Durante su intervención, Feingold destacó la urgencia para que los gobiernos "se dirijan hacia un Nuevo Contrato Social basado en derechos, igualdad y trabajo decente", que garantice sociedades inclusivas, protección social, salarios justos y derechos laborales fundamentales.

Además, Feingold puso de relieve la necesidad de cerrar las brechas en el trabajo decente en la economía informal y renovó el llamado de los sindicatos para formalizar a mil millones de trabajadores informales para 2030. Presentó ejemplos concretos de las actividades de los sindicatos para formalizar empleos informales y ayudar a los trabajadores migrantes indocumentados a regularizar su estatus migratorio.

En este contexto, Feingold subrayó la importancia de establecer marcos de gobernanza migratoria basados en derechos que se construyan e implementen mediante un diálogo social genuino. Estos deberían garantizar que los trabajadores migrantes puedan ejercer sus derechos a la libertad de asociación y negociación colectiva, y acceder a remedios en caso de explotación u otras violaciones de derechos. Se refirió al trabajo que los sindicatos están realizando en muchos países para proteger a los trabajadores migrantes contra el abuso, la explotación y accidentes en el mercado laboral.

Para concluir, Feingold enfatizó que a pesar de todos los esfuerzos realizados a nivel nacional, estos no pueden perdurar sin una agenda universal verdaderamente basada en derechos como base del multilateralismo para la democracia en todo el mundo, que incluya la participación de los trabajadores en pie de igualdad con el gobierno y los empleadores, en el espíritu del tripartismo y el diálogo social.

La Coalición Global para la Justicia Social: Evento Paralelo de la OIT

Más tarde en el día, Feingold participó en un evento paralelo de la Coalición Global para la Justicia Social de la OIT. En su discurso, presentó la perspectiva de los sindicatos sobre cómo el diálogo social inclusivo puede utilizarse de manera más efectiva para respaldar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y promover la justicia social a escala global.

En este sentido, Feingold destacó el papel crucial que desempeñó el diálogo social durante la pandemia para mitigar los impactos sociales y económicos de la crisis.

También mencionó ejemplos concretos de cómo los sindicatos, a través del diálogo social, han tenido un papel importante en el avance de los ODS en muchos países alrededor del mundo.

Para hacer más efectivo el diálogo social, Feingold insistió en tres medidas principales:

• El reconocimiento pleno del derecho a la libertad de asociación, negociación colectiva y el derecho a la huelga.
• El establecimiento de estructuras institucionales nacionales de diálogo social para orientar de manera efectiva los planes de desarrollo nacionales.
• El reconocimiento e inclusión de los socios sociales en la nueva arquitectura de gobernanza global, según lo propuesto por la ONU.

La CSI continuará siguiendo el trabajo de la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas, entre otros medios, a través de su participación activa en la Coalición Global de la OIT para la Justicia Social.