G20: Pittsburg ha de ser una cumbre de empleos, ya que el creciente desempleo hace peligrar la recuperación

La reunión del G20 en Pittsburg la semana que viene debe abordar la creciente crisis mundial de empleos a fin de que se pueda lograr una recuperación de la economía real, opinan los sindicatos del mundo. Con estimaciones de que la crisis mundial habrá costado 59 millones de puestos de trabajo para finales de este año, y predicciones de que el desempleo a través de los países de la OCDE podría alcanzar el 10% en 2010 y aumentar en 2011

Bruselas, 16 de septiembre de 2009: La reunión del G20 en Pittsburg la semana que viene debe abordar la creciente crisis mundial de empleos a fin de que se pueda lograr una recuperación de la economía real, opinan los sindicatos del mundo. Con estimaciones de que la crisis mundial habrá costado 59 millones de puestos de trabajo para finales de este año, y predicciones de que el desempleo a través de los países de la OCDE podría alcanzar el 10% en 2010 y aumentar en 2011, la CSI, TUAC y las Federaciones Sindicales Internacionales advierten en su “Declaración de Pittsburg ” que las posibilidades de recuperación de la economía real están seriamente amenazadas. Una delegación formada por 50 altos líderes sindicales de todos los continentes mantendrá en la Cumbre de Pittsburg una serie de reuniones con Jefes de Gobierno e instituciones mundiales para defender una acción más fuerte y más coordinada.

“Los gobiernos tienen que hacer mucho más para detener el desplome de puestos de trabajo, puesto que decenas de millones de personas, sobre todo jóvenes y personas con trabajos precarios, se encuentran ante un futuro sin trabajo. El pleno impacto de la crisis lo están sintiendo ahora los más vulnerables, y se estima que otros 200 millones de personas van a caer en la pobreza absoluta a causa de ello. Hace falta una acción mundial coordinada para mantener y crear puestos de trabajo, y esto tiene que empezar con la Cumbre de Pittsburg. No tiene mucho sentido hablar de recuperación mientras la gente no haya vuelto a trabajar”, dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI.

Las pesimistas predicciones de hoy en las Perspectivas de empleo anual de la OCDE refuerzan las preocupaciones de los sindicatos. Además de los aproximadamente 15 millones de empleos que ya se han perdido en los países más ricos, la OCDE ha avisado de que lo peor está por llegar para los mercados laborales de varios países. La OCDE confirma también que los jóvenes, los poco cualificados, los inmigrantes, las minorías étnicas y aquellos con un trabajo temporal o atípico son los que están sufriendo las peores repercusiones.

“El G20 tiene que actuar en varios frentes con rapidez y determinación”, dijo John Evans, Secretario General de TUAC. “Los puestos de trabajo deben ser la primera prioridad, pero la medidas al respecto se verán socavadas si se carece de reformas en el sistema financiero, de acción para el desarrollo, en particular en los países más pobres, y de pasos concretos para crear empleos verdes y asegurar una transición justa hacia un futuro con bajas emisiones de carbono”, añadió.

La Declaración de Pittsburg de los sindicatos establece planes detallados y factibles para afrontar la insolvencia de los bancos, abordar el tema de los sueldos y primas corporativas excesivas, reformar el sistema fiscal y asegurar una regulación efectiva de los mercados financieros. Se propone un impuesto mundial sobre transacciones financieras como medio para reducir la especulación improductiva y para generar fondos para el desarrollo. Los sindicatos exigen modificaciones en los programas de las Instituciones Financieras Internacionales, que están imponiendo condiciones que provocan la destrucción de empleos en los países en desarrollo y en transición, con consecuencias devastadoras para la sanidad, la educación y la protección social en el futuro, e insisten en que el G20 progrese en la creación de empleos verdes y en la garantía de una protección adecuada para los trabajadores afectados por las medidas urgentemente necesitadas en materia de cambio climático.

La Declaración insta en particular al G20 a implementar el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT, establecer un grupo de trabajo de empleo con la OIT y a ordenar a sus Ministros de Trabajo que se reúnan juntos y con los interlocutores sociales con carácter de urgencia.

Se presentan en la Declaración medios nuevos y efectivos para gobernar la economía mundial, y en ella se solicita al G20 que garantice que el Programa de Trabajo Decente de la OIT será añadido a su Carta para una actividad económica sostenible, cubriendo los derechos en el trabajo, oportunidades de empleo e ingresos, la protección social y la seguridad social, y el diálogo social y el tripartismo.

La Declaración de Pittsburg pone también de relieve la naturaleza corrosiva de las primas del sector financiero. En EEUU, los nueve mayores bancos, que recibieron un total de US$ 175.000 millones en ayudas financiadas por el contribuyente, pagaron un total de US$ 32.600 millones en primas, principalmente a altos ejecutivos, en 2008. Esta cantidad por si sola equivale al total de la deuda de los países más fuertemente endeudados, y podría haber cubierto la brecha en la provisión de educación en 68 de los países más pobres del mundo a lo largo de un período de tres años.

“Empleos e ingresos deben convertirse en el foco central para la economía mundial. El crecimiento económico debe estar impulsado por el empleo y la inversión productiva, más que otra burbuja y ciclo de expansión dirigido por la especulación financiera. Incluso en las profundidades de esta crisis, algunos banqueros y consejeros delegados de empresas están batiendo nuevos records de codicia al pagarse a sí mismo salarios y primas enormes. Se están sembrando ya las semillas de otra crisis, y los líderes políticos tienen que hacer mucho más que simplemente condenar este tipo de comportamiento. Tienen que mostrar al mundo que están preparados para gobernar en el interés de todos”, dijo Ryder.

Para leer la Declaración de Pittsburg

Para leer las Perspectivas de empleo anual de la OCDE

Foto: MichaelRighi