Sindicatos mundiales condenan las continuas violaciones de los derechos laborales en Corea

Con ocasión de la reunión del G20 en Seúl, el movimiento sindical mundial está instando al Gobierno coreano a que cumpla con sus compromisos internacionales y respete los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Corea es uno de los peores países del mundo industrializado en cuanto a la represión que sufren sus trabajadores. Las leyes de Corea son utilizadas rutinariamente por el Gobierno y los empleadores para:
• encarcelar a sindicalistas por ejercer sus derechos;
• impedir que los trabajadores subcontratados se afilien a un sindicato o negocien colectivamente; e
• impedir a muchos trabajadores del sector público afiliarse a un sindicato o negociar colectivamente.

Cuando Corea se unió a la OCDE en 1996, el Gobierno se comprometió a ajustar la legislación laboral a las normas internacionalmente aceptadas. Tras un progreso inicial en varias cuestiones, dejaron de cumplir sus promesas cuando la OCDE, haciendo caso omiso de las objeciones de la Comisión Sindical Consultiva (TUAC), eliminó el control.

En el momento de las reuniones del G20 en Seúl, Corea ha seguido sin ratificar los convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva. El Gobierno ha rechazado repetidamente las ofertas de asistencia técnica por parte de la OIT para reformar su legislación y ajustarla a las normas internacionales.

La legislación coreana se aplica de tal manera que viola repetida y sistemáticamente los derechos de los trabajadores. El Gobierno coreano recurre constantemente a las sanciones penales, conforme al Artículo 314 del Código Penal, para arrestar y encarcelar a sindicalistas por el hecho de ejercer su derecho legítimo a llevar a cabo actividades sindicales. La legislación coreana niega a los trabajadores en situación de empleo precario o irregular el derecho a unirse a un sindicato y a negociar colectivamente. Los empleadores contratan a los trabajadores con contratos de empleo precario para impedirles precisamente formar y unirse a un sindicato. La mayoría de los trabajadores del sector público son víctimas de la discriminación antisindical y de medidas disciplinarias, y ven sus convenios colectivos cancelados unilateralmente por el Gobierno. A categorías enteras de trabajadores del Gobierno se les impide sindicalizarse conforme a una definición sumamente amplia de “servicios esenciales”.

En vísperas de las reuniones del G20, el Presidente coreano Lee Myung-bak ha recibido cientos de cartas de sindicatos de todo el mundo instándole a que cumpla con los compromisos internacionales de Corea y respete los derechos de los trabajadores. Hablando en nombre de los sindicatos mundiales, Ambet Yuson, Secretario General de la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), dijo: “Si Corea quiere ocupar el lugar que le corresponde al lado de países destacados en una plataforma mundial como es el G20, su Gobierno debe cumplir completamente con su obligación de asegurar la observancia de los derechos fundamentales del trabajo en Corea. Uno no puede esperar que le consideren líder mundial si no respeta los derechos de los trabajadores.”

Los sindicatos mundiales están solicitando al Gobierno coreano que cumpla con sus compromisos internacionales y que:
• enmiende la sección 314 del Código Penal para ajustarla conforme a los principios de la libertad sindical;
• liberar a todos los sindicalistas que permanecen encarcelados por haber ejercido actividades sindicales;
• eliminar todas las barreras legislativas que se aplican a los trabajadores precarios que ejercen sus derechos a la libertad sindical y la negociación colectiva, e impedir el abuso de la subcontratación como medio para privarles de sus derechos fundamentales;
• garantizar plenamente los derechos fundamentales del trabajo de los trabajadores/as del sector público, incluido el derecho a unirse a un sindicato y a la negociación colectiva, así como el derecho a la libertad de expresión;
• reconocer y registrar al KGEU y al KPU (Korean Professors Union);
• suprimir las barreras legales contra los trabajadores del sector público que ejercen sus derechos fundamentales, como la definición sumamente amplia de “servicios esenciales”; y
• poner fin a las amenazas para dar de baja al Korean Transport Workers Union (KTWU) y al Korean Construction Workers Union (KCWU) a menos que los sindicatos expulsen a los miembros que estén trabajando en condiciones de empleo ficticias.

Para más información consultar la nota informativa

Si desea hacer algún comentario, póngase en contacto con:
Ambet Yuson en +41 79 540 13 38
Jenny Holdcroft en +41 79 616 01 03