectivos. Y más de 20.000 trabajadores y trabajadoras del hogar se han afiliado a un sindicato.

La campaña ¡Cuente con nosotras! Compromete a hombres y mujeres a introducir cambios: más mujeres en cargos directivos sindicales y esfuerzos concertados para organizar a más mujeres en los sindicatos.

El objetivo principal de la Plataforma es promover la organización y el reclutamiento de trabajadores y trabajadoras jóvenes en sindicatos, por medio de la identificación, el intercambio y la promoción de métodos, estrategias y actividades sindicales innovadoras y exitosas. La Plataforma aspira a establecer una red global de jóvenes activistas y organizadores/as sindicales de las afiliadas de la CSI, que estén dispuestos a:

 Compartir sus experiencias y mejores prácticas sobre la organización/el reclutamiento de trabajadores y trabajadoras jóvenes;
 Reforzar campaña(s) de sindicalización en curso para trabajadores/as jóvenes;
 Lanzar campaña(s) de sindicalización para trabajadores/as jóvenes.

La Asamblea sobre Sindicalización de las Mujeres (Dakar, Senegal 19-21 de noviembre de 2013) marca un hito estratégico en la lucha crucial para recuperar nuestras democracias, nuestras comunidades, la dignidad del trabajo y nuestros derechos como mujeres y como trabajadoras.

Para más información, visite nuestro sitio web : http://www.rerunthevote.org

El Grupo Laboral 20 – L20 representa los intereses de los trabajadores y trabajadoras a nivel del G20. Reúne a representantes de sindicatos de los países del G20 y de las Federaciones Sindicales Internacionales, siendo coordinado por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Comisión Sindical Consultiva (TUAC-CSC) ante la OCDE.

Desde que estallara la crisis financiera en 2008, el L20 ha venido interviniendo en los procesos intergubernamentales del G20 para asegurar un diálogo inclusivo y constructivo sobre ‘Empleo y Crecimiento’, en tanto que uno de los grupos oficiales de consulta, junto al grupo empresarial (Business 20 - B20), el de la sociedad civil (Civil 20) y el de la juventud (Youth 20). Leer más G20/L20 2008-2018

El L20 hace llegar los mensajes clave del movimiento sindical internacional con ocasión de las consultas del Equipo de Trabajo sobre Empleo y las reuniones de Sherpas, las reuniones de Ministros de Trabajo y de Finanzas y las Cumbres del G20. Las consultas conjuntas de los interlocutores sociales con los Líderes, así como con los Ministros de Finanzas y los Ministros de Trabajo forman parte integral del proceso del G20.

Los miembros del L20 formulan sus mensajes clave a través de un amplio proceso de consultas, y confirman sus objetivos políticos durante la Cumbre del L20 con ocasión de cada presidencia del G20.

La labor de promoción de políticas del L20 se centrará en:

• Continuar el trabajo del subgrupo sobre participación de las rentas del trabajo y trabajo decente, especialmente en las cadenas de suministro y la transformación del trabajo;
• hacer frente a la desigualdad de ingresos con salarios mínimos y negociación colectiva, respeto de los derechos en el trabajo y protección social;
• incrementar la inversión en infraestructura y en la economía de cuidados;
• salvar la brecha salarial de género con medidas para aumentar la participación de mujeres en el mercado de trabajo;
• preparar a los trabajadores para un futuro del trabajo gratificante con altas cotas de empleo;
• abordar los efectos adversos de la digitalización y las reglas plurilaterales de comercio electrónico sobre los mercados de trabajo y los marcos normativos;
• promover la transparencia fiscal y la rendición de cuentas;
• coordinación de políticas para lograr una transición justa hacia una economía neutral en cuanto a emisiones de carbono y respecto a la transformación digital; y
• protección de los derechos de los migrantes y logro de la Agenda 2030.

El L20 ha venido presionando respecto a:

• generar inversiones para crear empleos de calidad;
• aumentar los aprendizajes de calidad y la adquisición de competencias;
• garantizar la formalización del trabajo, a través de salarios mínimos, respeto de los derechos laborales y pisos de protección social;
• lograr un crecimiento sostenible, verde e inclusivo;
• asegurar una distribución equitativa de los ingresos;
• re-regular el sector financiero; y
• dar seguimiento a la aplicación de los compromisos pasados y futuros del G20.

El 18 de febrero de 2015, designado por el Consejo General de la CSI como día de acción mundial en defensa del derecho de huelga, fue un rotundo éxito, con actividades organizadas en todo el mundo. Presentamos aquí algunos ejemplos de acciones que tuvieron lugar en distintos lugares.

Precediendo a las reuniones de alto nivel del G20 y las consultas con los interlocutores sociales, la Cumbre del Grupo Laboral 20 (L20) brinda una ocasión a los representantes sindicales para preparar conjuntamente recomendaciones sobre política y mensajes clave a los Líderes y Ministros del 20. Esas prioridades se publicarán más tarde como parte de una Declaración del L20 a los Gobiernos.

Confrontados con la urgencia de la crisis financiera en 2008, Secretarios/as Generales y Presidentes/as de los sindicatos del G20 han venido reuniéndose desde la primera Cumbre de Líderes del G20 celebrada en Washington. La primera Cumbre del L20 reconocida formalmente se celebró en Cannes inmediatamente antes de la reunión de Líderes. Seguirían otras Cumbres en Los Cabos (2012), Moscú (2013) y Brisbane (2014).

La Cumbre del L20 establece un foro de debate para el movimiento sindical internacional respecto a su futura implicación con el G20 e invita a intervenir como oradores a representantes de distintas partes interesadas incluyendo Gobiernos, organizaciones internacionales, grupos de la sociedad civil y empresas, con el objetivo de facilitar intercambios sobre la futura dirección de las políticas y la gobernanza mundiales. Entre sus resultados destacables figuran un compromiso conjunto B20/L20 para intensificar los aprendizajes de calidad en 2013, así como una carta conjunta a los Líderes sobre prioridades comunes en 2014.

La próxima Cumbre del L20 tendrá lugar en Antalya en noviembre de 2015, en el marco de la Presidencia turca del G20. La CSI y TUAC trabajan en colaboración con las centrales sindicales en los países anfitriones correspondientes para preparar las Cumbres. En 2015, el Comité Directivo del L20 estará presidido por la central sindical Türkiye İşçi Sendikaları Konfederasyonu (TÜRK-İŞ) e incluye también a Türkiye Devrimci İşçi Sendikaları Konfederasyonu (DİSK) y Türkiye İşçi Sendikaları Konfederasyonu (HAK-İŞ).

Nuevo Frente de la CSI sobre Justicia Climática
No habrá empleos en un planeta muerto

#SindicatosXElClima

La acción climática es una cuestión sindical. Tenemos que movilizarnos para exigir a nuestros líderes los compromisos necesarios para garantizar que se adopte un acuerdo global firme en relación con el cambio climático este año en París, y más allá.

Desde nuestros lugares de trabajo, respecto a nuestros Gobiernos, en nuestros hogares y en las calles, nos movilizaremos reclamando la posibilidad de participar en las negociaciones, actuando para estabilizar el clima del planeta y avanzar hacia un futuro con cero emisiones de carbono

Vean nuestras acciones durante la semana mundial de acción por la justicia climática, eventos nacionales de campaña, y compartan con nosotros sus compromisos en su lugar de trabajo y en su país.

#RATIFICARC190 POR UN MUNDO DEL TRABAJO LIBRE DE VIOLENCIA Y ACOSO

NEW: #RatificarC190 - Kit de herramientas de campaña

Pese a que tanto hombres como mujeres pueden experimentar violencia y acoso en el mundo del trabajo, el estatus y las relaciones de poder desiguales en la sociedad y en el trabajo hacen que muchas veces la mujer resulte más expuesta a la violencia y el acoso.

La violencia de género sigue siendo una de las violaciones más toleradas de los derechos humanos en el mundo del trabajo. Según las estadísticas, el 35% de las mujeres –818 millones de mujeres en todo el mundo– mayores de 15 años han sido víctimas de actos de violencia física o sexual en el hogar, en la comunidad o en el lugar de trabajo.

En junio de 2019, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó normas internacionales del trabajo sólidas y ambiciosas, en forma de Convenio 190 (C190) y Recomendación 216 (R206) destinadas a prevenir y combatir la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, incluyendo el acoso y la violencia de género.

La campaña de la CSI #RatificarC190 - por un mundo del trabajo libre de violencia y acoso aspira a:

1. Asegurar una amplia ratificación del C190 de la OIT y la efectiva implementación del C190 y R2016 para lograr un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, incidiendo especialmente en la eliminación de la violencia y acoso por razón de género.
2. Movilizar y reforzar la acción sindical para la eliminación de la violencia y acoso por razón de género del mundo del trabajo.
3. Concienciar a la opinión pública respecto al C190 y R206 de la OIT.

Descargue el paquete por redes sociales aquí:

El Foro Laboral Asia-Europa (AELF por sus siglas en inglés) está integrado por las centrales sindicales que participan en el proceso de las Reuniones Asia-Europa (ASEM), con vistas a lograr que la justicia social y el desarrollo constituyan elementos centrales del programa de los Ministros y Jefes de Estado de ASEM.

En esta página web encontrarán información sobre quiénes somos, a lo que aspiramos, una breve historia de nuestra larga implicación en el proceso ASEM, documentación y noticias.

El Foro Laboral Asia-Europaes apoyado por la FES.

Cadenas Mundiales de Suministro = Explotación

El 80% del comercio y el 60% de la producción mundial corresponden en la actualidad a las cadenas de suministro de compañías multinacionales. La mayoría de los trabajadores empleados en las cadenas de suministro se encuentran atrapados en empleos inseguros y muchas veces peligrosos, cobrando salarios de miseria y debiendo realizar largas jornadas laborales. El trabajo informal, las horas extraordinarias obligatorias y la esclavitud también forman parte de la ecuación.

