La campaña belga a favor de la protección social global es un esfuerzo conjunto de varias ONG, sindicatos y mutualidades. Pedimos a los responsables políticos que respeten el derecho universal a la protección social, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en varios convenios y recomendaciones de la OIT. Solicitamos a los políticos:

• • Traducir estos derechos en legislación nacional y garantizar que los países que hayan ratificado algún convenio sobre protección social hagan lo necesario para ponerlo en práctica lo antes posible. También exigimos el pleno reconocimiento de este derecho en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
• Garantizar que los Gobiernos de todo el mundo asignen recursos suficientes para la financiación de un sistema decente de protección social. La OIT estima que la protección social universal es factible desde el punto de vista financiero y, lo que es más, que permitirá generar crecimiento económico. La movilización de recursos domésticos, la implementación de un régimen fiscal nacional e internacional justo, y el desarrollo de apoyo financiero internacional son algunas de las medidas que posibilitarán la financiación de una protección social universal.
• Consultar y respetar a los actores sociales a la hora de construir y gestionar un sistema de protección social. Las organizaciones sociales, como por ejemplo los sindicatos, son las que más conscientes de las necesidades de protección social de los países. Por eso deberían participar en la formulación de políticas relativas a la protección social.
• Garantizar que África y Europa consoliden sus políticas en materia de protección social y no establezcan ni impongan a otros países tratados de comercio e inversión que perjudiquen la protección social a escala mundial.
• FOS, una ONG que trabaja en defensa del derecho a la protección social, el trabajo decente y la sanidad, también está participando en esta campaña. En 2015 nos estamos centrando en los trabajadores del sector de la economía informal. Más de la mitad de la población activa mundial trabaja en el sector de la economía informal, de modo que no tienen acceso a una seguridad social. Trabajar en la economía informal es, por definición, trabajar sin protección social.

Por ejemplo, los 23.000 trabajadores de la caña de azúcar en El Salvador son en su mayoría trabajadores del sector de la economía informal que no tienen derecho a la mayor parte de las medidas de protección social. Los sindicatos STEIA, junto con STEIJISA y STEIMSA, que trabajan respectivamente en las fábricas de azúcar El Ángel, Jiboa y La Magdalena, aunaron esfuerzos para organizar y movilizar a los cortadores de caña de azúcar de la economía informal. “Los cortadores de caña de azúcar representan una parte importante de la cadena de suministro. Queremos que los trabajadores, tanto del sector formal como del informal, a todos los niveles de la cadena de suministro, puedan tener un trabajo decente y acceso a una protección social. Tanto las grandes fábricas de azúcar como las pequeñas empresas del sector de la economía (in)formal que organizan la cosecha para apoyar a los cortadores del sector de la economía informal, tienen la responsabilidad de obtener acceso a la protección social”, explica Noé Nerio (Secretario General de STEIA).

En el sitio web www.socialebescherming.be pueden obtener más información sobre esta campaña y colgar una foto suya que ilustre cómo apoya la protección social.

Más información: [email protected]