Los 16 gobiernos tomaron esa decisión a raíz de una serie de denuncias presentadas contra un reducido número de los 13.000 empleados de UNRWA en Gaza.

Nueve empleados fueron despedidos por UNRWA, y el máximo órgano de investigación del sistema de la ONU, la Oficina de Servicios de Supervisión Interna (OSSI), está investigando el caso. UNRWA ha nombrado también un Grupo de Revisión independiente para “evaluar si la Agencia está haciendo todo lo que está en su mano para garantizar la neutralidad y responder a las acusaciones de infracciones graves cuando se producen”. Se espera que el grupo presente un informe el próximo mes de abril.

El secretario general de la CSI, Luc Triangle, ha declarado: “La población de Gaza está sufriendo una grave crisis humanitaria y UNRWA es la principal agencia humanitaria para ellos. Privar a UNRWA de financiación es privar a los palestinos de un apoyo vital en el momento en que más lo necesitan.

“El sistema de la ONU ha reaccionado rápidamente y está investigando todas las acusaciones que se le han presentado. No se debería anticipar el resultado de esas investigaciones interrumpiendo la financiación. Además de restablecer la financiación suspendida, otros países deberían también dar un paso adelante en apoyo a la agencia de la ONU, que sufre una escasez crónica de fondos. Los Estados del Golfo, en particular, deberían destinar una mayor parte de su enorme riqueza a corresponder con hechos su apoyo retórico a la población palestina.

“En su calidad de agencia de la ONU, el mandato de UNRWA no se limita a Gaza. Los palestinos de Cisjordania y los refugiados de los países vecinos también dependen de ella para recibir apoyo. Restablecer e incrementar la financiación no solo aliviará la tragedia humanitaria, sino que contribuiría asimismo a aliviar las tensiones mientras prosigue el trabajo esencial para lograr un alto el fuego duradero. Con ello, la comunidad internacional debe también establecer las condiciones para avanzar rápidamente hacia una solución justa de dos Estados, con Israel y Palestina coexistiendo en condiciones democráticas auténticas”.

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