Decenas de miles de personas salieron a las calles para oponerse a una nueva ley que impone medidas drásticas a los trabajadores y trabajadoras en Hungría. La polémica ley prevé un incremento en el número máximo de horas extraordinarias, fijado actualmente en 400 horas al año, y vulnera las normas establecidas en la directiva de la UE sobre el tiempo de trabajo.