Se han creado asimismo varios bancos multilaterales de inversiones, con un enfoque regional específico, con objeto de apoyar el desarrollo económico. Incluyen el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento.
Los sindicatos se interesaron de manera especial por los programas de las instituciones financieras internacionales (IFI) en la década de 1980, cuando empezaron a imponer políticas de ajuste estructura y de austeridad como condiciones para la concesión de préstamos. Estas condiciones han tenido a menudo un impacto considerable sobre los niveles de empleo, los salarios reales y los programas sociales, y siguen planteando serias preocupaciones al movimiento sindical.
En línea con la labor de la CSI sobre la dimensión social de la globalización, promueve ante las IFI unas políticas que den prioridad a la creación de trabajo decente y sostenible frente a las políticas de privatización, desregulación y austeridad que han venido caracterizando muchas de sus intervenciones. La CSI ha pedido que se incorpore el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores y el trabajo decente en el asesoramiento político y las operaciones crediticias de las IFI. Esto incluye labores de defensa en apoyo a una mayor protección social y respeto a las normas internacionales del trabajo y los derechos humanos. La CSI se esfuerza asimismo por promover unas normas y prácticas apropiadas que rijan el comportamiento de las empresas privadas que reciban apoyo financiero de las IFI.
La Oficina CSI/Global Unions en Washington ha sido establecida conjuntamente por la CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales, y representa las preocupaciones del movimiento sindical internacional ante el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los bancos multilaterales regionales de desarrollo.