Un reciente informe de la CSI demuestra que 50 de las mayores compañías mundiales tienen una relación directa de empleo con apenas el 6% de las personas que trabajan en sus cadenas de suministro, el 94% restante forma parte de la mano de obra oculta de la producción mundial.

Los Gobiernos están empezando a tomar conciencia del problema, y el G7, el G20, la OIT y la OCDE han admitido que es necesario hacer algo al respecto.

Debemos movilizarnos para transformar el modelo de las cadenas de suministro en un sistema que redunde en beneficio de los trabajadores y trabajadoras. Esto implica situar el respeto de la legalidad, la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva como elementos centrales. Implica solidaridad a todos los niveles de la cadena de suministro con aquellos que intentan reforzar el poder de los trabajadores.

Este sitio está dedicado a promover la labor de los sindicatos y sus aliados en la lucha a favor del trabajo decente en las cadenas de suministro.

Por favor incluyan en él sus informes, las historias de los trabajadores y las campañas de organización a las que todos podremos brindar nuestro apoyo.

Exponiendo las prácticas de estas compañías ante los consumidores y ciudadanos del mundo entro, podremos exigirles cuentas a las empresas y obligarlas a asumir la responsabilidad en relación con sus cadenas de suministro y a respetar el Estado de derecho.

El 5 de octubre de 2015, los Gobiernos de Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam concluyeron las negociaciones del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP). La CSI y muchos sindicatos se oponen al TPP porque no favorece buenos empleos, un medio ambiente limpio y servicios públicos de calidad. Al contrario, privilegia los intereses empresariales por encima de los intereses de los trabajadores.

Es por ello que los sindicalistas presionan a sus legisladores para que se opongan al TPP, pidiéndoles que firmen esta promesa. A continuación figuran los legisladores que lo han hecho ya.

Les exhortamos a ponerse en contacto con su Gobierno, pidiéndole que se oponga al TPP. No podremos ganar sin su ayuda. También pueden añadir su nombre a nuestra lista de ciudadanos de los países signatarios del TPP que se oponen a este tratado comercial.

No habrá empleos en un planeta muerto.

Tenemos que descarbonizar nuestro mundo de aquí a 2050. Esto requiere importantes reducciones de las emisiones y un acceso universal a tecnologías de vanguardia.

Los sindicatos quieren un acuerdo mundial implementado en base a principios y planes para una transición justa: planes nacionales y a nivel de industria/empresa que protejan y creen nuevos puestos de trabajo invirtiendo en la transformación industrial necesaria.

Este es el desafío más significativo al que se enfrentará el mundo en los próximos 30 años, pero tenemos que empezar ya o perderemos el combate contra el cambio climático, con terribles consecuencias para todos los trabajadores y trabajadoras, y para sus comunidades.

La CSI trabajará con sus afiliadas movilizándose para reclamar un acuerdo global que enmarque la posibilidad de la transformación industrial y garantice una ‘transición justa’.

Las afiliadas de la CSI están asimismo comprometidas a organizar a los trabajadores y trabajadoras en los nuevos puestos de trabajo ecológicos, tanto en la economía formal como en la informal.

El aumento del poder empresarial y el declive de los derechos de los trabajadores, los salarios y el trabajo seguro guardan una correlación directa. Los Gobiernos están sometidos a las empresas, que dictan la política y las regulaciones sobre prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas.

El trabajo no es una mercancía. Este principio es la esencia misma de la Constitución de la OIT, sin embargo, la red global de las cadenas de suministro opera con una óptica mercantilista. El poder, los beneficios y la explotación de la mano de obra y de los recursos naturales por parte de las empresas se basan cada vez más en este modelo de comercio empobrecedor – las cadenas globales de suministro, un comercio mundial que mantiene a millones de trabajadores/as en la pobreza y con un trabajo precario.

Más del 60 por ciento del comercio mundial depende de contratos en cadenas de suministro de distintas partes del mundo.

En la economía real los trabajadores y trabajadoras son explotados a través de cadenas de suministro basadas en un modelo que se apoya en la denegación de los derechos humanos y laborales, salarios de miseria y trabajo precario o inseguro. Un modelo que explota sin piedad el trabajo de mujeres y migrantes.

Bajo el eslogan ‘Alto a la Codicia Corporativa’, los sindicatos se organizarán para reclamar salarios mínimos vitales y negociación colectiva, relaciones de empleo más seguras y protegidas, formalizar el trabajo informal en las cadenas de suministro, purgar dichas cadenas de la esclavitud, y una protección social universal.

El trabajo forzoso es la antítesis misma del trabajo decente. La eliminación de las formas contemporáneas de esclavitud representa una cuestión basada en los derechos y constituye un imperativo moral para el movimiento sindical. Se estima que actualmente más de 21 millones de personas son víctimas de formas modernas de esclavitud: 11,4 millones de mujeres y niñas y 9,5 millones de hombres y niños.

Alrededor de 19 millones de esas víctimas son explotadas por particulares o por empresas y más de dos millones por parte del Estado o grupos rebeldes. El trabajo forzoso en la economía privada genera 150.000 millones USD de beneficios ilegales cada año. El trabajo doméstico, la agricultura, la construcción, la manufactura y la industria del entretenimiento figuran entre los sectores más implicados. Los trabajadores migrantes y los pueblos indígenas resultan particularmente vulnerables al trabajo forzoso.

El modelo de esclavitud en Qatar representa un escándalo mundial, pero no se acabará con él a menos que intensifiquemos las demandas de todas las naciones para la eliminación de la esclavitud y el fin del trabajo forzoso; el sistema de la kafala y otras políticas que facilitan las peores formas de explotación deben ser revocados.

El Protocolo al Convenio de la OIT sobre Trabajo Forzoso (No. 29) ha aportado un nuevo enfoque y energía renovada a la determinación de eliminar el trabajo forzoso. Nos organizaremos para la ratificación del Protocolo en 50 países para 2018, junto con las correspondientes reformas de la legislación laboral.

En todo el mundo, los trabajadores y sus sindicatos están en primera línea del frente en la lucha para defender libertades y derechos en el trabajo. Son regularmente víctimas de discriminación, opresión e incluso violencia.

El movimiento sindical se basa en la solidaridad. A través de su trabajo respecto a los Países en situación de riesgo, la CSI ayuda a coordinar acciones internacionales para apoyar y defender a los sindicalistas en países donde la democracia y los derechos están siendo atacados.

Los desafíos que plantea lograr la coherencia global son inmensos, con un crecimiento constantemente estancado, niveles de desempleo históricos, el declive del componente salarial en los ingresos y ataques contra la protección social, cuando ésta existe. La desigualdad está en aumento, el componente salarial de los ingresos nacionales se sitúa entre los más bajos de la historia y la rápida expansión de cadenas de suministro como modelo comercial dominante no hace sino empobrecer a los trabajadores y trabajadoras. Unos niveles cada vez más elevados de trabajo precario, informalidad y la seguridad en el lugar de trabajo son cuestiones importantes para los sindicatos en todo el mundo.

La CSI aborda estas cuestiones reclamando políticas que sitúen la inversión en empleo y la creación de la demanda por medio de unos salarios justos y la protección social, como elementos centrales del crecimiento económico y la justicia social.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, adoptados en septiembre de 2015, incluyen un objetivo relativo al pleno empleo y el trabajo decente, así como compromisos respecto a la protección social. Las prioridades sindicales en relación con la igualdad de género, una educación de calidad, sanidad, y seguridad alimentaria y energética están asimismo cubiertas.

La migración laboral alimenta la economía global. Actualmente hay alrededor de 232 millones de migrantes en todo el mundo. Al menos el 50 por ciento de ellos son económicamente activos. Y cerca de la mitad son mujeres. La migración afecta a todas las regiones del mundo, y muchos países son de momento simultáneamente países de origen, destino y tránsito de migrantes.

Un número enorme de personas se están desplazando, no porque quieran realmente hacerlo, sino por no tener otra alternativa. En sus lugares de origen no hay trabajo, ni futuro, ni perspectivas para ellos o sus familias. O bien sus países se encuentran implicados en conflictos. Muchos están dispuestos a arriesgarlo todo en busca de la más mínima oportunidad de una vida mejor.

Al mismo tiempo se constata el colapso casi total de la gobernanza mundial de la migración: la aplicación del marco legislativo y de normas basado en los derechos, que debería gobernar el movimiento de personas.

La importancia de aplicar un marco basado en los derechos que gobierne la migración regular y los refugiados y solicitantes de asilo, incluyendo el derecho a trabajar sin discriminación, resulta más urgente que nunca.

En el mundo hay entre 53 y 100 millones de trabajadores y trabajadoras del hogar. La mayoría son mujeres, y muchos son migrantes y niños. Cocinan, limpian y se ocupan del cuidado de personas en sus hogares.

Durante décadas las tareas domésticas han quedado sistemáticamente excluidas de la legislación laboral, ya que no se reconocía como trabajo. Como resultado de ello, estos trabajadores se exponen a múltiples formas de explotación, incluyendo bajos salarios o el impago de salarios, jornadas laborales extremadamente largas, abusos e incluso violencia sexual y tortura. Millones son esclavizados/as en trabajo forzoso e infantil.

Pero esto está cambiando.

Con la adopción histórica del Convenio No. 189 y la Recomendación No. 201 de la OIT el 16 de junio de 2011, los trabajadores y trabajadoras del hogar obtuvieron por primera vez en la historia el reconocimiento de su trabajo como tal.

La población activa global es de aproximadamente 2.900 millones de personas. Apenas el 60 por ciento trabaja en la economía formal y cada vez son más aquellos con condiciones de empleo precarias, mientras que el 40 por ciento lucha por sobrevivir en la desesperación de la economía informal, donde no hay normas, ni salarios mínimos, ni derechos, ni protección social.

