Este mes se celebrarán las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial, las reuniones del G20 de los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales y el Foro sobre Financiación para el Desarrollo de las Naciones Unidas. El informe de la CSI titulado Sovereign Debt, the Sustainable Development Goals and Trade Union Responses (Deuda soberana, Objetivos de Desarrollo Sostenible y respuestas sindicales) ofrece a estos líderes financieros soluciones audaces para abordar la crisis mundial de la deuda, ignorada desde hace mucho tiempo.
En la presentación de la campaña Por la Democracia, la CSI señaló que “más de 70 países están al borde del colapso bajo el peso de una crisis de la deuda que se presagiaba, pero ha sido ignorada, desde hace años”. Casi 2.000 personas han firmado una petición en la que se insta al Banco Mundial a “cambiar de rumbo y respaldar las reivindicaciones de los trabajadores relativas a un nuevo contrato social”.
El Secretario General de la CSI, Luc Triangle, añadió: “En un contexto en el que cientos de millones de trabajadores viven en países que ya atraviesan una situación de endeudamiento grave o están cerca de hacerlo, los recortes presupuestarios afectan al empleo, los servicios públicos y la protección social, mientras que la demanda y las inversiones esenciales se paralizan. Esto amenaza con hundir a los países afectados en una ‘década perdida’ en un momento en el que la resiliencia se encuentra en niveles muy bajos”.
“El movimiento sindical pide que se lleven a cabo inmediatamente reformas con miras a hacer frente a esta crisis que pone en peligro el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, socava la legitimidad del sistema mundial de financiación para el desarrollo y desestabiliza la democracia en estos países. No podemos permitirnos mantenernos al margen. Exigimos soluciones integrales, democráticas y sostenibles. Nuestro mensaje es simple: en democracias reales, el desarrollo debe llegar a los trabajadores”.
El informe de la CSI va acompañado de cinco estudios nacionales de Argentina, Mongolia, Senegal, Túnez y Zambia en los que se presentan los efectos específicos de la crisis de la deuda soberana en los trabajadores y se explica cómo los sindicatos pueden contribuir a hallar soluciones sostenibles.
La finalidad de estos estudios es servir de base para los debates que se celebrarán en los próximos foros financieros mundiales, así como para las iniciativas en curso para reformar el sistema financiero internacional.