"El G20 coordinó la acción para estabilizar el sistema financiero mundial en 2008, pero no se hizo lo mismo a través de la economía real. Se están perdiendo más y mejores empleos, y el mundo está de nuevo al borde de una grave recesión que está causando dificultades aún mayores al ciudadano común y corriente. Se necesita con toda urgencia la cooperación del G20 para hacer frente a un desempleo que se encuentra por las nubes y para regular los bancos y las finanzas con eficacia", afirmó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.
El movimiento sindical internacional insiste en que la Cumbre de Cannes entable una profunda reforma económica global y adopte políticas de crecimiento en lugar de pedir recortes. Una demanda clave es la introducción de una Tasa sobre las Transacciones Financieras para ayudar a financiar la economía real y reducir la especulación financiera perjudicial.
"Las grandes empresas y las grandes finanzas están tratando de reforzar aún más su control y están reactivando su campaña en favor de salarios más bajos y menos protección para los trabajadores y las trabajadoras, al tiempo que piden todavía menos impuestos para las empresas. Se está generando un nuevo impulso para sofocar el dominio que ejercen sobre la política económica, y la cólera de la opinión pública hacia el inmenso poder y privilegios de que gozan será día a día más fuerte si el G20 no actúa", señaló Sharan Burrow.