La CSI ha condenado la violenta ofensiva de la policía contra los manifestantes pacíficos en Bahréin y ha hecho un llamamiento a las autoridades para que respeten la libertad de expresión y de reunión. Al menos dos protestantes han resultado muertos, y miles continúan ocupando el Pearl Roundabout en la capital Manama. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, también ha criticado enérgicamente el uso de una fuerza desproporcionada contra los manifestantes.