Promover la democracia en la región árabe es también defender a los migrantes

De Libia (1) a Bahrein (2), los trabajadores y trabajadoras migrantes se encuentran como rehenes en medio del torbellino de las revueltas populares árabes. Con frecuencia explotados y privados de sus derechos elementales, ahora son directa o indirectamente víctimas de unas políticas represivas que responden a la oleada de esperanza de cambio que está barriendo toda la región. La CSI lanza un llamado de emergencia a la solidaridad internacional y a una respuesta a largo plazo basada en los derechos de los migrantes y la ayuda al desarrollo de los países de origen.

A falta de un empleo decente en sus países de origen, los trabajadores vinieron a esta región, en especial a las economías petroleras, con la esperanza de ganar un sueldo con el que permitir vivir mejor a sus familias. Después de haber sido la articulación obrera silenciosa y poco considerada de estas economías, hoy en día se encuentran directamente en el punto de mira, y sus vidas corren peligro. En Libia, huyendo de la violencia y económicamente estrangulados, cientos de miles avanzan por las rutas del exilio, abandonados a situaciones desesperadas.

“Llamamos a los Gobiernos directamente implicados, así como al conjunto de la comunidad internacional, a movilizarse con carácter de urgencia para responder a esta angustia humanitaria en el respeto de los derechos humanos fundamentales, tal y como lo garantiza la legalidad internacional”, expresó Sharan Burrow.

“Es inaceptable que los trabajadores migrantes estén considerados como simple mano de obra barata y explotable a voluntad, de la cual las economías de rentas petroleras pueden sacar un beneficio máximo sin tener en absoluto en cuenta sus derechos legítimos, el primero de los cuales es evidentemente el derecho a la vida y a la seguridad, actualmente en peligro a causa de unas políticas represivas que el movimiento sindical no cesa de denunciar. La lucha legítima para hacer avanzar la democracia y la justicia social en la región árabe incluye también el respeto y la defensa de los trabajadores migrantes. Es una prioridad fundamental para la CSI y, en este período histórico para la región, apoyamos plenamente a nuestras organizaciones afiliadas activas en la materia, siguiendo el ejemplo de la central bahreiní GFBTU, implicada desde hace mucho en la defensa de los trabajadores migrantes”, añade la Secretaria General de la CSI.

Para la CSI, la suerte reservada a los trabajadores migrantes en estos momentos de crisis vuelve a revelar un enfoque global de la migración basado en la negación del derecho a la dignidad y al trabajo decente. “Estas crisis nos demuestran una vez más hasta qué punto urge desarrollar políticas globales en materia de migración que estén basadas en los derechos de los migrantes, más que en las exclusivas consideraciones económicas y securitarias de los Estados concernientes”, continúa Sharan Burrow.

1. Leer el artículo “Libia: ante la emergencia humanitaria, prioridad a la solidaridad”

2. Leer el artículo “Bahrein: las autoridades instrumentalizan a los migrantes, haciendo que sus vidas peligren”