Represión en Birmania

En septiembre de 2007, miles de monjes y ciudadanos birmanos salieron a la calle para manifestar contra la tremenda miseria del país y contra la dictadura militar.

Desde 1988, Birmania no había experimentado un conflicto social y político de tal magnitud. Sin embargo, la reacción represiva de la junta militar en el poder fue tan feroz como brutal. Por lo menos 110 muertos, miles de personas heridas por bala, palizas con palos y porras. Detenciones masivas.

(Hnin Si, 26 años, profesora, testigo de la represión violenta del 26 de septiembre de 2007).
“Los monjes salieron por la Puerta del Este y se encontraron con los militares, quienes los detuvieron. Los monjes dijeron que sólo querían salir para hacer una protesta pacífica y les rogaron que les permitieran ir.
“Pero el ejército respondió con violencia. Empezaron a disparar, a lanzar gases lacrimógenos y a golpear a los monjes.
“A mí no me golpearon, pero tenía los ojos llenos de gases lacrimógenos. Vi como golpeaban a los estudiantes y a los monjes. Algunos fueron golpeados en la cabeza, otros en el brazo y algunos en la espalda. Muchas personas fueron asesinadas, muchas resultaron heridas o fueron detenidas.”

Estos últimos meses, miles de birmanos se han refugiado del otro lado de la frontera tailandesa para huir de la represión. Como aquí en Mae Sot, donde ahora se encuentran con los refugiados que llegaron antes, como esta familia, que huyó del trabajo forzoso y los malos tratos.

(Maung Win y Naw Ber Byu, familia de agricultores karen, huyeron en abril de 2007 para escapar del trabajo forzoso y las brutalidades que son el pan nuestro de cada día en Birmania).

(Hombre) Cuando vivía en mi pueblo era agricultor, pero debido a la actividad militar que había allí, no tenía tiempo para trabajar mi tierra. Me obligaron a trabajar para ellos como peón y cargador. Había impuestos. Teníamos miedo de los militares, por eso me vine para acá.
(Mujer) los campamentos militares estaban cerca de nuestra casa. Nos obligaban a trabajar todos los días…
(Hombre) Todos los días... y también teníamos que conseguir nuestro arroz.”
(Ambos) Tuvimos que construir la valla, el cuartel y cavar las trincheras, hacer los búnkeres y cortar el bambú.”
(Mujer) "En nuestro pueblo, cuando los soldados se emborrachaban, obligaban a las mujeres casadas a tener relaciones sexuales. Las golpeaban. ¿Violaciones…? Seguro, y cuando las mujeres se escapaban para refugiarse en otra casa, las perseguían y golpeaban en la cabeza con los fusiles.”

En la frontera, Mae Sot es un punto clave para el comercio legal, e ilegal, con la junta. La población vive en la miseria, pero varias grandes multinacionales, algunos gobiernos, como China, India y Tailandia, siguen llenando las arcas del régimen.

(Nilar, 28 años, era guía turística en Rangún).
"Por ejemplo, cuando llegan los aviones de turistas al aeropuerto, sólo las agencias de viajes relacionadas con la junta pueden entrar en la Terminal para atender a los turistas. Tienen muchas más ventajas.
“A las agencias de viajes civiles como la nuestra no se les permitentrar. Así es como ellos se quedan con el pastel y a nosotros nos dejan las migajas.”

(Hari, 27 años, con el rostro cubierto por temor a represalias contra su familia).
“Matan (la junta) a la gente como si fueran pájaros.
Quisiera pedir al mundo entero que recurra a sanciones económicas y a todos los medios posibles hasta que se restablezcan los derechos humanos en Birmania.”

Haciéndose eco del llamamiento de la Federación Independiente de Sindicatos de Birmania, la CSI pide a las empresas retirar sus inversiones de Birmania. Asimismo, la CSI pide a la comunidad internacional imponer sanciones económicas y financieras específicas y más severas, especialmente sobre el petróleo y el gas, para doblegar al régimen, como lo reclama el movimiento para la democracia birmano.

(Maung Maung, Secretario General de la FTUB)
"Es lo que siempre hemos dicho a la comunidad internacional, especialmente a los que defienden el régimen, cuando dicen que las sanciones afectan al pueblo.
Por eso no hacemos mas que decir lo que nos piden que digamos… no es una decisión nuestra. A lo largo del país, la gente nos pide que se emprendan sanciones contra el régimen, sobre todo en las industrias, las empresas conjuntas, que crean dinero directamente para el régimen y sus compinches.”

(Hari, 27 años, con el rostro cubierto por temor a represalias contra su familia).
“Estoy dispuesto a unirme a la lucha por la libertad de Birmania y luchar por alimentos, vestido y vivienda para el pueblo
Y luchar por los derechos fundamentales de las personas por todos los medios posibles.”

(Maung Maung, Secretario General de la FTUB)
“Lo que nos dice la gente desde las propias bases, los trabajadores de las fábricas, los que trabajan en talleres y plantas es: ‘Mira, que se acabe ya. Puede que pasemos hambre un mes, pero es mejor cambiar el sistema ahora que seguir sufriendo así toda la vida’.”


Abril de 2008 – ITUC/CSI

Producido por Parachute Pictures (David Browne, Niranjan Racha, Kittichai Sae-ngow, Kim Goii)