En un nuevo informe de la CSI se deja bien claro que el gobierno de Turquía tiene mucho por hacer tanto en lo concerniente a la legislación como a la práctica relativa a los sindicatos del país y a las condiciones de sus trabajadores y trabajadoras. Este informe, dado a conocer coincidiendo con la revisión de la política comercial de Turquía que lleva a cabo la Organización Mundial del Comercio, señala que Turquía sigue restringiendo los derechos de los trabajadores de formar sindicatos y los derechos de los sindicatos existentes de hacer negociaciones colectivas, que en el mercado laboral turco hay mucha discriminación y que centenares de miles de niños que no deberían hacerlo, trabajan.