La CSI, con el apoyo de sus afiliadas en Corea y EE.UU., ha advertido que el nuevo tratado de libre comercio “KORUS” entre ambos países costará cientos de miles de puestos de trabajo. El tratado fue aprobado precipitadamente en el parlamento coreano, en una sesión convocada apresuradamente para pillar desprevenidos a los partidos de la oposición y minimizar la posibilidad de una reacción en contra por parte de la opinión pública.