Nada sobre nosotros sin nosotros! IndustriAll Europe presenta su Manifiesto por una Transición Justa

A mediados de mayo, IndustriAll Europe, que representa a los trabajadores y las trabajadoras de los sectores de la manufactura, la energía y la minería de 38 países europeos, presentó su Manifiesto por una Transición Justa.

El manifiesto está compuesto de cinco reivindicaciones claras para que los trabajadores y sus intereses se sitúen en el eje del cambio industrial, de tal forma que no les venga impuesto desde arriba por directores generales en salas de juntas y políticos en el poder, ya sea a escala nacional o europea.

En primer lugar, los trabajadores de la industria quieren una política industrial que esté a la altura de los objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo y que preserve y cree buenos puestos de trabajo mediante vías de transición claras, planificadas y con los sindicatos.

En segundo lugar, la transición debe estar adecuadamente financiada, y no se trata solo de la cantidad de dinero: se trata de armonizar los fondos europeos con las necesidades de transformación, garantizando que el apoyo financiero llegue a las regiones que más lo necesitan y permita crear empleos y prácticas de calidad (condicionalidad social), y que los sindicatos formen parte de la gobernanza (el “principio de asociación”).

En tercer lugar, no puede haber una transición justa sin un refuerzo de la negociación colectiva, la cual se ha visto atacada con mucha frecuencia, sobre todo la negociación a nivel sectorial en favor de procesos sumamente descentralizados a nivel de empresa. Esto puede lograrse mediante cláusulas en la contratación pública que obliguen a las empresas a negociar con los sindicatos y a través del desarrollo de capacidades. Un estudio encargado por IndustriAll muestra que la transición se ve obstaculizada en los países/regiones con bajos niveles de diálogo social. Asimismo, una encuesta del Consejo Europeo de Empleadores del Metal, la Ingeniería y las Industrias de Base Tecnológica (CEEMET) revela que la mitad de los empleadores de la industria no hablan con los sindicatos.

En cuarto lugar, el reglamento debe adaptarse para anticipar el cambio con una combinación de derechos de los trabajadores a la información y a la consulta, así como los deberes de las empresas de tener una estrategia de descarbonización y diligencia debida e informar sobre ella, en particular el establecimiento de representantes sindicales para la transición justa, similares a los actuales representantes de salud y seguridad. Ya hemos superado el punto de las recomendaciones no vinculantes, y anticiparse al cambio es mejor que enfrentarse a una reestructuración empresarial más adelante.

Y por último, los trabajadores industriales quieren tener derecho a una formación de calidad para dominar las nuevas competencias que serán necesarias para la economía verde. Pero es muy difícil garantizar el acceso a la formación a trabajadores con contratos precarios; y dado que el 40% de la mano de obra en Europa son trabajadores precarios, se trata de un problema compartido que requiere soluciones colectivas y un mapeo granular del empleo, así como un derecho individual a la formación y el aprendizaje permanente.

Samantha Smith, directora del Centro de Transición Justa, intervino en la presentación del manifiesto señalando que estas demandas podrían trasladarse fácilmente a los trabajadores de otros sectores, puesto que los sindicatos de todo el espectro económico están luchando por conseguir buenos empleos, formación y oportunidades de redistribución: “La transición justa tiene que ver con el empleo, pero también con la mejora de las condiciones materiales de los trabajadores”. Además, hay que evitar que las empresas desarrollen sus propias definiciones de transición justa y volver a las directrices de la OIT, que contemplan el papel de los sindicatos. En última instancia, se corre el riesgo de dejar atrás a los trabajadores y dividir a las sociedades. Por eso es necesario que las políticas climáticas y sociales respondan a las preocupaciones fundamentales de los trabajadores y las trabajadoras, dando prioridad a las normas del trabajo y al empleo: “Cuando quiere, el Estado puede ser muy grande, y quizás estemos llegando al final de las soluciones basadas únicamente en el mercado”.