Los sindicalistas que deseaban participar en una manifestación del Día del trabajo en Estambul el primero de mayo de 2008 fueron violentamente reprimidos por la policía antidisturbios de las autoridades turcas. Oficialmente, fueron detenidos 530 manifestantes y 38 resultaron heridos, pero la CSI, que condenó enérgicamente el uso de esta excesiva violencia, cree que este número es más alto.