Democracia, derechos y libertades fundamentales peligran en EE.UU. con los ataques de Wisconsin y otros estados a los sindicatos

Trabajadores de todo el mundo no dan crédito al ver cómo los derechos de los docentes, los trabajadores de la sanidad y otros empleados del sector público son atacados en la “Tierra de los Libres”. El Gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y otros gobernadores del Partido Republicano, entre ellos los de Indiana y Ohio, han puesto un marcha un fuerte ataque a los derechos que tienen los trabajadores del sector público a la representación sindical y la negociación colectiva, con importantes recortes salariales y nuevos obstáculos a la libertad sindical. A lo largo de los últimos días han tenido lugar diversas manifestaciones en varios estados de EE.UU., a medida que crece la oposición a la arremetida antisindical coordinada, cuyo origen se encuentra en el movimiento ultraconservador del Tea Party.

“La violación de estos derechos democráticos fundamentales en otros países como China, Egipto, Guinea o México es justamente condenada por EE.UU., entonces ¿qué conclusiones va a sacar la gente ante semejante abuso de poder en los propios EE.UU.?”, dijo la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow. “Los derechos a organizarse y a negociar colectivamente por unos salarios y unas condiciones justas son la piedra angular de cualquier democracia, y eliminar estos derechos supone una amenaza a la democracia en sí.”
Además, la crisis económica y del empleo no se va a solucionar sustrayendo los ingresos de los trabajadores. Estas medidas van a destruir – no crear – puestos de trabajo, conforme los ingresos de los hogares disminuyan y la demanda económica disminuya todavía más. Esto es tan cierto en EE.UU. como en cualquier otra parte del mundo.

La amenaza del Gobernador Walker de movilizar a la Guardia Nacional de Wisconsin, que según ha dicho está “plenamente preparada para hacerse cargo de lo que pueda ocurrir”, ha provocado indignación. “Esta amenaza es sencillamente increíble, sobre todo si nos fijamos en los países que han movilizado hoy día sus fuerzas militares y de seguridad contra manifestantes pacíficos”, dijo Burrow.

“Docentes, enfermeras/os y otros empleados públicos proporcionan unos servicios vitales al público, y la ofensiva lanzada contra ellos es también una ofensiva contra la comunidad, contra los niños y niñas de las escuelas, los enfermos que reciben atención médica y contra las personas más vulnerables de la sociedad que dependen de los servicios públicos. Los EE.UU. se desarrollaron en base a los fundamentos de libertad y democracia, pero sin duda que con este tipo de programa extremista van a tener que dejar de decir que son la Tierra de los Libres”, expresó Burrow. “La oposición a estos ataques está aumentando en EE.UU., pero es una lucha por unas libertades fundamentales con implicaciones más allá de las fronteras del país. Todo el movimiento sindical internacional se une en solidaridad a estos trabajadores americanos cuyos derechos se están viendo tan duramente amenazados, y vamos a hacer todo lo que podamos por apoyarles.”