El desafío a todos los niveles del movimiento sindical internacional reside en organizar – organizar tanto en la economía formal como en la informal, y hacerlo además de manera innovadora.

Las mujeres representan en promedio el 40 por ciento de la membresía sindical, sin embargo ocupan apenas el 15 por ciento de los puestos de toma de decisiones en sus organizaciones.

Las tasas de participación de la mujer en la fuerza laboral están estancándose; las mujeres jóvenes continúan viéndose afectadas de manera desproporcionada por el desempleo; la brecha salarial de género permanece en una media de alrededor del 20 por ciento; las mujeres siguen relegadas a empleos de baja calidad y subvalorados y están sobre-representadas en formas de trabajo informales y atípicas, así como en la aportación de cuidados no remunerados.

La violencia de género en el mundo del trabajo representa un obstáculo significativo para una participación efectiva de la mujer en la fuerza laboral.
El empleo decente para las mujeres es la manera más rápida y sostenible de impulsar el crecimiento y la productividad.

Organizando en torno a los derechos sociales y económicos de la mujer se puede reforzar el poder de los trabajadores/as y conseguir sindicatos más fuertes y representativos, que reflejen realmente la diversidad de nuestra membresía a todos los niveles, incluso en las más altas instancias.

Bienvenidos a la página del Centro de Transición Justa.

La CSI y sus socios establecieron el Centro de Transición Justa en 2016. El Centro reúne a trabajadores y sus sindicatos, empresas y Gobiernos en un diálogo social y propicia la colaboración entre partes interesadas para velar por que los trabajadores ocupan un lugar en la planificación de una transición justa hacia un mundo con bajas emisiones de carbono.

La transición justa asegura el futuro y los medios de vida de los trabajadores y sus comunidades en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Se basa en el diálogo social entre los trabajadores y sus sindicatos, los empleadores y el Gobierno, y en las consultas con las comunidades y la sociedad civil. Disponer de un plan para la transición justa proporciona y garantiza empleos mejores y decentes, protección social, más oportunidades de formación y mayor seguridad laboral para todos los trabajadores afectados por el calentamiento global y las políticas relativas al cambio climático.

La Academia Mundial de Organización de la CSI brida formación para Organizadores Sindicales y Organizadores Líderes Nacionales de las afiliadas de la CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales que se comprometen políticamente y por medio de sus propios recursos a llevar a cabo un programa centrado en la organización. Pretende identificar a Organizadores Líderes Nacionales enérgicos que estén trabajando en campañas clave, y formarlos y asesorarlos en el desarrollo de técnicas de Organización Estratégica. Desarrollarán planes de campaña y colaborarán con la Academia en actividades de tutoría a largo plazo con el objetivo firme de organizar nuevos miembros en los lugares de trabajo, conseguir mejores convenios colectivos, y en última instancia impulsar un cambio social y Reforzar el Poder de los Trabajadores y las Trabajadoras.

A lo largo de 2018, la CSI estará promoviendo discusiones y debates relativos al futuro del trabajo, en el marco de los preparativos para el Congreso Mundial de la CSI, que se celebrará en diciembre de 2018, en Copenhague.

Es sumamente importante que el debate sobre el futuro del trabajo se construya en torno a prioridades y políticas del movimiento sindical, y que responda a nuestros principios fundamentales.
Este centro de información está diseñado para contribuir a garantizar la difusión y el intercambio de informes, políticas, actividades sindicales y demás información relevante para el futuro del trabajo.

El ámbito de los debates sobre el futuro del trabajo abarcará un análisis macroeconómico, los avances jurídicos y tecnológicos así como la sindicalización. La plataforma estará por tanto estructurada en torno a cuatro grupos temáticos:

• La economía mundial

• La regulación

• La tecnología

• Las personas y sus sindicatos

Les invitamos a que nos envíen todos los informes, documentos, artículos y otros productos multimedia de su organización que consideren pertinentes para el debate y que puedan publicarse abiertamente. Pueden enviarlos a la siguiente dirección de correo electrónico:
[email protected]

Poderosos intereses corporativos han conseguido durante años debilitar o eliminar la legislación que regula el sector privado, mediante presiones sobre los Gobiernos, acuerdos comerciales favorables al sector empresarial y prácticas corruptas. Ese control de las empresas sobre los Gobiernos representa una grave amenaza con vistas a un futuro que busque garantizar empleos adecuados y sostenibles, ingresos seguros con los que las personas puedan llevar una vida digna, justicia fiscal y toda una serie de cuestiones esenciales para aportar prosperidad a la mayoría y no solo a unos pocos.

El Índice Global de los Derechos 2016 de la CSI reveló un incremento del 22% en el número de países que imponen restricciones a la libertad de expresión, asociación y de reunión, que 82 de los 141 países cubiertos excluían a los trabajadores/as de la cobertura de la legislación laboral y que más de la mitad deniegan a todos o a algunos trabajadores el derecho a la negociación colectiva. Los marcos legales que rigen la relación de empleo también se han visto erosionados en muchos países. Ahí donde existen leyes y regulaciones adecuadas, muy a menudo no son aplicadas, mientras que en algunos de los países más ricos del Golfo la ausencia total de derechos deja a los trabajadores y trabajadoras en situaciones de esclavitud moderna. Revertir la erosión de los derechos de los trabajadores, asegurándose de que los Gobiernos cumplan con sus responsabilidades de regular, debe ser un objetivo central de la acción sindical en relación con el futuro del trabajo. Los trabajadores y trabajadoras en la ‘economía digital’ deben tener los mismos derechos y protecciones, incluyendo las normas fundamentales del trabajo de la OIT, que cualquier otro trabajador. Además de esto, ciertas cuestiones sobre regulación en otras áreas también tendrán una importancia vital, incluyendo:

Normas globales para las cadenas de suministro mundiales: Teniendo en cuenta que 50 de las mayores multinacionales del mundo tienen una mano de obra “oculta” que representa el 94% de los trabajadores en sus cadenas de suministro, los Gobiernos, sobre todo en los países donde dichas empresas tienen su sede, deben hacerlas legalmente responsables de la debida diligencia a lo largo de toda la cadena de suministro, de garantizar derechos fundamentales y un trabajo seguro a toda la plantilla de trabajadores y de facilitarles acceso a la justicia cuando se violen sus derechos.

Esclavitud moderna: Algunos Gobiernos están ahora legislando para exigir responsabilidades a las empresas, específicamente en torno al escándalo de la esclavitud moderna en sus negocios tanto dentro como fuera de sus países de origen. Un análisis de esta legislación, su impacto, su aplicación y sus deficiencias, nos brindará herramientas muy útiles en la lucha contra la esclavitud moderna, como base para exigir a todos los Gobiernos que introduzcan requisitos legales respecto a las empresas, con sanciones apropiadas en caso de incumplimiento.

Definición de negocio: Compañías como Uber operan en realidad en el sector informal, eludiendo cualquier responsabilidad en cuanto a los derechos y beneficios de su mano de obra global. La capacidad de compañías de este tipo a operar dentro, y muchas veces, fuera de la ley, tiene enormes implicaciones para los trabajadores y trabajadoras, para la recaudación de impuestos, para la seguridad pública y en muchos otros aspectos.

Protección de datos y derechos digitales: La vigilancia y el control que ejerce el empleador sobre los trabajadores está aumentando de forma considerable, y resulta asimismo preocupante la enorme cantidad de datos que recopilan, analizan y manipulan algunas grandes empresas. Es necesario considerar la adopción de marcos legales en relación con los derechos de individuos y grupos a la protección de sus datos. La creciente importancia de algoritmos, que se utilizan para sustituir la toma de decisiones por parte de personas, hace también que se solicite una regulación respecto a la manera en que se aplican dichos algoritmos y con qué objeto. Incluso el propio creador de la World Wide Web advierte ahora sobre el abuso en la utilización de datos y algoritmos para influir en las elecciones, soslayando las leyes electorales.

Ley de competencia: L emergencia de un número relativamente reducido de multinacionales que ocupan posiciones dominantes en el mercado de datos a nivel mundial plantea importantes interrogantes respecto a si los reguladores de la competencia están debidamente equipados y dispuestos a garantizar igualdad de oportunidades, además de cuestionar la eficacia de las leyes sobre competencia existentes y el grado de cooperación internacional al respecto.

Fiscalidad: Muchas de las multinacionales, que obtienen gran parte o la totalidad de sus beneficios de recoger, manipular y vender datos destaca por su capacidad para eludir impuestos, y la expansión de la producción y los servicios mediante internet amenaza con privar a los Gobiernos de aún más ingresos fiscales. Algunos en la industria, como el fundador de Microsoft, Bill Gates, hablan ahora de un “impuesto a los robots” aunque la propia Microsoft ha tenido que hacer frente a críticas en relación con cuestiones impositivas.

La Conferencia Mundial de Organización de la CSI reagrupa a organizadores y organizadoras líderes nacionales emergentes de todo el planeta, que asisten para desarrollar sus competencias estratégicas de campaña y para pasar tiempo con otros líderes nacionales confrontados a retos similares. Se contará con la presencia de organizadores sindicales procedentes de por lo menos 45 países de las Américas, Asia y el Pacífico, África, Europa y Oriente Medio/Norte de África.

La estructura de la conferencia consistirá en un análisis profundo de campaña, con vistas a que los líderes nacionales continúen desarrollando sus propias competencias estratégicas de organizadores líderes. La conferencia de cuatro días incluirá amplios debates en grupo, análisis en grupos reducidos, presentaciones de vídeos, discusiones regionales abiertas y la posibilidad de participar en competencias prácticas.

