La decisión del Representante de Comercio responde a una solicitud presentada por AFL-CIO. La Unión Europea se ha negado hasta la fecha a tomar medidas similares, a pesar de que su régimen aplicable a las preferencias comerciales cuenta con normas del trabajo más exigentes que las de los EE.UU. para los países beneficiarios;
“Europa tiene fuertes valores sociales, y es muy decepcionante que en relación con Georgia no defienda estos valores. Les instamos a reconsiderar su negativa a apoyar a los trabajadores y trabajadoras de Georgia, que son víctimas de violaciones graves de los derechos fundamentales en el trabajo”, señaló la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.
“En Georgia, es el propio Gobierno el que ha tratado de eliminar a los sindicatos, a veces por la fuerza, al promover sindicatos dominados por el Gobierno y prohibir la transferencia de las cuotas voluntarias de los afiliados con el fin de dejar sin recursos financieros a los sindicatos. Los tribunales de Georgia han pasado por alto la discriminación obviamente antisindical, interpretando en su lugar que la ley sobre los sindicatos no introduce ningún tipo de protección”, explicó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow. “La UE no puede permitir que siga recompensándose este comportamiento.”
