La ZCTU ha dado cuenta de una escalada de la violencia, además de la utilización de munición real, saldándose con la muerte de al menos dos manifestantes. La CSI ha recibido numerosos informes de manifestantes que sufrieron heridas de bala cuando participaban en las continuas protestas en todo el país. La violencia gubernamental representa el último de una serie de ataques contra los derechos de los trabajadores.
“La represión por parte del Gobierno de Zimbabwe contra su propio pueblo resulta escandalosa. Todas las esperanzas depositadas tras la caída del régimen de Mugabe han dado paso a la desesperación, rabia y ansiedad, cuando las familias trabajadoras terminaron pagando por el fracaso de las políticas económicas del presidente Mnangagwa. Los salarios no aumentan al ritmo que la inflación, lo que está hundiendo a las familias en la pobreza. El Gobierno debe poner término de inmediato a la violenta represión de las manifestaciones y sentarse a negociar con los sindicatos para lograr una solución pacífica”, indicó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.
En una carta dirigida al Gobierno, con fecha 11 de enero de 2019, la ZCTU manifestaba su profunda preocupación ante la escalada de los precios de bienes y servicios. La carta detallaba una serie de medidas específicas para remediar la situación, advirtiendo sobre la perspectiva de una huelga general en caso de inacción. Al día siguiente, el Gobierno anunció un incremento del 150% en el precio de los combustibles.
“Nos escandaliza que el Gobierno venga a añadir una carga más al ciudadano común, a los hombres y mujeres de este país, ya bastante empobrecidos”, explicó Peter Mutasa, Presidente de la ZCTU. “Con los incrementos de los precios del combustible y los productos básicos, ahora con nuestro trabajo apenas podemos pagar el transporte”, explicó. Recientes medidas del Gobierno no hacen sino incrementar la inseguridad alimentaria y han hecho que los costos de transporte resulten prohibitivos.
El llamamiento a la acción lanzado por los sindicatos, que se iniciara el lunes, cuenta con el apoyo de una amplia alianza de organizaciones de la sociedad civil, y refleja el descontento generalizado con las políticas gubernamentales que están hundiendo a los trabajadores y a sus familias en la miseria.
La CSI insta a que se ponga fin de inmediato a la violencia y manifiesta su total solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de Zimbabwe y sus reivindicaciones pidiendo:
• acabar con la crisis y las dificultades económicas;
• revertir el incremento de los precios del combustible;
• que se paguen los salarios en USD, de manera que los trabajadores/as no carguen con las consecuencias de la debilidad de la divisa de Zimbabwe.