El objetivo de la reunión era continuar avanzando en el establecimiento de los indicadores de los ODS para empezar a crear puntos de referencia para el marco de supervisión mundial en 2017. El orden del día se organizó en torno a tres categorías amplias centradas en:
- los indicadores del nivel III, o los indicadores que todavía necesitan un trabajo significativo para su finalización;
- el ‘perfeccionamiento’ de indicadores ya convenidos para hacerlos más sólidos desde un punto de vista técnico; y,
- cuestiones más transversales como el desglose de datos y la presentación de informes en el plano nacional o internacional.
Cabe señalar que la reunión duró cuatro días, pero que solo estuvo abierta dos días a participantes que no son miembros del GIE, compuesto por los Estados Miembros de las Naciones Unidas, los organismos especializados de las Naciones Unidas, las instituciones multilaterales y los actores no ejecutivos. Los grupos de la sociedad expresaron su descontento con este enfoque e insistieron en que la reunión debería ser abierta. Es interesante que no es únicamente una cuestión de transparencia, sino de eficacia de los métodos de trabajo, puesto que muchas veces las oficinas nacionales de estadística dependen de los conocimientos técnicos de los organismos especializados de las Naciones Unidas para tomar decisiones.
Durante la reunión hubo bastante incertidumbre con respecto a la relación de los indicadores con la Asamblea General de las Naciones Unidas, la cual tendría que aprobar el paquete en última instancia. La reunión en sí no consiguió arrojar una gran claridad sobre la cuestión, ya que muchos de los indicadores son un trabajo en curso y no existen directrices claras que rijan el trabajo del GIE, por lo que la ‘toma de decisiones’ sigue siendo muy puntual y flexible. Por ejemplo, antes de la reunión aparecía que no había motivos para añadir nuevos indicadores o alterar drásticamente los existentes. Sin embargo, durante la reunión parecía que probablemente se harían ambas cosas.
Para el movimiento sindical fueron particularmente interesantes las modificaciones significativas a una serie de metas, las cuales se pueden consultar aquí. En concreto, los cambios a la meta 8b (Para 2020, desarrollar y poner en marcha una estrategia mundial para el empleo de los jóvenes y aplicar el Pacto Mundial para el Empleo de la Organización Internacional del Trabajo), son los siguientes:
Indicador original: “Gasto público total en programas de protección social y empleo como proporción de los presupuestos y el PIB nacionales”
Perfeccionamiento propuesto (antes de la reunión): “Gasto público total en programas de protección social y empleo como proporción de los presupuestos y el PIB nacionales”
Revisión propuesta durante la reunión: “Existencia de una estrategia nacional desarrollada y operativa para el empleo juvenil como una estrategia diferenciada o como parte de una estrategia de empleo nacional”
También hay listas de metas para las que es probable que se propongan indicadores adicionales que se pueden encontrar aquí. Es particularmente importante la inclusión en esta lista de la meta 8.5 (Para 2030, lograr el empleo pleno y productivo y garantizar un trabajo decente para todos los hombres y mujeres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor) y 8.7 (Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas).
En general, es positivo que los indicadores todavía se puedan mejorar. Sin embargo, se corre el riesgo de diluirlos. Además, la necesidad de finalizar los indicadores y empezar el proceso de supervisión de los ODS y las metas es cada vez más apremiante.
La próxima reunión del GIE se celebrará en marzo de 2017 antes de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas. Cabe señalar que el GIE continuará trabajando durante el año que viene y probablemente más tiempo, convirtiéndose quizá en algo más permanente.
Toda la información oficial de la reunión, como el orden del día, los documentos de referencia y las presentaciones, se pueden encontrar aquí.
La delegación sindical hizo una declaración centrada en los indicadores del FMI/BM para las metas 10.5 (Mejorar la reglamentación y vigilancia de las instituciones y los mercados financieros mundiales y fortalecer la aplicación de esa reglamentación) y 17.13 (Aumentar la estabilidad macroeconómica mundial, incluso mediante la coordinación y coherencia normativas), la cual está disponible aquí.
Los sindicatos también contribuyeron a otra declaración realizada por APWLD, que está disponible aquí.
Puede encontrar información adicional sobre los sistemas de niveles aquí y aquí.
El plan de trabajo relativo al perfeccionamiento y las revisiones se puede consultar aquí.
Por último, el plan de trabajo del GIE se puede consultar aquí.