Las fuerzas de seguridad bloquearon el acceso a la plaza, impidiendo la evacuación de los muertos y heridos, y una clínica temporal también fue asaltada hiriendo al personal médico. Los informes que llegan a la CSI indican que continúa la escalada de violencia contra los manifestantes, así como los temores de que haya más muertos y heridos. Ha sido detenido un número indeterminado de manifestantes, mientras las protestas continúan.
Esta tarde se celebrará una reunión de emergencia de la CSI con su afiliada bahreiní, la General Federation of Bahraini Trade Unions, para evaluar la situación y decidir las medidas que se imponen.
"Estamos profundamente preocupados porque las autoridades han recurrido al uso de una fuerza mortífera contra protestas pacíficas y legítimas. El Gobierno debe poner un alto al acoso, la detención y la violencia contra los manifestantes, y abstenerse de cualquier acción contra los sindicalistas y otros representantes de la sociedad civil. Aquellos que se encuentran en el poder deben reconocer que la única solución aceptable a la crisis es abrir un serio diálogo con los sindicatos y los demás grupos para escuchar sus legítimas reclamaciones y resolver los problemas subyacentes que han dado lugar a un descontento tan generalizado y creciente. Ningún otro modo de proceder es aceptable. Somos totalmente solidarios con nuestros compañeros y compañeras sindicalistas de Bahrein, e intensificaremos la presión internacional para poner fin a esta brutal represión", declaró la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.