En abril, el régimen llevó a cabo incursiones deteniendo y encarcelando a docenas de líderes y activistas sindicales, incluido el presidente del BKDP, Aliaksandr Yarashuk. En julio, se propuso acabar con el movimiento sindical independiente en el país, por medio de un simulacro de proceso judicial y una implacable campaña de persecución.
Desde entonces, el Gobierno de Belarús ha continuado, emprendiendo una serie de juicios contra sindicalistas, muchos de los cuales han recibido ya largas sentencias de prisión, mientras otros siguen mantenidos en detención desde hace varios meses, impidiéndoles contactar a sus compañeros sindicalistas.
El juicio contra Aliaksandr Yarashuk, Siarhei Antusevich e Iryna But-Husaim –respectivamente presidente, vicepresidente y responsable de prensa del BKDP– está previsto para el 20 de diciembre en Minsk. Los tres están acusados en base a dos artículos penales: por participación activa en acciones que vulneran gravemente el orden público, y por incitación a medidas restrictivas y otras acciones que atentan contra la seguridad nacional.
Resolución del Congreso
El Congreso de la CSI condenó la represión perpetrada por el régimen Lukashenko contra la población y el movimiento sindical libre y democrático en Belarús, y se comprometió a hacer campaña reclamando la liberación de todos los sindicalistas y defensores de la democracia detenidos en Belarús. A principios de noviembre, en una sesión especial, el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) deploró los arrestos y encarcelamientos, así como el reiterado incumplimiento de las normas de la OIT por parte de Belarús, e invocó la posibilidad de adoptar medidas más coercitivas en el marco del mandato de la OIT para garantizar el respeto de la libertad sindical en el país.
El secretario general de la CSI, Luca Visentini, declaró: “El mundo no puede permanecer impasible mientras prosigue esta represión sistemática. La CSI y sus miembros en todo el mundo se solidarizan con Aliaksandr Yarashuk y con todos los sindicalistas miembros del BKDP. Todos los Gobiernos y las organizaciones internacionales tienen la responsabilidad de utilizar su influencia para reclamar la liberación de los activistas encarcelados.
“Tenemos serias preocupaciones respecto a su bienestar y reclamamos también información sobre esos simulacros de juicios, algunos de los cuales se celebraron en completo secreto.
“Pedimos asimismo a la comunidad internacional, los Gobiernos individuales y defensores de los derechos humanos que se aseguren de poder enviar observadores internacionales a los juicios de Aliaksandr Yarashuk, Siarhei Antusevich e Iryna But-Husaim, que tendrán lugar en Minsk el 20 de diciembre.
“No podemos confiar en que este régimen respete los derechos humanos. Hay que hacer todo lo posible para presionar a Lukashenko exigiéndole el cumplimiento de la legalidad internacional, la liberación de los sindicalistas detenidos y el respeto del movimiento sindical independiente.
“El régimen debe comprender que no pueden impedir que la población de Belarús reclame sus derechos básicos Manifestamos nuestra solidaridad con los activistas encarcelados, con el movimiento sindical independiente y el pueblo de Belarús, que atraviesa de momento este oscuro momento de su historia, con la convicción de que vencerán”.