Debido a la falta total de medidas de seguridad en el sistema ferroviario, como el mantenimiento de una flota de trenes mecánicamente defectuosos y la práctica de hacer trabajar a los operarios de trenes durante semanas con poco o ningún descanso, hubo dos descarrilamientos de trenes y un accidente mortal (que mató a siete personas e hirió a muchas otras) en octubre de 2009, con unos pocos días de diferencia entre ellos. La dirección se negó a trabajar con el sindicato para resolver estos problemas, lo que no dejó a los trabajadores otra opción que iniciar una acción colectiva el 16 de octubre para exigir mejores condiciones y más seguras para los trabajadores y el público. Como respuesta, la administración de los Ferrocarriles del Estado de Tailandia (SRT) demandó al sindicato por pérdida de ingresos y despidió a los dirigentes sindicales que iniciaron la acción, demostrando así no sólo la total indiferencia de la administración hacia la salud y la seguridad, sino también una profunda animosidad antisindical. Lamentablemente, los accidentes continúan en el sistema ferroviario debido a que la administración incumple sus obligaciones de mantener la seguridad del sistema.
"Los sindicalistas no deberían tener que pagar por las malas decisiones de la administración", afirmó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow. "Estamos profundamente preocupados por la decisión del tribunal y apoyamos plenamente el recurso del sindicato." La CSI insta a la SRT a no despedir a estos dirigentes sindicales antes del recurso de apelación, o durante éste.