Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló que el G20 debe dar prioridad absoluta en su agenda a la creación de empleo y centrarse en el empleo y la protección social hasta que la crisis del empleo no esté bajo control.
"El mundo está al borde de la segunda crisis financiera y los Ministros de Finanzas del G20 y sus líderes sólo pueden culparse a sí mismos.
"Se requiere un enfoque coordinado como el que no se ha visto desde la respuesta que dieron para rescatar a los bancos en 2008 a fin de conseguir que millones de personas se reincorporen a la vida laboral”, indicó Sharan Burrow.
La advertencia se produjo al tiempo que la reunión de los Ministros de Finanzas del G20 en el marco de las reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI en Washington DC presentaba una declaración sorpresa en la que no alcanzaban a aceptar responsabilidades por la crisis actual.
El FMI fue la primera institución financiera mundial en admitir que "en gran parte no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo" en su informe Perspectivas de la Economía Mundial publicado por el Economista en Jefe la víspera de las reuniones generales anuales.
"Los Ministros de Finanzas del G20 se embarcaron en un plan de recortes fiscales, pero no tuvieron en cuenta la desaceleración del crecimiento.
"Han dejado una estela de promesas incumplidas y un desempleo que afecta desde a Chile hasta a China.
"Los Líderes del G20 incumplieron sus promesas de garantizar que los mercados financieros no volvieran de nuevo a dictar la política. Estuvieron de acuerdo en que eran necesario salarios altos para aumentar la demanda e impulsar la economía mundial, y sin embargo no han puesto en marcha ninguna medida para abordar la desigualdad de ingresos", señaló Sharan Burrow.
La CSI hace un llamamiento a los Ministros de Finanzas del G20 para:
posponer los recortes de gastos;
reafirmar los derechos del trabajo;
mejorar la protección social, lo que además de moralmente necesario también aumentará el gasto;
invertir en servicios públicos de calidad;
volver al programa de reforma financiera y la regulación;
establecer una tasa sobre las transacciones financieras para poner un alto a la especulación financiera y aumentar los ingresos.
