La Confederación Sindical Internacional (CSI) participó en la 62ª Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas el 8 de febrero de 2024. Durante la sesión, Cathy Feingold, vicepresidenta de la CSI, delineó las perspectivas de los sindicatos para garantizar un mundo que no deje a nadie atrás. La mayoría de sus propuestas quedaron fielmente reflejadas en la resolución de la Comisión.
La resolución pone de relieve la importancia de los salarios mínimos establecidos por ley y de las protecciones laborales para toda la fuerza laboral. Reconoce la importancia de promover el diálogo social para proporcionar una protección laboral adecuada al conjunto de gente trabajadora.
La igualdad de género se presenta como una cuestión transversal, mediante disposiciones que abordan la brecha salarial entre los hombres y las mujeres o los obstáculos que limitan la plena participación de las mujeres en la fuerza laboral. Además, la resolución afirma que la violencia de género es "incompatible con el trabajo decente" y "una amenaza para la igualdad de oportunidades".
Asímismo, la Comisión insta al reconocimiento, la reducción y la redistribución del trabajo no remunerado de cuidados y del hogar para afrontar las desigualdades históricas y promover la igualdad de género.
La resolución se hace eco de los avances tecnológicos y reconoce la relevancia para la fuerza laboral de las políticas de aprendizaje permanente y del desarrollo de competencias, "diseñadas con el apoyo de los interlocutores sociales".
Paralelamente, la resolución subraya que la tecnología debe "generar empleo productivo y trabajo decente", en particular mediante el establecimiento de marcos jurídicos que determinen "la situación laboral de los trabajadores de plataformas digitales" y protejan sus derechos.
La resolución resalta también la importancia de contar con sistemas de protección social integrales. La Comisión exhorta a los gobiernos a asegurar que "todas las personas dispongan de acceso a sistemas de protección social completos, adecuados, progresivos y sostenibles durante toda su vida", y promueve la implementación de sistemas de protección social universales, con enfoque de género y orientados a la familia.
La necesidad de financiar estas medidas también está contemplada en la resolución. La Comisión propone "reforzar la cooperación internacional para proporcionar a los países en desarrollo la asistencia financiera, el apoyo técnico y la capacitación necesarios para alcanzar los ODS relacionados con el desarrollo social, mediante la creación de empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos", incluyendo la promoción de sistemas fiscales progresivos.
De cara al futuro, esta resolución influirá en los debates de la Cumbre Social Mundial 2025, denominada "Segunda Cumbre Mundial para el Desarrollo Social", un evento que brindará la oportunidad de abordar las lagunas existentes en la implementación de la Agenda 2030.