En la reunión que esta semana mantienen los Ministros de Finanzas del G7 en Iqaluit (Canadá), es preciso que se siga adelante con los procesos de regulación financiera y de reestructuración de los bancos, mientras poderosos intereses financieros mundiales intensifican su lucha contra la reforma. Aunque no se espera que en la reunión se tomen decisiones formales, las discusiones que se desarrollen influirán en las posturas que adopten los países del G7 en la cumbre de Jefes de Gobierno del G20 en junio, que también se celebrará en Canadá.