Los sindicatos piden un cambio en relación con los Acuerdos de Asociación Económica África-Europa

La CSI, su Organización Regional Africana y la Confederación Europea de Sindicatos han reclamado que los acuerdos diseñados para regir las relaciones comerciales entre Europa y África, conocidos como Acuerdos de Asociación Económica (AAE), sean reemplazados por arreglos comerciales justos. Los AAE, que no garantizan los derechos de los trabajadores/as y han sido desarrollados sin mantener consultas con los sindicatos, amenazan con limitar la capacidad de los países africanos para industrializarse y diversificar sus economías.

La UE ha negociado estos acuerdos de forma arbitraria y sin tener en cuenta los procesos de integración regional en África. El análisis sindical apunta asimismo a la probabilidad de que sus repercusiones afecten de manera desproporcionada a las trabajadoras africanas.

“Apoyamos el comercio entre Europa y África. De hecho, la UE cuenta con un generoso sistema de acceso a sus mercados, que beneficia a la mayoría del continente africano. De los 47 países menos desarrollados existentes, 33 están en África, y la UE está haciendo ya lo correcto al conceder acceso a los productos provenientes de esos países. Mientras dichos países sigan siendo extremadamente pobres, necesitan solidaridad y una mejora de los derechos de los trabajadores, no la imposición de obligaciones recíprocas que pudieran poner en peligro su potencial para desarrollarse económicamente”, afirmó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.

Una declaración conjunta elaborada por la CSI-África, la CES y la CSI insta a los Gobiernos africanos a desarrollar normas para la inversión extranjera, como por ejemplo requisitos de rendimiento, que aseguren el empleo de trabajadores/as locales en condiciones de trabajo decente, y garanticen que el valor añadido obtenido en África se reinvierta en África. La coordinación de las políticas de inversión, con normas destinadas a garantizar el rechazo de empresas especulativas y explotadoras, y que la inversión extranjera esté orientada a largo plazo y promueva el desarrollo sostenible.