El trabajo forzoso es todo trabajo o servicio que se desempeña contra la propia voluntad y bajo amenaza de castigo. Localizado en proporciones cada vez mayores de la economía privada, en sectores de mano de obra intensiva y escasamente regulados, como la construcción, la agricultura, la pesca, el trabajo doméstico y la minería, así como en la prostitución, hoy en día más de 12,3 millones de personas realizan algún tipo de trabajo forzoso, y casi todo los países se ven afectados por este fenómeno.
El trabajo infantil hace referencia a todo trabajo realizado por niños y niñas menores de 18 años que resulte mental, física, social y/o moralmente peligroso o perjudicial y que interfiera con su escolarización. El trabajo forzoso y el trabajo infantil están estrechamente vinculados: se dan en las mismas zonas geográficas, en las mismas industrias y su causa principal reside en la pobreza y la discriminación. Además, nada menos que la mitad de las personas que realizan trabajos forzosos son niños.