“Las propuestas actuales para introducir un nuevo impuesto sobre los bancos y nuevos límites en los préstamos bancarios en el reforzado Acuerdo de Basilea II, no están a la altura de las ambiciosas y resueltas medidas que hacen falta para generar los cambios necesarios y aplacar la creciente marea de disgusto público ocasionado por la presión especulativa en países como Grecia y Portugal”, dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI. “Necesitamos un enfoque verdaderamente práctico para la supervisión de la banca y para los excesivos salarios de los banqueros, así como para proteger a la banca comercial y minorista de la irresponsabilidad de la banca fantasma y la especulación.”
“Las preocupaciones con respecto a la tan preciadamente protegida soberanía nacional o la desestabilización de la lenta recuperación económica están fuera de lugar,” declaró el Secretario General de TUAC John Evans. “Al contrario: la regulación es clave para lograr una recuperación. Estas inquietudes pueden abordarse por medio de una cooperación internacional bien diseñada y coordinada, y los Ministros de Finanzas del G20 deberían dar instrucciones al Consejo de Estabilidad Financiera para la realización de modelos exhaustivos a fin de allanar el camino para la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras a nivel global o regional.”
“Los informes del Consejo de Estabilidad Financiera y sus miembros, publicados el año pasado, revelan hasta qué punto los Gobiernos y las autoridades supervisoras han perdido el control de las finanzas mundiales”, enfatizó el Secretario General de la UNI Philip Jennings. “Es indispensable que todos los derivados e inversiones alternativas, incluidos fondos de cobertura y capital privado, estén sujetos al cuidadoso examen de una regulación adecuada y de las autoridades públicas. Además, hace falta mejorar la representación de los trabajadores y trabajadoras en los sistemas de gestión de riesgos de la banca y los seguros.”
Véase la Declaración Sindical ante el Consejo de Estabilidad Financiera