La sombra de las desigualdades se cierne sobre el décimo aniversario de la Ronda Doha de negociaciones comerciales

El movimiento sindical internacional ha advertido que podría registrarse un creciente malestar social y un incremento de la penuria social si la liberalización del comercio prosigue frente al trasfondo de un serio problema de desempleo y la aplicación de medidas de austeridad.

Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, comentó que desde el inicio de la Ronda Doha de negociaciones comerciales en 2001, la economía mundial ha sido testigo de una crisis alimentaria, una crisis climática, una crisis financiera y una severa crisis del empleo.

“La existencia de la OMC no ha conseguido impedir que los desequilibrios comerciales aumentasen hasta alcanzar niveles insostenibles, acompañados por una desigualdad de ingresos que se está agudizando de forma peligrosa”, afirmó Sharan Burrow.

El acuerdo que se encuentra sobre la mesa de negociación para la 8ª reunión de Ministros de Comercio, a celebrarse en Ginebra del 15 al 17 de diciembre de 2011, no contribuirá a que el comercio impulse una recuperación económica, la creación de empleo y un genuino desarrollo económico y, en última instancia, podría poner en peligro el sistema comercial multilateral.

La delegación sindical que asiste a las negociaciones seguirá de cerca una serie de cuestiones que serán objeto de negociación por parte de los Ministros, e intentará que los países conserven cierto espacio político y que determinados temas como las cuestiones de Singapur (inversiones, política en materia de competencia, y contratación pública) queden fuera de las negociaciones de la OMC.

“Las negociaciones deberían desembocar en un paquete para los países menos adelantados, que incluya un acceso libre de aranceles y de cuotas para todos sus productos, la eliminación de los subsidios al algodón y una dispensa respecto a los compromisos en servicios”, añadió Sharan Burrow.

La CSI solicita una evaluación de los resultados de la Ronda Doha para estimar su impacto a la hora de aportar trabajo decente, un mejor nivel de vida y la diversificación de las economías de los países en desarrollo.

“Si no se aborda el impacto sobre los países en desarrollo y los trabajadores y trabajadoras, tiene poco sentido proseguir con la liberalización del comercio. Para poder concluir la Ronda de Doha, deberá reafirmarse su mandato respecto al desarrollo”, apuntó Sharan Burrow.

El proceso de adhesión, altamente desigual y carente de transparencia, se pondrá de relieve este año con la incorporación a la OMC de Rusia, Vanuatu y las Islas Samoa.

Leer la Declaración de Prioridades de la Agrupación Global Unions a la 8ª Conferencia Ministerial de la OMC (Ginebra, 15 – 17 de diciembre de 2011)