En los talleres de análisis de campaña se estudiará un tema que afecta a los trabajadores/as y a los sindicatos de muchos países. Este taller será útil para los profesionales, puesto que les ayudará a reflexionar sobre los problemas de campaña desde una perspectiva nueva, además de transmitirles la inspiración de otros organizadores líderes que estén trabajando en problemas similares en un contexto distinto. Los participantes de la conferencia compartirán relatos y experiencias comunes con otras personas confrontadas a las cuestiones más importantes que afrontan actualmente los sindicatos y los organizadores. Todo esto se llevará a cabo más allá de las fronteras nacionales, de la distancia regional, de los idiomas y la cultura, de la estructura sindical, del género, de la edad y de la diversidad étnica.

La innovación tecnológica ha formado desde siempre parte del mundo del trabajo, no obstante, en los últimos 20 años Internet ha supuesto un incremento tremendo y exponencial del ritmo de cambios. Con la llegada del “Internet de las cosas”, el número de dispositivos conectados a la web podría ascender a más de 20.000 millones para 2020.

Sin embargo, alrededor del 50% de la población mundial sigue sin tener acceso a Internet. Teniendo en cuenta que gran parte de la nueva tecnología que está introduciéndose en el mundo del trabajo depende directa o indirectamente de Internet, a menos que se efectúe una rápida y masiva inversión para conectar al 50% restante, se producirá un enorme aumento de la desigualdad entre quienes tienen y quienes no tienen Internet, con enormes consecuencias sociales y económicas.

“Los avances tecnológicos y la expansión del acceso a Internet suponen enormes oportunidades y desafíos para los trabajadores y trabajadoras. El compromiso de los sindicatos con la educación, la formación y la sindicalización en la era de Internet resulta crucial. La CSI se compromete a lograr una gestión de la red que esté libre de manipulación por parte de cualquier Gobierno o intereses corporativos, y que asegure un flujo libre de información con protecciones firmes para salvaguardar la información personal y la libertad de expresión, siempre dentro del respeto de la legalidad”.

Declaración del 3er Congreso Mundial de la CSI, (Berlín, mayo de 2014)
Avances en robótica, nano- y bio-tecnología, aprendizaje automático, el Internet de las cosas, la impresión 3D en la manufactura, las ciencias de los materiales y toda una serie de otras áreas aportarán enormes beneficios a la sociedad, como de hecho está ya ocurriendo, por ejemplo en medicina o a la hora de combatir el cambio climático. Al mismo tiempo, estos avances tendrán enormes consecuencias sobre el empleo y sobre los trabajadores y trabajadoras. Algunos estiman que, con el tiempo, alrededor del 60% de los puestos de trabajo podrían estar parcialmente automatizados, y hasta un 10% quedarían totalmente desplazados. Otros prevén un impacto aún mayor.

Prácticamente todos los estudios muestran que los puestos de trabajo que exigen menos capacitación o más rutinarios son los que correrían mayor riesgo, aunque los cambios también repercutirán en empleos altamente cualificados.

El documento de TUAC “Digitalización y la economía digital” ofrece una buena visión general de las cuestiones clave, algunas de las cuales se enumeran a continuación. Aunque el impacto específico de las distintas tecnologías en diferentes sectores y ocupaciones varía considerablemente, y seguirá siendo el caso, se registran ciertas tendencias y riesgos generales clave que, desde la perspectiva sindical, no están siendo abordados adecuadamente:

  La digitalización contribuye a una fragmentación del trabajo, la ruptura de relaciones de empleo y dumping social, dado que las compañías que organizan el trabajo a través de plataformas en línea (por ej. aplicaciones de “viaje compartido” como Uber o servicios a destajo como Mechanical Turk y UpWork) buscan expandirse al tiempo que presionan de manera efectiva a favor de la desregulación. Los Gobiernos deben asegurarse de que estas compañías estén reguladas, que aporten la parte que les corresponde en cuanto a impuestos y que quienes trabajen para ellas y con ellas disfruten de los mismos derechos que otros trabajadores, incluso por medio de la portabilidad de la protección social, las pensiones y otros beneficios;

  Están surgiendo considerables brechas de capacitación, que limitan el potencial para reemplazar los puestos de trabajo perdidos a causa de la tecnología con nuevos empleos con un contenido superior de TI, STEM o de servicios. Estas brechas deben corregirse a través de sistemas de educación y formación adecuados en función de la evolución del trabajo en la era digital;

  Una creciente dependencia en producción y servicios mediatizados digitalmente requiere elevados niveles de ciberseguridad para proteger los sistemas y evitar perturbaciones. Esto plantea desafíos particulares a la hora de garantizar que no se vulneren los derechos de los trabajadores, además de asegurarse de que se corrijan las crecientes brechas de capacitación en este campo;

  Para un número cada vez mayor de trabajadores/as, el “lugar de trabajo con vigilancia total” es ya una realidad, con un control continuo e intrusivo que en ocasiones se extiende fuera del centro de trabajo y hasta sus vidas privadas, dando al empleador un control sin precedentes. Algunas compañías utilizan además técnicas de ingeniería social con sus empleados para incrementar la productividad y los beneficios, pero sin los correspondientes incrementos salariales o de protección frente al estrés o la sobrecarga laboral. Esto está vinculado a la cuestión general de los derechos individuales en relación con datos personales, especialmente tomando en cuenta que un reducido número de corporaciones dedicadas a la recopilación masiva de datos (big data) están consolidando y ampliando su influencia;

  La desaparición de límites entre vida privada y laboral también es una realidad para todos, que interfiere en la conciliación trabajo/familia y a menudo implica realizar horas extra no remuneradas, especialmente en el trabajo móvil.

  Las normas de salud y seguridad laborales y públicas muchas veces no bastan o no se aplican adecuadamente cuando se despliega la automatización, a menudo utilizando algoritmos poco probados y se utilizan nuevos materiales en los procesos de producción;

  Hay una pronunciada brecha de género en el sector de tecnología de la información en particular, donde las mujeres ocupan apenas una cuarta parte de los puestos de trabajo. Esta brecha se profundiza donde “viejos” empleos son reemplazados por “nuevos” con un contenido tecnológico superior, y las mujeres tienen apenas un 20% de posibilidades de encontrar un “nuevo” empleo en comparación con los hombres. Es necesario prestar una atención urgente a este problema, incluso mediante educación y formación, así como medidas anti-discriminatorias y beneficios de maternidad;

  Las limitaciones y el daño potencial ocasionado por el despliegue de algoritmos, en particular con poca o ninguna intervención humana, resultan cada vez más patentes. UNI Sindicato Mundial reclama el establecimiento de un convenio global respecto a la ética en la utilización, el desarrollo y la implantación de inteligencia artificial, algoritmos y big data http://www.thefutureworldofwork.org/stories/uni-global/global-convention-on-ethical-ai/; y

  Novedades como la implantación de “cadenas de bloques” o tecnología de libro contable distribuido por parte de las empresas en diversos sectores tendrán repercusiones aún imprevisibles, pero posiblemente considerables en la manera en que operan los negocios y sobre la naturaleza de los empleos en el futuro. Los sindicatos deben entender mejor los posibles efectos y usos de estos sistemas, tanto respecto a la evolución del trabajo como en la potencial utilización por los propios sindicatos para llegar a los trabajadores y organizarlos.
Todos los trabajadores deben disfrutar de los derechos fundamentales de libertad sindical y negociación colectiva, protección frente a la discriminación, la explotación y el trabajo peligroso, la garantía de un salario mínimo vital y protección social en el nuevo mundo del trabajo. Las plataformas en línea, en particular, deberán asegurar que la protección social de los trabajadores y otras prestaciones estén cubiertas, y que sus derechos sean respetados.

El documento de TUAC “Digitalización y la economía digital” establece los principios clave para garantizar una “transición justa digital”. Incluyen entre otros:

• Investigación y evaluación inicial del impacto social y sobre el empleo
• Diálogo social y consulta democrática con los interlocutores sociales y otras partes interesadas
• Políticas activas del mercado de trabajo y regulación, incluyendo formación y desarrollo de capacidades
• Protección social, incluyendo pensiones aseguradas
• Planes de renovación comunitaria y diversificación económica
• Inversiones sólidas que desemboquen en empleos decentes y de calidad

Lograr una transición justa en el ámbito digital será un desafío, sobre todo teniendo en cuenta que muchos Gobiernos no parecen estar realmente inclinados a garantizar una regulación apropiada de la economía digital o a proteger y promover los derechos de los trabajadores al diálogo social y la negociación colectiva. Responder a este desafío será esencial para asegurar que se obtengan los máximos beneficios sociales y económicos de la digitalización y evitar una anarquía corporativa distópica con todavía mayor desigualdad, inseguridad y explotación.

Los fallos de gobernanza que condujeron a la crisis financiera mundial de 2008 y la consiguiente recesión, luego de más de dos décadas de globalización corporativa, han intensificado aún más las desigualdades, destruido millones de empleos, incrementado el trabajo precario y la informalidad, provocando una desilusión masiva que está siendo explotada por políticos populistas en el mundo entero. También ha colocado la economía mundial en una situación tremendamente precaria, con un estancamiento de la demanda a causa del reducido poder adquisitivo.

El debate en torno al futuro del trabajo debe identificar soluciones a los enormes desafíos económicos y políticos a que se enfrenta nuestra sociedad, y evitar quedar confinado a la perspectiva reducida de la implantación de nuevas tecnologías en un sistema que está ya fallando a los trabajadores y trabajadoras. Tampoco se trata de la “vieja” economía donde el trabajo era realizado esencialmente por personas y una “nueva” economía donde el trabajo está automatizado y las tareas de aquellos que tienen un empleo se rigen por algoritmos y aplicaciones.

La Encuesta Mundial de la CSI ha venido demostrando el apoyo mayoritario a la adopción de medidas para frenar el poder empresarial y del sector financiero, garantizar empleos seguros y decentes, la aportación de una parte justa de la riqueza a los trabajadores y trabajadoras a través de salarios y protección social, y otros objetivos clave del movimiento sindical. Los Gobiernos, no obstante, no comparten este sentimiento. A menos que la situación cambie, la transición hacia el futuro mundo del trabajo será desordenada y dominada por las corporaciones, profundizando aún más la inseguridad y las desigualdades.

