Zoellick y Strauss-Kahn responden a las peticiones de los sindicatos en relación a la creciente crisis mundial del empleo

Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial, y Dominique Strauss-Kahn, Director General del FMI se han comprometido a reforzar los programas sociales para los trabajadores afectados por la crisis económica y a ampliar las medidas sobre las normas fundamentales del trabajo.

Washington, 18 de enero de 2009: Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial, y Dominique Strauss-Kahn, Director General del FMI se han comprometido a reforzar los programas sociales para los trabajadores afectados por la crisis económica y a ampliar las medidas sobre las normas fundamentales del trabajo. Los compromisos fueron adoptados al concluir dos días de reuniones organizadas con una delegación sindical internacional compuesta de 85 miembros, dirigida por el Presidente y Secretario General de la CSI, los secretarios generales de las Federaciones Sindicales Internacionales y la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE, y líderes de organizaciones sindicales nacionales procedentes de África, Europa y las Américas.

El Director General del FMI, Strauss-Kahn, junto con altos cargos del Fondo comunicaron a la delegación que el FMI no había previsto la amplitud de la actual crisis ni tampoco el impacto que está teniendo sobre los trabajadores y trabajadoras, y que aprecia la experiencia y pericia del movimiento laboral – que llevaba años advirtiendo de los peligros que determinados instrumentos financieros extravagantes y no regulados planteaban para la economía global. El Secretario General de la CSI, Guy Ryder, recordó a las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) que los sindicatos han de ser integrados como asociados plenos en el proceso que se está desarrollando actualmente para establecer un nuevo marco regulador para el sistema financiero mundial: “Los sindicatos quieren asegurarse de que el sector financiero esté al servicio de la economía real, y no al revés. Los sindicatos no se satisfarán con ningún otro nuevo marco regulador que no cumpla ese objetivo.”

Por su parte, Zoellick, Presidente del Banco Mundial, declaró que el Banco no comparte la opinión de aquellos que consideran la desregualación del mercado laboral como parte de la solución a la crisis. Funcionarios del FMI dijeron estar alentando a países a los que proporcionan ayuda económica de emergencia a que den prioridad a la preservación de redes de protección social, pero los miembros de la delegación sindical respondieron, poniendo como ejemplos sus propios países, que algunas de las condiciones o “medidas previas” requeridas por los préstamos del FMI tienen graves impactos negativos para la gente trabajadora.

Ryder instó al FMI a que se asegure de que todos los países adopten políticas para contrarrestar la recesión: “Hemos elogiado al FMI por su llamamiento, a lo largo del año pasado, solicitando un estímulo fiscal coordinado para contrarrestar la crisis económica mundial, pero hemos señalado que al incitar a la mayoría de los países en desarrollo a practicar la “disciplina fiscal”, el Fondo los está disuadiendo de participar en el esfuerzo del estímulo fiscal. Los sindicatos también opinan que el FMI debería estar haciendo mucho más por apelar a aquellos países (incluidos varios miembros ricos del G20) que no están asumiendo su parte en el apoyo de la recuperación económica mundial, a que lo hagan.”

Funcionarios del FMI estuvieron de acuerdo con la delegación sindical en que la crisis puede incrementar las presiones que socavan los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y Zoellick prometió tomar más medidas para asegurarse de que los proyectos y actividades financiados por el Banco cumplan enteramente con las Normas Fundamentales del Trabajo, confirmando así la perspectiva del Banco: que dichas normas constituyen una base que debe ser respetada en todos los países y bajo todas las circunstancias. Los funcionarios del Banco Mundial anunciaron su intención de incluir las normas fundamentales del trabajo dentro de las Normas generales de Adquisiciones del Banco, y Ryder ofreció trabajar con el Banco para su implementación: “Los sindicatos han cooperado de manera satisfactoria con la Cooperación Financiera Internacional [CFI – el brazo prestamista del sector privado del Banco Mundial] con el objetivo de lograr el requisito del pleno acatamiento de las normas fundamentales del trabajo que la CFI adoptó en 2006, y esperamos que las demás divisiones del Banco Mundial tomen medidas similares en materia de formación de personal, supervisión de proyectos y establecimiento de un mecanismo de quejas.”

Sin embargo, Ryder también advirtió al Banco Mundial de que no está siendo coherente a nivel interno en su apoyo a los derechos fundamentales de los trabajadores mientras su publicación de mayor tirada, Doing Business, siga promoviendo la idea de que los países con el menor nivel de regulaciones laborales son los mejores a la hora de emplear a trabajadores. “El propio Grupo de Evaluación Independiente del Banco no encontró relación alguna entre el denominado indicador de ‘contratación de trabajadores’ del Doing Business, que adjudica las puntuaciones más altas a países que cuentan con el nivel de regulaciones laborales y niveles de empleo más bajos. Además, Doing Business recompensa a conocidos violadores de los derechos de los trabajadores.” Señaló que la edición de 2009 de Doing Business situaba en primer y cuarto lugar por ‘contratación de trabajadores’, entre los 25 países de Europa del Este y Asia Central, a Georgia y Belarús, países en que, de acuerdo con la OIT, sus gobiernos han cometido graves violaciones de los Convenios de la normas fundamentales del trabajo. “Ningún pequeño cambio podrá corregir estos indicadores erróneos”, dijo Ryder, añadiendo: “Doing Business tiene que dejar de entrometerse en el campo de las normas laborales”.

La delegación sindical internacional también presentó su programa de “empleos verdes” e instó al Banco Mundial a que apoye su estrategia para lograr la combinación de retos que presenta el cambio climático y la recesión mundial, mediante proyectos de empleo intensivo de reducción de las emisiones. Funcionarios del Banco expresaron su interés en el enfoque de las Federaciones Sindicales y sugirieron llevar a cabo más consultas a nivel de país e internacionalmente.


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