Las políticas económicas y sociales, sumamente partidistas, del Presidente egipcio Mohamed Morsi son las que han provocado la enorme oleada de descontento popular que se está produciendo en Egipto, donde más de 20 millones de personas han tomado las calles estos últimos días reclamando su destitución. Se tiene constancia de que 16 personas han resultado muertas y varios centenares heridas en el transcurso de las manifestaciones.