También se han rechazado previas solicitudes para celebrar reuniones este año, en base a que el sindicato no apoya la política gubernamental – la cual ha consistido en eliminar por decreto los derechos sindicales en el país.

“Los sindicatos se ven obligados a conseguir un permiso previo por parte del Gobierno para poder llevar a cabo una reunión, lo que constituye una afrenta al derecho humano fundamental de libertad de asociación”, explicó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. “El Gobierno tiene que terminar de inmediato con la criminalización de la actividad sindical legítima.”

Lo más sorprendente ha sido que la última ofensiva por parte del régimen se produjera tan sólo horas después de la reunión mantenida por el FTUC con una delegación de alto nivel de la Organización Internacional del Trabajo que se encontraba en Fiji para investigar las violaciones a los derechos humanos y de los trabajadores cometidas por el Gobierno del país. “La redada llevada a cabo por la policía durante la reunión, inmediatamente después de la visita de la OIT, lanza un claro mensaje, sin duda deliberado, de que el Gobierno de Fiji no respeta ni el Derecho Internacional ni la opinión de la comunidad internacional”, expresó Sharan Burrow.

"La CSI, junto con sus sindicatos afiliados, ha estado supervisando detenidamente la situación y está coordinando una campaña mundial para presionar al Gobierno a que rescinda los recientes decretos ejecutivos que anulan una serie de derechos humanos y sindicales fundamentales y que impiden su ejercicio en la práctica. Cada medida que toma el Gobierno hace que el movimiento sindical mundial consolide aún más su determinación de proseguir con su campaña hasta que estos derechos, y efectivamente la democracia, hayan sido completamente restablecidos."