Presentada por el presidente del evento como "un importante socio del Acelerador", la Confederación Sindical Internacional (CSI) fue invitada a exponer sus consideraciones sobre la mejor manera de hacer realidad esta iniciativa lanzada por el secretario general de la ONU.
La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, sentada en el mismo panel que los representantes de los gobiernos de varios países, del Banco Mundial y de la Organización Internacional de Empleadores, transmitió un franco mensaje de esperanza y subrayó la firme determinación del movimiento obrero mundial de garantizar el éxito de la aplicación del Acelerador.
Burrow celebró el protagonismo asumido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en este proceso, en un momento en el que el mercado laboral mundial está roto y que más del 60% de la mano de obra trabaja en la economía informal, sin derecho alguno.
"Necesitamos rotundamente este acelerador y estoy encantada de que se encuentre ahora en la ONU y de la colaboración de sus agencias, con la OIT a la cabeza", dijo.
El acelerador es fundamental para abordar las necesidades de un mundo en el que están convergiendo varias crisis —la pandemia, la inestabilidad climática y las crecientes desigualdades— y que está impulsado por un sistema económico que no beneficia a la gente trabajadora.
Los sindicatos llevan varios años reclamando un nuevo contrato social y reconocen sus demandas en los objetivos del Acelerador Mundial de creación de empleo, universalidad de la protección social universal y transiciones justas para todos.
En este contexto, Burrow subrayó la importancia de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 (pobreza), 8 (trabajo decente) y 10 (desigualdad), porque estos tres ODS son "el corazón del contrato social, el auténtico contrato social, el que estabiliza la vida de las personas, desarrolla la resiliencia y las transiciones justas".
Además, implican que las normas internacionales del trabajo y el diálogo social deben ser la base que sustente los planes nacionales de empleo, la protección social universal, la renovación de las competencias y de las comunidades. "Con esto, y con la solidaridad global, tenemos una oportunidad de luchar para reconstruir nuestro mundo", afirmó Burrow.
La reconstrucción de la economía resulta también esencial para la recuperación. Burrow destacó que hay millones de oportunidades de empleo a la espera de ser creadas en varios sectores, como el asistencial, el educativo, las infraestructuras y las energías renovables.
"Por cada diez puestos de trabajo creados en energías renovables, se crean entre cinco y diez empleos en la industria manufacturera, y entre 30 y 35 puestos de trabajos en el conjunto de la economía", destacó Burrow.
También destacó el potencial de creación de empleo de la transición climática, ya que "todos los sectores tienen que atravesar la transición, incluidas nuestras industrias pesadas".
Compromisos de los trabajadores con el Acelerador Mundial
La secretaria general concluyó su discurso exponiendo varios compromisos en nombre del movimiento sindical mundial:
- Garantizar una visión integrada de las estrategias de empleo y protección social.
- Lograr la centralidad de los derechos laborales y el trabajo decente.
- Promover la coherencia de las políticas en todas las agencias de la ONU.
- Trabajar con todos los socios a nivel nacional, a través del diálogo social.
- Abordar seriamente la financiación solidaria, en concreto, el apoyo al alivio y la eliminación de la deuda, el aumento de la AOD para la protección social, el apoyo al Fondo Mundial para la Protección Social y la defensa de la contribución de los fondos de pensiones.
- Apoyar la Alianza Global por los cuidados
"¡Hagámoslo realidad! Si este acelerador nos ofrece una base sólida para un nuevo contrato social que dé esperanza a la gente, nos llevará a la cumbre de Nuestra Agenda Común con este contrato como base, y se materializarán realmente esos ODS. Generará esperanza, estabilidad y transiciones justas", concluyó Burrow.