Conforme los gobiernos minimizan las perspectivas para la cumbre del clima de la ONU en diciembre y las probabilidades de alcanzar un acuerdo vinculante se van desvaneciendo, el movimiento sindical internacional ha lanzado un llamamiento a los gobiernos para que acudan a Copenhague dispuestos a adoptar decisiones que sitúen al mundo en una vía inequívoca hacia un futuro con bajas emisiones en carbono.