Un nuevo estudio de la OIT destaca el posible impacto de la crisis económica mundial en el trabajo forzoso

La CSI celebra el nuevo Informe Global de la OIT sobre trabajo forzoso mundial, que será presentado a la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT en Ginebra en junio.

Bruselas, 12 de mayo de 2009: La CSI celebra el nuevo Informe Global de la OIT sobre trabajo forzoso mundial, que será presentado a la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT en Ginebra en junio.
El informe, titulado “The Cost of Coercion” (el costo de la coacción), detalla entre otros aspectos el creciente número de prácticas inmorales, fraudulentas y criminales que pueden conducir a la gente a situaciones de trabajo forzoso, y pide que se incrementen los esfuerzos por erradicar estas formas de explotación.

El informe también hace un seguimiento del significativo progreso internacional y nacional en la reducción y prevención del trabajo forzoso, pero advierte de las repercusiones negativas que la crisis mundial económica y laboral podría tener en los esfuerzos por eliminarlo.

La estimación de USD 20.000 millones que se indica en el informe con relación al “costo de oportunidad” de la coacción de los trabajadores y trabajadoras afectados por estas prácticas abusivas, en términos de pérdidas de ingresos, sitúa la situación económica en paralelo a los claros imperativos morales y legales para eliminar el trabajo forzoso.

Señala también que entre los mayores esfuerzos internacionales y nacionales para reducir y prevenir el trabajo forzoso, hay nuevas leyes y políticas a nivel nacional y regional así como una creciente provisión de protección social para los más vulnerables al trabajo forzoso y la trata de personas. El informe ofrece además orientación y pericia, que tanta falta hacen, sobre medidas efectivas para combatir estas prácticas.

La CSI, a través de su propio programa de trabajo forzoso, apoya la acción sindical sobre la cuestión en general, junto con grupos de atención específicos, como las trabajadoras y trabajadores domésticos, donde el alcance del trabajo forzoso no está generalmente reconocido. Un área que preocupa cada vez más, y que el informe no pone de relieve, es la relacionada al uso del trabajo forzoso en las cárceles, regulado por el Convenio 29 de la OIT y sujeto también a restricciones de la OMC bajo el Artículo XXe del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio.

“El hecho de que el trabajo forzoso siga existiendo, y sobre todo a una escala tan enorme, es un absoluto escándalo que la comunidad internacional no debe tolerar. Los gobiernos tienen que trabajar juntos, en especial para luchar contra los estragos de la trata de personas, a través de leyes efectivas y de su aplicación adecuada,” dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI, añadiendo que “los sindicatos, que colaboran a menudo con ONG y gobiernos, están trabajando de manera activa para prevenir el trabajo forzoso e identificar y asistir a los afectados.”

El informe de la OIT

El tercero boletín de noticias de la Alianza Sindical Global para Combatir el Trabajo Forzoso y la Trata de Personas

La vídeo de la CSI sobre el trabajo forzoso


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