La Nobel de la Paz ha estado detenida durante 15 de los últimos 21 años, y debía haber sido liberada desde hace mucho tiempo. Originalmente, debía haber sido puesta en libertad el año pasado, pero su detención fue prolongada 18 meses debido a que un estadounidense llegó hasta su domicilio atravesando a nado el lago Inya.
La CSI considera que lo mejor para los intereses del pueblo birmano es una liberación sin condiciones, que le permitan recrear y dirigir la disuelta Liga Nacional para la Democracia (LND).
Una de sus primeras tareas debe ser la lucha por celebrar nuevas elecciones justas, donde su propio partido pueda participar plenamente.
“Aung San Suu Kyi es un icono para los combatientes de la democracia de todos los lugares del mundo, y estarían muy satisfechos con su liberación", declaró la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow. “Vamos a continuar apoyándola en su lucha por la democracia y el respeto de los derechos fundamentales en Birmania, tanto directamente como a través de nuestra afiliada de Birmania, la FTUB”, añadió.
La farsa de elecciones que tuvieron lugar el 7 de noviembre, ni su posible liberación pueden encubrir el hecho de que Birmania sigue siendo un país regido por una junta militar, sin democracia ni respeto de los derechos humanos fundamentales.
El uso generalizado del trabajo forzoso y otras atroces violaciones de los derechos humanos continúan, y la CSI apoya la demanda de una Comisión de Investigación de la ONU sobre los crímenes de lesa humanidad, así como una Comisión de Encuesta de la OIT sobre los abusos de los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras.