Gobiernos y empresas han de reconocer que la transición hacia una economía ampliamente digitalizada tiene que ser una transición justa, invirtiendo en las ocupaciones, los sectores y las comunidades más afectados para optimizar la calidad y los beneficios de la productividad, asegurando al mismo tiempo que los empleos que resulten o pudieran resultar afectados cuenten con el apoyo necesario. Debe además fomentar el desarrollo y la sostenibilidad, especialmente mediante una conexión directa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la transición hacia un futuro con cero carbono y cero pobreza.

Para que esto ocurra, se requiere una acción urgente, incluso por parte del G20, en relación con toda una serie de desafíos globales clave:

Salarios y protección social – el mundo necesita un aumento de sueldo: la caída de la participación de los salarios, con millones de trabajadores/as en las cadenas de suministro y en la economía informal luchando por sobrevivir, está ocasionando una miseria incalculable y amenaza la economía mundial en su conjunto, a causa del estancamiento del poder adquisitivo. Los sindicatos de todo el mundo hacen campaña reclamando mejores salarios, incluyendo un salario mínimo vital y la ampliación de la protección social al 75% de los trabajadores y trabajadoras del mundo entero que no la tienen o que tienen una protección insuficiente. Se requieren políticas económicas y sociales para garantizar una distribución más justa de los ingresos y la riqueza. Ha llegado el momento de llevar a cabo un análisis informado sobre los costos y beneficios que representa una garantía de ingresos básicos.

Salvar la brecha de género: la brecha de género es la consecuencia económica más tangible de la sistemática discriminación hacia la mujer en el trabajo y en la sociedad, presente en todos los países. Ahí donde se han impuesto políticas de austeridad, las mujeres han tenido que asumir la carga más pesada, a través de trabajo no remunerado proporcionando cuidados, así como con un impacto desproporcionado sobre sus ingresos y oportunidades. Si continúa la tendencia actual, la brecha salarial de género del 23% globalmente no se salvará hasta 2069. Tan solo este punto demuestra la gravedad de la discriminación de género y la absoluta necesidad de tomar medidas para acabar con ella. El futuro del trabajo ha de ser un futuro donde mujeres y hombres sean iguales.

Fiscalidad: la evasión y elusión fiscal generalizada, especialmente por parte de las multinacionales y el sector financiero, está privando a los Gobiernos de los ingresos necesarios para aportar servicios públicos y programas sociales de calidad. El estancamiento de los salarios y la “Uberización” del trabajo implican que los Gobiernos no conseguirán que la imposición a los trabajadores compense por los reducidos o nulos impuestos que pagan los más ricos y muchas empresas. La privatización y la venta de activos pueden aportar cierto alivio fiscal temporal, pero con un enorme costo para las sociedades y las economías. La justicia fiscal es esencial para asegurarse de que los Gobiernos dispongan de los ingresos necesarios para proporcionar servicios públicos de calidad, protección social y toda la gama de otras funciones que conformarán el futuro del trabajo basado en la inclusión social.

Inversión en infraestructura y la economía de cuidados: la falta de infraestructura y el envejecimiento de las infraestructuras existentes en muchos países está ahogando el crecimiento económico y dificultando la creación de empleo. Al mismo tiempo, las tendencias demográficas y la actual aportación inadecuada suponen una bomba de tiempo respecto a los cuidados sociales y sanitarios. Invertir en la economía de cuidados y en infraestructura resulta vital para resolver estos problemas –ambos tipos de inversión contribuirán a la creación de empleo y al crecimiento tan necesarios.

Cambio climático y transformación industrial: la digitalización del trabajo ofrece un potencial tremendo para potenciar la eficiencia y reemplazar la dependencia del carbono con fuentes energéticas renovables del futuro. El desafío global de lograr una economía con cero carbono y cero pobreza requiere visión, compromiso y coraje por parte tanto del mundo político como del empresarial. La clave para conseguirlo es la agenda para una Transición justa, basada en los derechos, el diálogo social, la inversión en la transición y negociar los cambios introducidos en industrias y lugares de trabajo que respondan al desafío del cambio climático y faciliten la transformación industrial necesaria para salvar al planeta y a la humanidad.

Un enfoque coherente: En numerosos países, las políticas sobre digitalización han sido desarrolladas en los ministerios responsables de tecnología, con limitada participación de otros ministerios y poca o ninguna consulta pública, situando al sector privado en el puesto de mando. Esto ha empezado a cambiar, en parte gracias a los debates sobre el futuro del trabajo, aunque apenas unos pocos países están aplicando el enfoque necesario implicando a “la totalidad del Gobierno” además de colaborar con los sindicatos y otros grupos relevantes. El diálogo social tripartito ha de ser un elemento central de cualquier enfoque coherente y exhaustivo respecto a las posibilidades y los desafíos de la digitalización.

Políticas comerciales y de inversión: La creciente influencia de las políticas populistas y nacionalistas ha tenido repercusiones en la agenda comercial internacional, y no se conocen aun plenamente sus posibles consecuencias. Mientras que los sindicatos se han movilizado en contra de aquellos elementos de los acuerdos que despojan de poder a los trabajadores y afianzan el poder de las empresas por encima del de los Gobiernos, limitando el espacio para la adopción de políticas públicas adecuadas, las soluciones ofrecidas por los populistas no redundan en beneficio de la clase obrera. Disposiciones como las que contiene la propuesta del ACS conducirían a una “Uberización” total de las economías, y deben ser rechazadas.

Desarrollo: La adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU aporta una agenda para el desarrollo que incluye el trabajo decente como elemento central. Los ODS no deben reducirse a una simple aspiración – proporcionan un importante marco universal para la toma de decisiones sobre el futuro del trabajo, y es importante que la aplicación de los ODS y cualquier decisión respecto al futuro del trabajo, y en particular en papel de los Gobiernos, estén integradas.

La 3ª Conferencia Mundial de Mujeres de la CSI/Asamblea de Organización de Mujeres es una oportunidad importante para que las sindicalistas del mundo entero se reúnan y preparen sus estrategias encaminadas a promover la igualdad de género y la equidad en el mundo del trabajo.

La Asamblea tiene lugar en un momento de crucial importancia para las trabajadoras. Estamos viviendo en una persistente crisis global económica, que empeoran las consecuencias del cambio climático, profundizan las desigualdades sociales y económicas en muchas partes del mundo, y aumentan el nacionalismo y la misoginia populista. La organización sindical y el activismo son aún más significativos si se quiere cambiar de rumbo y crear el futuro que queremos, para nosotras mismas, para nuestras familias y para nuestras comunidades.

Los cuatro temas prioritarios de la Conferencia, y que giran alrededor de la campaña ‘¡Cuente con nosotras!’ son:

• Paz, libertad y democracia
• Futuro de las mujeres en el trabajo
• Construir una agenda económica para las mujeres, incluyendo la economía de cuidados y mujeres líderes
• Combatir la violencia de género en el mundo del trabajo

La metodología de la Asamblea de organización será muy participativa, anteponiendo el arte, el activismo, la educación y la cultura en el centro de la organización.

El 35% de las mujeres mayores de 15 años (818 millones de mujeres en todo el mundo) han sido víctimas de violencia física o sexual en el hogar, en la comunidad o en el lugar de trabajo. (Fuente: Organización Mundial de la Salud)

Se ha roto la confianza en la democracia. Apenas 30% de la población mundial considera su opinión resulta relevante.

La gente quiere que sus Gobiernos reestablezcan las reglas de la economía mundial, para promover el crecimiento y una prosperidad compartida. Quieren que los Gobiernos actúen en interés de los ciudadanos. Para construir la democracia hará falta que los Gobiernos cambien su manera de planificar e informar, de manera que su enfoque garantice rendición de cuentas y transparencia, apoyándose en el respeto de la ley.

Esta campaña Nuevos Frentes enmarca una serie de demandas a los Gobiernos respecto a aquellas cuestiones sobre las que deberían rendir cuentas públicamente para medir los progresos, teniendo en cuenta otros factores aparte del PIB. Proporciona un marco respecto a los argumentos que pueden esgrimirse con las Instituciones Financieras Internacionales en cuanto a su responsabilidad para ayudar a sentar fundamentos políticos democráticos y sin aplicar condicionalidad.

El compromiso del movimiento sindical internacional con las libertades y los derechos democráticos implica que los trabajadores y trabajadoras están en primera línea frente a Gobiernos cada vez más autocráticos y la extrema derecha. Ahí donde los Gobiernos repriman los derechos de los trabajadores/as, entrará en acción la CSI. Ahí donde la explotación de los trabajadores, la denegación de la libertad sindical y la negociación colectiva formen parte del modelo empresarial, entrará en acción la CSI.

El modelo económico mundial ha fallado a los trabajadores y trabajadoras. El poder y la codicia de grandes corporaciones globales ejercen tal control sobre los Gobiernos, que éstos actúan en contra de los derechos e intereses de la población. En las cadenas mundiales de suministro, 94% de la fuerza laboral está integrada por una mano de obra oculta y oscuros contratos comerciales facilitan la explotación y la opresión.

El mundo es tres veces más rico que hace 20 años, sin embargo se deniega al 70% de la población una protección social universal, el 84% considera que el salario mínimo no resulta suficiente para vivir y en 81% de los países se han permitido violaciones al derecho de negociación colectiva. Esto es desigualdad intencional.

Hace falta un Nuevo Contrato Social entre trabajadores, Gobiernos y empresas, que incluya una Garantía Laboral Universal como piso mínimo para todos los trabajadores y las trabajadoras.

Aplicando un Nuevo Contrato Social se garantizaría que se respeten los derechos, que los empleos sean decentes con salarios mínimos vitales y negociación colectiva, que la protección social sea universal, que la diligencia debida y la rendición de cuentas dirijan las operaciones de las empresas, y que el diálogo social asegure medidas de transición justa en cuanto al clima y la tecnología.

