“El objetivo de este terrible ataque en un lugar de culto era agudizar la espiral de violencia en un momento en que las tensiones, sobre todo en Jerusalén, están especialmente altas, tras la muerte estas últimas semanas de varios otros palestinos e israelíes. Instamos a todas las partes a que actúen con moderación y de acuerdo con el principio de la legalidad”, dijo la Secretaria General de la CSI, Sharon Barrow.
“Los grupos extremistas seguirán aprovechando la creciente desesperación de los palestinos y los temores de los israelíes ordinarios, poniendo cada vez más en peligro la paz y la seguridad en la región. La única salida aceptable es una solución negociada del conflicto, que dé lugar a la creación de dos Estados que cuenten con la legitimidad del derecho internacional”.