Las inversiones británicas de ayuda al desarrollo pasan por paraísos fiscales

Un informe revela que la división del sector privado del departamento de ayuda al desarrollo británico (DFiD) y otras instituciones de desarrollo de la UE canalizan un volumen significativo de las inversiones a través de paraísos fiscales.

Más de dos tercios de las inversiones realizadas el año pasado por la división del sector privado del programa británico de ayuda al desarrollo fueron canalizados a través de paraísos fiscales “notoriamente opacos”, según revela un informe que insta a las agencias de desarrollo europeas a ser más transparentes y a rendir cuenta sobre sus negocios.

El estudio, llevado a cabo por la Red Europea sobre Deuda y Desarrollo (EURODAD), revela que miles de millones de euros destinados a proyectos en países en desarrollo están siendo canalizados a través de algunos de los centros financieros más opacos del mundo, permitiendo a las empresas eludir impuestos y las normativas conexas.

EURODAD observa que la institución británica CDC – antes conocida como Commonwealth Development Corporation, que es propiedad al cien por cien del departamento para desarrollo internacional del Reino Unido Department for International Development (DFiD)– utiliza con frecuencia dichas jurisdicciones fiscales.

En 2013, CDC invirtió en nueve fondos, seis de los cuales utilizaron los paraísos fiscales de Mauricio, Singapur, Guernsey y Luxemburgo. Entre los seis fondos recibieron un total de 553 millones de dólares (441 millones de libras).
“El portafolio de CDC, a 31 de diciembre de 2013, muestra que tanto sus inversiones directas como indirectas dependen enormemente de jurisdicciones que aplican el secreto fiscal”, afirma el informe. “118 de un total de 157 fondos de inversión utilizan jurisdicciones que aplican el secreto fiscal. Entre 2000 y 2013, dichos fondos recibieron un total de 3,8 billones de dólares en compromisos CDC”.

69 de los fondos están inscritos en Mauricio (1.800 millones de dólares), 26 de ellos, están inscritos en las Islas Caimán (909 millones de dólares). CDC está diseñada para ser “pionera en la inversión” en los países en desarrollo. Sus inversiones netas se contabilizan como ayuda oficial y se inscribe en el compromiso del Reino Unido de dedicar un 0,7% de su Producto Interior Bruto a la ayuda al desarrollo. Casi todo el dinero de CDC pasa por fondos de inversión, que a su vez invierten en empresas de países en desarrollo.

El informe de EURODAD – Going Offshore– descubre un modelo similar de utilización de paraísos fiscales en otras instituciones financieras de desarrollo (IFD) de distintos países europeos.

En junio de este año, la Compañía de Inversión Belga para Países en Desarrollo (BIO) participó en un total de 42 fondos de inversión, entre los que se incluían 30 domiciliados en países que se encuentran entre los 20 primeros del Índice de Secreto Financiero, elaborado por la red por la justicia fiscal, Tax Justice Network. Las inversiones ascendieron a 207 millones de dólares.

A finales del año pasado, 46 de las 165 inversiones activas del fondo noruego Norwegian Norfund se canalizaron a través de países que aparecen entre los 20 primeros del Índice de Secreto Financiero. Las inversiones ascendieron a un total de 339 millones de dólares.

Al menos siete de los 46 proyectos en los que participó la alemana DFI Deutsche Investitions und Entwicklungsgesellschaft (DEG) se estructuraron a través de grandes paraísos fiscales, como las Islas Caimán y Mauricio.

El autor del informe, el analista político de EURODAD Mathieu Vervynckt, afirma: “Los países en desarrollo pierden miles de millones de euros cada año a través de la evasión y elusión fiscal de las empresas. Por lo tanto, resulta muy contradictorio que las IFD, cuya misión es promover el desarrollo y aliviar la pobreza, canalicen tanta ayuda a través de centros financieros notoriamente opacos que mantienen estas prácticas”.
De esta manera, añade, las IFD bilaterales y multilaterales están, en esencia, financiando y legitimizando la industria extraterritorial.

El informe sugiere cómo pueden las IFD mejorar su transparencia, a saber: invertiendo solo en compañías y fondos que se comprometan a “publicar la información sobre los propietarios efectivos e informar a las IFD sobre su contabilidad financiera, desglosada país por país”; velando por que los fondos en los que invierten son —en la medida de lo posible— inscritos en el país de operación, y garantizando la total transparencia de sus propias operaciones y las de sus clientes
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EURODAD pide también el establecimiento de un órgano fiscal intergubernamental, bajo los auspicios de la ONU, que permita a los países en desarrollo desempeñar un papel equitativo en la reforma mundial de las normas tributarias.
“Instamos a estas instituciones a dejar de apoyar a compañías que utilizan paraísos fiscales y velar por que se hacen públicos los detalles de todas las operaciones”, afirma Vervynckt. “Después de todo, las IFD son instituciones públicas cuya misión es el desarrollo; es de justicia exigirles que rindan cuentas ante los contribuyentes que pagan por ellas y las personas de los países en desarrollo a las que se supone deben ayudar”.

Un portavoz de CDC afirma: “Las inversiones de CDC están ayudando a crear empleos y el crecimiento necesario para sacar a la gente de la pobreza." Las empresas que apoyamos dan trabajo a más de un millón de personas de los países en desarrollo y, el año pasado, pagaron más de 23.000 millones de libras en impuestos locales.

“CDC exige a las empresas en las que invertimos que paguen todos los impuestos que les corresponden y eviten hacer inversiones en países que no cumplen con las normas de la OCDE sobre transparencia fiscal acordadas internacionalmente”.
En su discurso ante la Cumbre del G8, en junio del año pasado, David Cameron afirmó que la equidad financiera es clave para el desarrollo y prometió acabar con la opacidad.

“Se trata de contar con las compañías adecuadas, los impuestos adecuados y la normativa mundial adecuada y velar por que la transparencia ofrece los beneficios pertinentes, tanto a los países ricos como a los pobres”, afirmó. “La ayuda es importante, pero estas cosas también lo son. Ahora es el momento. Esta es la agenda. El mundo debería ponerse a ello”.

En mayo, The Guardian reveló que CDC había invertido más de 260 millones de dólares del dinero destinado a ayuda al desarrollo en constructoras de comunidades cerradas, centros comerciales y propiedades de lujo en países pobres de América Latina, África y Asia.

Artículo por Sam Jones, publicado en el sitio web del Guardian (en inglés)