Trabajo decente, democracia y paz figuran en el centro de las prioridades de la CSI para la Cumbre del Futuro

El trabajo decente, la democracia y la paz ocupan un lugar central en la agenda de la Confederación Sindical Internacional (CSI) para la próxima Cumbre del Futuro. La CSI hace hincapié en la necesidad de un sistema multilateral inclusivo, democrático y basado en los derechos para ofrecer un nuevo contrato social en consonancia con el Programa de Trabajo Decente de la OIT y la promoción del diálogo social para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La CSI, que representa al Grupo Principal de Trabajadores y Sindicatos en las Naciones Unidas, ha esbozado las prioridades de los trabajadores y trabajadoras para la Cumbre del Futuro, prevista para los días 22 y 23 de septiembre de 2024. Este evento, descrito como una oportunidad que solo se presenta una vez por generación, tiene como objetivo unir a los líderes mundiales para mejorar la aplicación de los acuerdos internacionales clave, tales como la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los Convenios Fundamentales de la OIT y la Agenda 2030.

El documento de la CSI, que ha sido publicado en la web de las Naciones Unidas, destaca la necesidad de reformar la ONU para mejorar la rendición de cuentas, la eficacia y la coherencia política. Insta a que se adopte el Programa de Trabajo Decente de la OIT y que se implique a los interlocutores sociales a escala mundial, regional y nacional. Este enfoque es vital para abordar la distribución desigual del poder y la riqueza e impulsar la ejecución de los ODS.

La Confederación también se centra en el papel fundamental de la paz, la democracia y los derechos en la consecución de los ODS. Propone un nuevo contrato social para garantizar sociedades inclusivas, protección social, salarios justos y derechos laborales fundamentales. Además, la CSI promueve la adopción universal del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y la reasignación de los fondos públicos del armamento a la infraestructura social.

Otra prioridad es invertir en sectores con un alto potencial de creación de empleo decente para la juventud. La CSI apoya la participación significativa de la juventud en la toma de decisiones y el papel de los sindicatos en la organización y representación de la juventud trabajadora, reforzando su presencia en el diálogo social y la negociación colectiva.

Además, la CSI insta a los gobiernos a facilitar transiciones justas, particularmente la transición del empleo informal al formal en todos los sectores y el establecimiento de sistemas universales de protección social.

En respuesta al creciente impacto de la digitalización y la inteligencia artificial generativa en el lugar de trabajo, la CSI promueve un enfoque integral que priorice los derechos de los trabajadores, la privacidad digital y el acceso inclusivo. Este enfoque incluye la igualdad de género y la sostenibilidad, así como estrategias para el desarrollo de competencias y el aprendizaje permanente para superar las barreras estructurales e integrar a los trabajadores y trabajadoras en las economías digitalmente avanzadas.

Por último, la CSI insiste en la necesidad de aumentar los recursos financieros, reclamando reformas en la arquitectura financiera internacional, en particular un sistema fiscal mundial democrático y cambios en el sistema de deuda soberana. Con ello se pretende garantizar un alivio de la deuda adecuado y oportuno para los países que lo necesitan y unas instituciones de Bretton Woods más democráticas y sensibles a las necesidades de los países en desarrollo.

La CSI sigue participando en los preparativos de la Cumbre, lamentando el acceso restringido a los debates entre los Estados Miembros, lo que limita la voz de las partes no gubernamentales y la democracia.

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