“Las autoridades bahreiníes parecen dispuestas a destrozar el movimiento sindical del país, como parte central de una campaña de venganza contra las personas que participaron en las manifestaciones pacíficas y las huelgas en protesta por la matanza y mutilación de gente inocente por parte de las fuerzas de seguridad de Bahrein y con el apoyo de tropas extranjeras. La CSI, nuestros asociados de la Agrupación Global Unions y las afiliadas nacionales de todo el mundo intensificaremos nuestras acciones para convencer a los gobernantes del país de que pongan fin a la represión y entablen un diálogo genuino con la central sindical nacional GFBTU. La economía de Bahrein está patinando, y si el Gobierno persiste con su represión, será responsable de daños aún mayores a la economía del país y a su reputación internacional”, dijo la Secretaria General de la CSI Sharan Burrow.