Cuando el Parlamento indio aprobó las leyes de la reforma agraria en septiembre de 2020 y adoptó los Cuatro Códigos del Trabajo en dos fases, en 2019 y 2020, para reemplazar la legislación vigente, los sindicatos y las organizaciones de agricultores sonaron inmediatamente la alarma. Denunciaron que los nuevos códigos diluían y comprometían los derechos y protecciones que la normativa anterior garantizaba a los trabajadores y a los pequeños agricultores.
"La reforma constituye un ataque frontal a la estabilidad laboral, las prestaciones sociales y a la capacidad de los trabajadores para organizarse y negociar colectivamente", explica Chandra Sekhar, secretario general de la sección estatal de Andhra Pradesh/Telangana de la confederación sindical Indian National Trade Union Congress (INTUC).
En Andhra Pradesh y Telangana, INTUC organiza a más de cinco millones de pequeños agricultores, en su mayoría mujeres. Una de las principales prioridades de la organización es informarles sobre los riesgos que entraña la nueva ley agraria. La reforma despoja a los pequeños propietarios de tierras y a los agricultores a pequeña escala de los derechos que la ley anterior les garantizaba, dejándolos en desventaja frente a las empresas agroindustriales y a los grandes terratenientes.
La ausencia de diálogo social o de consultas bilaterales con los interlocutores sociales durante la gestación de estas reformas ha intensificado el descontento y la oposición de los sindicatos. Resulta evidente que el Gobierno está excluyendo a propósito las voces de los trabajadores de los procesos decisorios, favoreciendo los intereses de los empleadores y las corporaciones en detrimento del bienestar y los derechos de los trabajadores y del conjunto de la ciudadanía.
Retroceso de los ODS
Si se implementan, las reformas tendrán un impacto significativo y adverso en el compromiso de la India los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Empujarán a los trabajadores y pequeños propietarios hacia una mayor vulnerabilidad al perder sus derechos (ODS8), caer en la pobreza (ODS1) y enfrentarse a una creciente desigualdad (ODS10). Las mujeres, especialmente en el sector agrícola, estarán extremadamente expuestas a las repercusiones negativas de estas reformas (ODS5). Además, existe el riesgo de que la agroindustria y los grandes terratenientes se apoderen de las pequeñas extensiones agrarias, lo que aumentaría la presión sobre el medio ambiente (ODS13), afectaría la habitabilidad de los pueblos y barrios en los que residen los trabajadores y los pequeños propietarios de tierras (ODS11), en particular su acceso a agua potable y saneamiento (ODS6) y energía (ODS7).
"Cuando se evalúan a fondo, se puede observar que estas reformas están afectando negativamente el progreso de la India hacia la consecución de los ODS de la Agenda 2030", explica Sekhar.
Elecciones parlamentarias 2024
La feroz oposición a la implementación de estas reformas ha impedido que el Gobierno las incorpore a la legislación hasta ahora. El resultado de las próximas elecciones parlamentarias en mayo de 2024 será crucial, ya que los representantes electos elegirán posteriormente al próximo presidente de India.
"Si Modi vuelve a ganar, su Gobierno se sentirá lo suficientemente fuerte como para impulsar la incorporación de la reforma al orden jurídico y seguir socavando cualquier avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la India", advierte Sekhar.
En el sitio web de la CSI y en su Índice Global de los Derechos encontrará más información acerca de las iniciativas de los sindicatos para respaldar los derechos de los trabajadores en la India y su representación en el marco de la Agenda 2030. Asimismo, la revista digital Equal Times ofrece una amplia colección de artículos que exploran la dinámica en constante evolución de los derechos laborales en la India y en el resto del mundo.