De no hacer algo, el cambio climático nos amenaza a todos y regiones enteras podrían quedar inhabitables. Fenómenos meteorológicos extremos con efectos devastadores están destrozando ya empleos y medios de subsistencia.

Nos quedan 11 años para estabilizar el planeta con un incremento máximo de la temperatura de 1,5°C, pero los Gobiernos no asumen su responsabilidad para cumplir sus objetivos. Todos los Gobiernos deben mostrar mayor ambición y determinar planes nacionales de desarrollo que incluyan medidas de transición justa para proteger a los trabajadores y trabajadoras, sus familias y sus comunidades. Todos los empleadores deben adoptar planes para proteger sus operaciones frente al cambio climático, incluyendo como elemento central de dichos planes medidas de transición justa.

Los sindicatos están dispuestos a entablar diálogo a todos los niveles, a fin de asegurar que las medidas de transición justa resulten adecuadas para recobrar la confianza de la gente en un proceso que haga realidad la ambición de la que todos dependemos.

No habrá empleos en un planeta muerto – la alternativa es crear buenos empleos en un planeta vivo.

Los sindicatos se mantienen unidos frente a las fuerzas de la explotación que obligan a la gente a abandonar sus hogares en busca de oportunidades de trabajo decente. La gran mayoría de las personas que emigran se exponen a la explotación, pero a través de acciones colectivas, pueden cambiar las reglas del juego.

La esclavitud moderna es una realidad para demasiadas personas. Trabajo forzoso, servidumbre por deudas, trata de personas y trabajo infantil están presentes en las cadenas mundiales de suministro. La solidaridad es un elemento central para el movimiento sindical internacional, y la CSI se esfuerza por poner fin a esa explotación. La CSI reclama un sistema justo de contratación de trabajadores migrantes y que se ponga término a los sistemas de servidumbre por deudas.

RATIFICACIONES DE LOS CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE MIGRACIÓN.
LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES SON DERECHOS DE LOS TRABAJADORES.

La población trabajadora sistemáticamente se lleva la peor parte como resultado de los conflictos armados. La ruptura del diálogo y de la libertad sindical implica la inexistencia de relaciones laborales y abre la vía a una explotación generalizada. Sin embargo, el gasto militar sigue en aumento y no hace sino contribuir a una mayor devastación.

En respuesta a esta situación, el movimiento sindical internacional se compromete a construir la paz. La CSI, junto con sus afiliadas en todo el mundo, trabaja para restaurar vías de diálogo que contribuyan al consenso social esencial para lograr una paz duradera. El riesgo global del rearme nuclear nos exige encontrar aliados en apoyo a acuerdos multilaterales de no proliferación (TNP) hasta su prohibición total (TPAN).

Pese a un crecimiento económico sin precedentes en las últimas décadas, los salarios se han quedado estancados globalmente y no han seguido el mismo ritmo que el aumento de la productividad o el crecimiento económico. Millones de trabajadores en todo el mundo no ganan lo suficiente para vivir dignamente. La desigualdad salarial también sigue creciendo, y aquellos con salarios más altos disfrutan de incrementos salariales varias veces más rápidamente que la media. La participación de la renta del trabajo en el PIB está disminuyendo, y los beneficios no se comparten con los trabajadores/as a través de aumentos salariales.

Los sindicatos están haciendo campaña en África, Asia, Europa y América Latina reclamando salarios justos y decentes. Piden a sus Gobiernos el establecimiento de salarios mínimos dignos, basados en datos probados respecto al costo de la vida y con la plena participación de los interlocutores sociales.

Los sindicatos hacen igualmente campaña para que se corrijan los sistemas impositivos que permiten a las empresas eludir sus responsabilidades ante la sociedad y los servicios públicos de los que dependen. Los sindicatos reclaman asimismo el establecimiento de sistemas de protección social adecuados e integrales, a fin de garantizar la seguridad de los ingresos de los trabajadores/as y sus familias, como parte de una estrategia general para reducir la desigualdad y promover condiciones de vida adecuadas para todos.

El poder predador de las corporaciones mundiales y su repercusión en el mercado de trabajo se ha sumado a un número cada vez mayor de trabajadores/as obligados a aceptar trabajo informal. Ahora los negocios de plataformas incrementan aún más ese número, con un modelo empresarial que tiene poca o ninguna vinculación con la legislación nacional, los sistemas impositivos o la responsabilidad del empleo. Los Gobiernos están incluso emprendiendo una guerra de pujas, con el dinero de los contribuyentes, para conseguir que los gigantes corporativos se establezcan físicamente en sus países o ciudades. Y conforme se incrementa el poder monopólico de las empresas, aumenta también la oposición a la libertad sindical y la negociación colectiva.

El poder corporativo y financiero sólo puede controlarse mediante un enfoque regulatorio determinado a nivel nacional e internacional. Para ello, la CSI impulsa la conclusión de un Tratado de la ONU sobre empresas y derechos humanos; la imposición nacional de diligencia debida y acceso a recursos; y un Convenio de la OIT sobre las cadenas de suministro.

El multilateralismo está en crisis. Los intereses corporativos lo han empujado al límite. Las Instituciones Financieras Internacionales han promovido la austeridad, minando las condiciones de trabajo; reglas comerciales han allanado el camino para la concentración de riquezas en manos de unos pocos; y el sistema de la ONU se ha debilitado.

La CSI defiende un Nuevo Contrato Social que vuelva a situar a las personas en el centro del multilateralismo. La OIT tiene la autoridad para erigirse en faro del sistema multilateral que ha perdido el rumbo. Se requieren reformas en el FMI, el Banco Mundial y la OMC, para conseguir que las reglas

Aunque todavía sería técnicamente viable evitar un aumento de la temperatura de 1,5 °C, el comportamiento y las tecnologías deberían cambiar radicalmente para lograr la reducción de emisiones necesaria. Con acciones firmes contra el cambio climático, para 2030 se pueden obtener ganancias económicas por valor de 26 billones de USD (en comparación con la situación actual), además de generar más de 65 millones de empleos y evitarse más de 700.000 muertes prematuras por la contaminación del aire de aquí a 2030.

A través de medidas coordinadas, los sindicatos han conseguido que la “transición justa” en el marco del cambio climático figure en el Acuerdo de París sobre el Clima y en la agenda política. Esto ha conducido a la implicación de sindicatos en políticas sobre el clima a nivel nacional y sectorial.

La tecnología puede brindar oportunidades, pero también ocasionará perturbaciones en los empleos y en las cadenas de suministro. Es necesario gestionar adecuadamente la digitalización, la automatización y los datos para proteger puestos de trabajo y el nivel de vida. El pleno empleo sigue siendo un objetivo para el movimiento sindical y no se aceptará compromiso alguno respecto a la Garantía Laboral Universal . Las medidas de transición justa son vitales para efectuar estas transformaciones.

La gobernanza global y las transformaciones tecnológicas deben incluir una nueva normativa para las empresas de plataformas, normas globales respecto a la gestión de datos incluyendo protección de la privacidad, en relación con la vigilancia, etc. Todo ello requiere la intervención de los sindicatos y diálogo social transfronterizo, con una negociación colectiva sólida para garantizar una transición justa y planes de empleo.

El programa de la CSI se centra en la plena participación de la mujer en pie de igualdad y su acceso a puestos de liderazgo en general. La tasa de participación de la mujer en la mano de obra global es inferior al 50%, y los cuidados no remunerados que efectúan se han incrementado hasta representar el 9% del PIB global. Persiste la segregación laboral y la infravaloración del trabajo de las mujeres, al igual que la brecha salarial y de pensiones resultante.

Invertir en cuidados resulta prioritario para incrementar la participación de mujeres en el mercado laboral y su acceso a empleos decentes. La brecha salarial de género sigue siendo del 23%, y la inversión en servicios de cuidados públicos de calidad y la protección social, la promoción de salario igual salario por trabajo de igual valor, así como la introducción de salarios mínimos vitales, con una negociación colectiva más fuerte, siguen siendo las soluciones para eliminar esta discriminación.

Las mujeres siguen disfrutando en promedio de apenas tres cuartas partes de las protecciones legales con que cuentan los hombres durante su vida laboral, y tan solo seis países establecen igualdad de derechos y protección. La discriminación va desde la prohibición de acceder a ciertos empleos hasta la falta de equidad salarial o de protección frente al acoso sexual, e incluye tanto la legislación familiar como derechos de propiedad y otras libertades o derechos.

La CSI está comprometida a lograr la eliminación de la violencia de género en el mundo del trabajo. Este es un punto focal en torno al que se organizan las mujeres, a fin de lograr justicia legislativa y laboral.

Los trabajadores y trabajadoras que corren el riesgo de marginación, exclusión y discriminación deben ser bien acogidos por los sindicatos. Nuestra principal prioridad es por tanto organizar para incluir a todos los trabajadores y trabajadoras. Estamos comprometidos a reforzar el liderazgo juvenil en nuestros sindicatos y a apoyar a aquellos sindicatos que luchan por obtener derechos e igualdad de trato para trabajadores/as racializados, migrantes, indígenas, LGBTQI+, personas con discapacidades, incluyendo a quienes sufren de formas múltiples e interconectadas de discriminación y abusos.

Esta página incluye información de las afiliadas de la CSI, las Federaciones Sindicales Internacionales y LabourStart en relación con la pandemia del coronavirus (COVID-19).

