Se cree que las fuerzas de seguridad del régimen han dado muerte a docenas de protestantes desde que comenzaron los disturbios tras el arresto de varios niños que pintaban eslóganes anti-régimen en los muros de la ciudad de Dar’a. Decenas de personas han sido detenidas desde que empezaron las protestas, aunque el régimen ha dicho que los van a liberar ya.

A pesar de las promesas por parte del régimen de introducir reformas limitadas, los informes procedentes de Siria indican que las fuerzas de seguridad siguen utilizando balas de verdad contra los manifestantes a medida que las protestas se extienden por todo el país, incluido Damasco. Siguen aplicándose fuertes restricciones a los periodistas que intentan informar sobre la situación.

“Al igual que en otros países de la región, la gente está sublevándose en protesta por la represión de los derechos fundamentales y la falta de puestos de trabajo decente y perspectivas de futuro. Es hora de que las autoridades sirias respeten los derechos y libertades fundamentales de las personas, incluido el derecho a formar y unirse a sindicatos auténticos que representen sus intereses. El régimen de Assad debe detener inmediatamente su represión violenta, entablar un diálogo con sus oponentes y permitir el desarrollo de organizaciones legítimas de la sociedad civil”, dijo la Secretaria General de la CSI Sharan Burrow.

Una proporción considerable de la población de Siria vive por debajo del umbral de la pobreza, y el desempleo ronda el 30%. El país lleva en estado de excepción desde 1963, se ejercen además fuertes restricciones a los derechos civiles y políticos, y los sindicatos se encuentran bajo el control absoluto del régimen.