La Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) estiman que queda aún mucho por hacer. En efecto, Birmania inicia apenas el largo camino hacia el establecimiento de la democracia y el respeto de los derechos humanos. La UE debe usar su influencia para impulsar las medidas adicionales que ha identificado como esenciales, entre las cuales está la liberación incondicional de los restantes presos políticos y el fin del conflicto armado con algunos grupos étnicos en el próximo año. Según la CSI, será preciso realizar una serie de importantes reformas antes de que los gobiernos puedan levantar enteramente las sanciones contra ese país.
Seguimos alarmados por la persistencia de las violaciones de los derechos humanos en Birmania, en particular la vulneración de los derechos de los trabajadores, que siguen produciéndose a escala preocupante. A pesar de las recientes reformas legislativas, el trabajo forzoso sigue siendo un problema grave y solo unos cuantos responsables de esas prácticas han sido objeto de sanciones penales. Así pues, estamos convencidos de que en este momento no se justifica la reintegración de Birmania en el sistema generalizado de preferencias de la UE. Aunque la nueva Ley sobre los sindicatos entró en vigor en marzo de 2012, ninguno de los numerosos sindicatos que han solicitado su registro y que son apoyados por la CSI y su afiliada, la FTUB, han sido registrados por las autoridades.
Acogemos con satisfacción que en la decisión común de la UE se reconozca la importancia de invertir de forma responsable y transparente en Birmania tras la suspensión de las sanciones. Aunque estamos de acuerdo, instamos a la Unión Europea a que adopte medidas que vayan más allá de la mera promoción de directrices y principios. Hemos podido constatar que las iniciativas voluntarias por sí solas son herramientas muy ineficaces. En el caso de Birmania sería imprudente aplicarlas. La CSI y la CES creen firmemente que los gobiernos deben exigir que las entidades que realicen actividades comerciales en Birmania promuevan las normas de derechos humanos. En vista del alto nivel de corrupción y del negativo historial en materia de derechos humanos que aún caracteriza a ese país, proponemos que se impongan mecanismos obligatorios para evaluar y contrarrestar los efectos negativos que puedan tener las inversiones en los derechos humanos, informes públicos y la creación de instrumentos eficaces para la tramitación de quejas y solución de controversias, entre otras soluciones. Estas medidas son absolutamente necesarias para impedir que cualquier nueva actividad comercial e inversión exacerbe los problemas del país.
