Trabajo doméstico: dignificar el empleo, dar dignidad a las personas

Mujeres muy jóvenes, migrantes de las zonas rurales, con bajo nivel cultural y autoestima mínima, en ocasiones con cargas familiares y desconocedoras de sus derechos laborales. Inconscientes incluso de su condición de tales, miles de trabajadoras del hogar bolivianas se convierten en presa fácil para empleadores sin escrúpulos y son sometidas a un régimen de semiesclavitud, sin horarios, salario y apenas descanso.

Para acabar con esta situación, la Federación de Trabajadores del Hogar de Bolivia (FENATRAHOB), la Fundación La Paz e ISCOD-Bolivia han puesto en marcha un proyecto, que fue seleccionado por los trabajadores y trabajadoras de la Sección Sindical Estatal de UGT para ser subvencionado a través del fondo solidario creado con las cantidades que les fueron retenidas con motivo de la Huelga General del 29 de septiembre de 2010.

El proyecto se denomina “Derechos Laborales y sindicales de las adolescentes trabajadoras del hogar en Bolivia”, se desarrolla en La Paz, Cochabamba y El Alto y beneficia a 250 mujeres, que reciben formación básica, laboral y capacitación profesional para su cualificación. Pero lo que es más importante aún: son acompañadas en un proceso de transformación que las convierte en mujeres libres, sujetos de derechos.

El acto de presentación tuvo lugar el día 29 de mayo en Madrid, con la participación de Frank Taquichiri, asesor legal de la Federación de Trabajadoras del Hogar de Bolivia (FETRAHOB); Maite Muñoz, Secretaria General de la Sección Sindical Estatal de los Trabajadores y Trabajadoras de UGT; y José Manzanares, director de ISCOD.
Frank Taquichiri presentó las principales líneas del proyecto y sus objetivos, así como las características del colectivo y del entorno geográfico en el que estas mujeres desarrollan su actividad. En este sentido, Taquichiri quiso remarcar la gran complejidad que ha tenido lograr la participación de las mujeres en las actividades, ya que en muchas ocasiones no son conscientes de ser trabajadoras, por lo que no se sienten sujetos de derechos. Muchas de ellas son “reclutadas” por sus empleadores en zonas rurales pobres, en familias con grandes necesidades, siendo aún niñas, con el pretexto de una vida mejor; a partir de ese momento se establece una relación de dependencia personal y económica absoluta con respecto a los patrones, que se convierten en su única “familia” (sus “tíos”) y controlan toda su vida.

El proyecto, por tanto, parte de la concienciación de las beneficiarias y, más allá de su capacitación, tanto profesional, como básica (en numerosas ocasiones no saben leer ni escribir), busca despertar su autoestima y empoderarlas, hacerlas capaces de tomar sus propias decisiones. Como expresó Maite Muñoz, Secretaria General de la Sección Sindical Estatal de UGT, la formación es básica para que la persona sea libre, más aún en el caso de la mujer, porque la hace libre en el trabajo, de forma individual, en la familia, en la pareja…

Muñoz destacó también el valor y el esfuerzo que les supone participar en esa formación. “Para los que estamos aquí formarnos es fácil; vas a la escuela hasta los 18 años y no tienes nada más que hacer”. Para ellas, sin embargo, la formación es renunciar al escaso tiempo libre del que disponen (apenas la tarde del sábado y el domingo, cuando tienen lugar los cursos) y, además, igual tener que cuidar a sus hijos, a sus maridos… Por ello, concluyó, “creo que es un buen destino para este dinero”.

En el mismo sentido se expresó la responsable de Programas de ISCOD, que resumió en una idea la filosofía del proyecto: “ser empleada de hogar se tiene que reivindicar como un empleo digno, tan digno como cualquier otro y que, por tanto, debe estar revestido de sus derechos y de sus obligaciones por parte del empresario”.
Partiendo de la situación descrita, destacó la integridad de la intervención: “lo que está trabajando el equipo técnico del proyecto –formado por un abogado, una psicóloga y una trabajadora social- es el componente de la autoestima y de la asertividad, de manera que las chicas sean capaces de reivindicar sus derechos en el hogar frente a sus empleadores”. A continuación, se le ofrecen herramientas formativas para mejorar y especializarse (con certificados reconocidos por los ministerios de Educación y Trabajo) y, por último, se procura su integración laboral en condiciones de trabajo decente.

La búsqueda de vías de inserción profesional es la siguiente fase que se está trabajando, en la que se basará la continuidad del actual proyecto

ISCOD, Junio 2012

Campaña : Trabajadores y trabajadoras del hogar - 12 para 12