Blogs de Sharan Burrow:

• A New Social Contract can rebuild our workplaces and economies after COVID-19 (18 March)
• Climate and Employment Proof Our Future - A vision for a post-pandemic world (19 March)
• The $5 trillion commitment by the G20: Now, Make it Happen, Make it Work (28 March)
• Key workers can only protect us if we protect them (with Stephen Cotton) (30 March)
• El mayor despliegue de solidaridad en la historia de la humanidad (30 de marzo)
• Social protection systems underpin the most successful government responses to COVID-19 (8 April)
• We can applaud the women workers on the pandemic frontline but we also owe them the recognition of equal pay (17 April)

Noticias y declaraciones de la CSI:

• G20 y COVID-19: los sindicatos reclaman acción coordinada para proteger la salud pública, empleos e ingresos (23 de marzo)
• Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19: La mitad de los países en confinamiento y la pandemia de COVID-19 causa estragos en la salud y la economía de trabajadores y sus familias (24 de marzo)
• La cumbre del G20 da muestras de liderazgo mundial: ahora hay que ponerlo en práctica (26 de marzo)
• Las personas primero – 12 Gobiernos muestran al mundo cómo proteger vidas, empleos e ingresos (30 de marzo)
• Reuniones de primavera del FMI/Banco Mundial deben aportar liderazgo y coordinación a nivel mundial (6 de abril)
• Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19: Salen a la luz diferencias regionales en cuanto a la respuesta de los Gobiernos a la pandemia de COVID-19. Millones de trabajadores en África, Asia-Pacífica y las Américas se arriesgan a sufrir una devastación económica. (7 de abril
• Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19: Se ponen de relieve importantes brechas globales en cuanto a la provisión de EPP y lugares de trabajo seguros para proteger a los trabajadores de la propagación del COVID-19 (29 de abril)
• CSI - Cuestiones clave respecto a la vuelta al trabajo (19 de mayo)

Otros recursos:

• Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.): Firma Acuerdo Igualdad entre hombres y mujeres.
• Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.): Texto Acuerdo Reglamentos Igualdad en el Trabajo
• Building and Wood Workers’ International (BWI): COVID 19 News
• Education International (EI): COVID-19 tracker and COVID-19 Information Hub
• European Trade Union Confederation (ETUC): Trade unions and coronavirus
• IndustriALL: Union responses to the Covid-19 crisis
• International Federation of Journalists (IFJ): Covid-19: Report Safely
• International Federation of Musicians (FIM):Covid-19
• International Transport Workers’ Federation (ITF): Covid-19 updates
• International Union of Food, Agricultural, Hotel, Restaurant, Catering, Tobacco and Allied Workers’ Associations (IUF): COVID-19 Information and Resources
• LabourStart: News from the world’s trade unions
• Public Services International (PSI): Public Health, Once and for All! and Safe Workers Save Lives campaign
• Trade Union Advisory Committee to the OECD (TUAC): Mapping out trade union and social partners’ responses
• UNI Global Union (UNI): Unions global response to #COVID19

#Timefor8

Ya es hora de tener un nuevo contrato social

El planeta está enfrentando múltiples crisis que están teniendo efectos devastadores en las personas y el medio ambiente.

Nuestro mundo se está volviendo cada vez más inestable y peligroso a medida que aumentan los conflictos, se agudiza la desigualdad y empeora la crisis climática.

Esta situación está fomentando el autoritarismo, dañando a los trabajadores a través de ataques a los sindicalistas y una continua erosión de los derechos laborales y de los salarios.

Los trabajadores y los sindicatos ven en la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) el plan de acción para atajar estos problemas y cambiar el mundo.

El Objetivo 8, sobre trabajo decente y crecimiento económico sostenible, juega un papel líder. Sus objetivos sobre empleo, derechos de los trabajadores, trabajo decente, protección social, crecimiento inclusivo y preservación del medio ambiente proporcionan un efecto multiplicador para lograr los otros ODS de la Agenda.

Por ello, los sindicatos abogan por una recuperación impulsada por el ODS 8, con un nuevo contrato social transformador de género basado en: (1) la creación de empleos decentes y respetuosos con el clima con una transición justa; (2) la protección de los derechos de los trabajadores; (3) asegurar una remuneración justa y la igualdad salarial; (4) proporcionar protección social universal; (5) poner fin a la discriminación y promover la igualdad; y (6) empoderar a los países en desarrollo mediante sistemas de desarrollo inclusivos.

La CSI forma parte de la Alianza Deporte y Derechos (SRA), una coalición mundial de sindicatos y ONG que trabajan en común para integrar los derechos de los trabajadores y otros derechos humanos, así como la lucha contra la corrupción, en todo el mundo del deporte. Asimismo, promueven los derechos y el bienestar de las personas más afectadas por los riesgos en materia de derechos humanos asociados con el ejercicio del deporte, incluidos los niños, las mujeres, los activistas, las minorías, los aficionados, los atletas y otros trabajadores.

La SRA se fundó a principios de 2015 con el objetivo de presionar a los organismos deportivos mundiales para garantizar que sus tomas de decisiones y sus actividades respetaran las normas internacionales relacionadas con los derechos humanos, los derechos sindicales y la lucha contra la corrupción, según los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos.

La CSI es miembro fundador del Centre for Sport and Human Rights, una organización independiente defensora de los derechos humanos en el mundo del deporte. Su misión es fomentar un mundo del deporte que respete y promueva plenamente los derechos humanos, en particular los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, mediante la concienciación, la prevención de las violaciones de los derechos humanos relacionadas con el deporte, y la garantía de un recurso efectivo para quienes sufren abusos relacionados con los derechos humanos.

Cada año, la CSI realiza encuestas de la opinión pública en una selección de países, empleando firmas internacionales de sondeos que utilizan paneles en línea y que cumplen los más altos estándares en el sector.

Las distintas encuestas realizadas por la CSI cubren los siguientes temas:

• Situación económica e ingresos de los hogares;
• Leyes que protegen los derechos laborales;
• Protección social;
• Políticas gubernamentales sobre empleo, salarios, medio ambiente, tecnología, cadenas de suministro, migrantes y refugiados;
• Trabajo decente, seguridad en el empleo y horas de trabajo;
• Influencia sobre el Gobierno;
• Desarme nuclear;
• El papel de los sindicatos;
• Apoyo gubernamental a los derechos fundamentales en el trabajo;
• Tecnología y grandes firmas digitales; y
• Discriminación y trabajo forzoso,

UN NUEVO CONTRATO SOCIAL PARA LA RECUPERACIÓN Y LA RESILIENCIA, BASADO EN LA IGUALDAD Y LA EQUIDAD

Ver en vivo!

1. 4a CONFERENCIA MUNDIAL DE MUJERES DE LA CSI: Programa: 3a sesión - 16 de noviembre de 2022
2. Documento de resultados de la 4ª CMM en 2022
3. Informe de la csi sobre los cuidados
4. Los trabajadores se unen por el derecho de todas las personas a disfrutar de un mundo libre de violencia y acoso: #RatificarC190

La 4ª Conferencia Mundial de Mujeres de la CSI supone una importante oportunidad para que compañeras del mundo entero tengan ocasión de discutir sus estrategias encaminadas a promover la igualdad de género tanto en el contexto de la crisis sanitaria, económica y social a nivel mundial como una vez se superen dichas crisis.

La Conferencia tiene lugar en un momento crucial para los trabajadores y trabajadoras y para el movimiento sindical, cuando el mundo continúa haciendo frente a una pandemia mundial que sigue cobrándose vidas, ocasionando graves enfermedades, afectando medios de subsistencia y perturbando nuestras actividades sindicales normales. La actual crisis sanitaria se ve agravada por una pérdida sin precedentes de puestos de trabajo y medios de subsistencia. Aunque esta crisis afecta a toda la población, no todo el mundo se ve afectado de la misma manera, ni en la misma medida. Los efectos de la pandemia de COVID-19 no son neutrales respecto al género. Comprender el impacto de género de la crisis resulta crucial para conformar las respuestas más eficientes, efectivas y justas – tanto ahora como para después de la pandemia.

Los principales temas que abordará la Conferencia son:

• El impacto diferenciado de la COVID-19 sobre las mujeres
• Establecimiento de una economía asistencial - #InvertirEnCuidados
• Eliminar la violencia de género y el acoso en el mundo del trabajo – #RatificarC190
• Asegurar igual salario por trabajo de igual valor y protección social con perspectiva de género
• Lograr un liderazgo de mujeres transformador en los sindicatos
• Justicia climática y transición justa – las mujeres como protagonistas de una transición justa
• Luchas de las mujeres por la paz, la libertad y la democracia
• Cómo garantizar que la igualdad y la equidad constituyan elementos centrales de la recuperación

La Conferencia adoptará un enfoque interseccional entre los distintos temas que se debatirán y pondrá de relieve experiencias de mujeres jóvenes, mayores, indígenas, LGBTI+, racializadas y con discapacidades, incluyendo a las comunidades migrantes y a quienes trabajan en la economía informal.

La Conferencia se desarrollará en tres fases:

• Una primera sesión virtual prevista para los días 13 y 14 de diciembre de 2021;
• Una segunda sesión virtual prevista para los días 30 y 31 de marzo de 2022; y
• Una reunión presencial que se celebrará en Melbourne, Australia, el 16 de noviembre de 2022 (previa al 5º Congreso Mundial de la CSI).

La Declaración del Congreso de la CSI hizo hincapié en la responsabilidad de elaborar un programa feminista centrado en la participación económica igualitaria de las mujeres y en el liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos.

Con la crisis de la pandemia, las mujeres se han visto especialmente afectadas al perder cerca de 800.000 millones USD en ingresos (lo que equivale al PIB agregado de unos 98 países). Los datos iniciales indican que, en 2021, solo el 43,2% de las mujeres del mundo en edad de trabajar estaban empleadas, frente al 68,6% de los hombres en edad de trabajar.

Esto significa que, a menos que se adopten las medidas adecuadas, la vida laboral
de las mujeres se va a ver perturbada durante un largo período de tiempo.

La presencia de mujeres líderes en los sindicatos es ahora más importante que nunca, siendo un factor clave para promover un programa transformador respecto al género para la recuperación y la resiliencia.

