Los sindicatos de QANTAS han estado presionando para conseguir garantías en materia de seguridad de empleo y salarios, conforme la empresa, a punto de conseguir unos beneficios de 500 millones AUD en 2011, intenta reducir costos laborales con medidas como la subcontratación.
“La decisión de cancelar todos los vuelos de la línea aérea sin previo aviso fue extraño y sumamente perjudicial para la reputación de la empresa y para la economía del país. Afortunadamente Australia cuenta con un tribunal de arbitraje con poder suficiente como para revertir tal decisión y forzar a la empresa a entablar negociaciones adecuadas con los sindicatos que representan a la mano de obra de la misma”, dijo Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.
El fallo del tribunal significa que la empresa y los sindicatos disponen en un principio de 21 días para negociar un acuerdo sobre las cuestiones del conflicto. Si no se llega a ningún acuerdo, Fair Work Australia pondría entonces en marcha un proceso de arbitraje obligatorio.
“Hasta ahora QANTAS se ha negado a entablar negociaciones genuinas, mientras que la sensación de inseguridad entre sus empleados sigue creciendo. La dirección tiene que negociar de buena fe y abordar las inquietudes legítimas de sus empleados en vez de centrarse exclusivamente en generar unos beneficios enormes instantáneos para sus grandes accionistas”, expresó Burrow.
El mayor accionista de QANTAS, que dispone de más del 20% de las acciones, es el gigante bancario estadounidense JP Morgan. Después de recibir en 2008 un rescate de 25.000 millones USD de los contribuyentes, JP Morgan sigue siendo un actor líder en la especulación financiera mundial. Mediante su membresía de la “Mesa Redonda de Servicios Financieros” de EE.UU., ha sido un contribuyente clave a la presión ejercida por las empresas contra los derechos sindicales mejorados para los trabajadores y trabajadoras americanos.