Si bien se han logrado avances, puesto que el 42% de los miembros de las organizaciones afiliadas a la CSI son mujeres, esta cifra se reduce a apenas un 7% cuando hablamos de las que ocupan puestos de liderazgo.

El programa Mujeres Líderes (WIL, por sus siglas en inglés) de la CSI tiene por objetivo crear una plataforma mundial de generaciones presentes y futuras de mujeres líderes en el movimiento sindical, en consonancia con los valores y el compromiso constitucional de la CSI para la promoción de la igualdad de género.

El programa equipará a las participantes en el desarrollo y la promoción del movimiento, e incluirá cuestiones en las que las campañas y el activismo de las mujeres han sido clave y han dado resultados significativos a la hora de conseguir unos lugares de trabajo sostenibles y justos.

El programa WIL tiene por objetivo mejorar las competencias de las mujeres en materia de liderazgo y desarrollar conocimientos y capacidades en torno a las demandas clave de los trabajadores y las trabajadoras en favor de un Nuevo Contrato Social y a la manera en que estas pueden contribuir a fomentar en el seno de nuestro movimiento un programa transformador en cuanto al género.

El programa se llevará a cabo en línea e incluirá dos bloques principales:

• Un Programa General, compuesto por tres módulos sobre la creación y el desarrollo del liderazgo.
• Una serie de módulos En Profundidad sobre tres temas: política, organización y establecimiento de la narrativa

A lo largo de los cursos las participantes contarán también con el apoyo de diversas mentoras.

Basándose en el compromiso de los últimos años, el Documento de resultados de la 4ª Conferencia Mundial de la Mujer (2022) y el 5º Congreso Mundial de la CSI (2022) identificaron la economía del cuidado como una de las prioridades políticas fundamentales para hacer realidad nuestras demandas de un Nuevo Contrato Social, acelerando la igualdad de género en el mundo del trabajo y construyendo una sociedad más justa e inclusiva.

El Día Internacional del Cuidado, 29 de octubre, es una campaña de sensibilización destinada a dar visibilidad a la importancia de la economía del cuidado y, por lo tanto, a ejercer presión sobre los Gobiernos con el fin de que fomenten:

• El aumento de las inversiones públicas en el sector del cuidado.
  Inversiones públicas en la economía del cuidado, como parte del PIB de los Gobiernos nacionales, que permitan la creación de millones de nuevos puestos de trabajo, faciliten la participación económica de las mujeres y garanticen el acceso universal a servicios públicos de salud, educación y cuidados de calidad.

• Adopción de políticas a favor del cuidado.
  Las políticas inclusivas del mercado de trabajo, las políticas favorables a la familia en el lugar de trabajo y la protección social sensible al género garantizan un reparto más equitativo de las responsabilidades relativas al cuidado y promueven acuerdos de trabajo flexibles sobre una base de neutralidad en materia de género.

• Trabajo decente para todos los trabajadores y trabajadoras del cuidado.
  Los empleos relativos a los cuidados deben ser formales y decentes, con condiciones laborales seguras y remunerados adecuadamente, en particular la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor. Los trabajadores y trabajadoras del cuidado deben estar libres de acoso y de la violencia de género, así como de cualquier tipo de discriminación. Los trabajadores y trabajadoras del cuidado deben tener libertad para organizarse y negociar colectivamente.

El informe de la CSI de 2022 Implantar la economía del cuidado: sindicatos en acción en todo el mundo presenta seis estudios de caso que muestran los logros y victorias sindicales a nivel nacional.

NUEVO: ¡El 29 de octubre ya es un Día oficial de la ONU dedicado al cuidado!
La Asamblea General de la ONU adoptó, en julio de 2023, una Resolución para celebrar el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo el 29 de octubre, basándose en el legado de los sindicatos iniciado el 29 de octubre de hace cuatro años. Léase aquí la página web de la CSI

Artículos de Equal Times:

• En un sector forjado sobre injusticias históricas, ¿podrá la orden ejecutiva del presidente Biden procurar trabajo decente a los cuidadores de EEUU?
• El Reino Unido no invierte en salarios dignos para los cuidados de la población adulta, ¿por qué cambiaría el rumbo?
• Mucho valor, poco precio: el sector de los cuidados en España
• Por y para las trabajadoras: en India, las cooperativas se encargan de las necesidades de las propias cuidadoras
• Canadá: un paso histórico hacia un sistema nacional de cuidado infantil atrae elogios y críticas
• Mejorar la infraestructura de cuidados para la niñez y adolescencia podría reactivar la economía y promover la equidad
• España amplía los derechos de las empleadas del hogar pero se deja fuera a las trabajadoras sin papeles
• Los sindicatos de República Dominicana quieren que se reconozca la conciliación entre la vida laboral y la personal

Hashtags: #InvertirEnCuidados #Care2023

Descargue los materiales de redes sociales en Trello: https://trello.com/c/X8j5QIag

El Día Internacional del Cuidado cuenta con el apoyo de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Internacional de Servicios Públicos (ISP), UNI Global Union, la Internacional de la Educación (EI), la Federación Internacional de Trabajadores/as del Hogar (FITH) y Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO).

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2024 es un año crucial para la democracia: 4.000 millones de personas de más de 60 países acudirán a las urnas.

Siendo el mayor movimiento democrático del mundo, los sindicatos y los trabajadores y trabajadoras se encuentran en una posición privilegiada para definir, defender y ampliar la democracia, no solo en las urnas sino también en el trabajo, en la sociedad y en las instituciones internacionales. Por eso la CSI lanzó el pasado 4 de marzo su campaña Por la Democracia.

En abril damos comienzo a nuestra primera ronda de acciones mundiales: Por la Democracia en la Sociedad. He aquí lo que figura en la agenda:

• Antes del 19 de abril: Firma nuestra petición mundial: Dile al Banco Mundial que cambie de rumbo y apoye la democracia en las sociedades.

• 4 de abril: Únete al llamamiento internacional en directo de la CSA en solidaridad con los sindicatos de Argentina, 09.00-12.00 UST (Montevideo).

• 8 de abril: Únete a nuestro panel digital global Por la Democracia en la Sociedad: sindicatos y elecciones, con la participación de KCTU Corea, OeGB Austria, AFLCIO EE.UU., TUC Ghana y la CES, 13.00-14.30 CEST (Bruselas).

• 9 de abril: Publica tu apoyo a la movilización de los sindicatos colombianos por “la vida, la reforma social y la paz” en X. Sigue a la CSI en X, Facebook e Instagram para más información.

• 12 de abril: Publica tu apoyo a las propuestas de los sindicatos guatemaltecos por una sociedad más democrática en X. Sigue a la CSI en X, Facebook e Instagram para más información.

• 12-19 de abril: Únete a la movilización mundial en apoyo a los sindicalistas bielorrusos:
  • Busca u organiza una acción de solidaridad con sindicalistas en la embajada de Belarús en tu país.
  • Encárgate de que tu organización envíe una carta reivindicativa dirigida a las autoridades bielorrusas utilizando este modelo.
  • Graba un vídeo de solidaridad recordando a las autoridades bielorrusas que el sindicalismo no es extremismo, y solicitando la liberación de los dirigentes sindicales encarcelados. Publícalo con #Solidarnast y #PorLaDemocracia, y envíalo a [email protected].

• 19 de abril: La CSI-AP enviará al Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia y al Secretariado de la ASEAN un mensaje conjunto en solidaridad con los sindicatos de Myanmar. Únete a ellos publicando tu mensaje de solidaridad en X. Sigue a la CSI en X, Facebook e Instagram para más información.

• 20 de abril: Comparte el vídeo de la CSI “Por una fiscalidad justa”.

• 22-25 de abril: Utiliza #HLPF2024 y #PorLaDemocracia durante el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de este año, para publicar tu apoyo a los sindicatos que exigen un desarrollo que beneficie a los trabajadores y las trabajadoras. Sigue a la CSI en X, Facebook e Instagram para más información.

• 28 de abril -1 de mayo: Publica tu apoyo en X a favor de las movilizaciones de la CSI-África en apoyo a los trabajadores y las trabajadoras del sector público de Liberia. Sigue a la CSI en X, Facebook e Instagram para más información.

• 28 de abril: Busca acciones sindicales en tu país para apoyar la #IWMD24, porque las sociedades realmente democráticas ofrecen a los trabajadores y las trabajadoras protección frente al cambio climático.

• 1 de mayo: Bajo el lema “No hay democracia sin sindicatos”, únete a la movilizaciones sindicales de tu país para el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.

¿No puedes participar en estas acciones?
No pasa nada, puede unirse igualmente a la lucha #PorLaDemocracia de estas otras maneras:

• Consulte regularmente esta página ituc-csi.org/fordemocracy para obtener información actualizada sobre las acciones a las que pueden unirse en abril, junio y septiembre.

• Organizaciones aliadas y organizaciones afiliadas a la CSI: comuniquen sus próximas iniciativas relativas a la campaña por la democracia a la CSI a través de la dirección [email protected].

• Ponga en práctica la democracia organizando un sindicato en su lugar de trabajo. Encuentren aquí su sindicato sectorial.

• Apoyen las reivindicaciones sindicales en su país. Encuentren aquí su central sindical nacional.

• Dígale a su gobierno que apoye las reivindicaciones de la campaña sindical por la democracia. Encuentren a los representantes de su Gobierno ante la ONU y a los delegados y delegadas de la OIT.

Es hora de que las organizaciones internacionales, los gobiernos y las empresas trabajen en beneficio de nuestros intereses, no en el de intereses particulares.

¡Solidarícense con los trabajadores y las trabajadores y aboguen Por la Democracia!

Aquí encontrarán más información para compartir sobre la campaña.

21-02-2024

LA CSI POR LA DEMOCRACIA INFORME POLÍTICO PARA SINDICALISTAS

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21-02-2024

GUÍA GRÁFICA DE LA CAMPAÑA

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