Hay muchas historias de estigma y discriminación en el lugar de trabajo a causa del VIH/SIDA. Abundan los casos de trabajadores y empleadores que rechazan a aquellos infectados y afectados por el virus. Pero también hay muchas otras historias positivas, de trabajadores y empleadores que dan muestras de solidaridad hacia sus compañeros y compañeras seropositivos.
Muchos trabajadores pueden contarnos que el lugar de trabajo puede ser un lugar de aceptación, amistad, cuidado y apoyo, un lugar donde “trabajo decente” signifique que todos los hombres y mujeres, independientemente de su estatus real o supuesto en relación con el VIH, puedan llevar a cabo un trabajo productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad, donde sus derechos estén adecuadamente protegidos y reciban una adecuada remuneración y cobertura social.
Sabíamos que esas historias positivas estaban ahí, y queríamos escucharlas. El concurso “¡Trabajadores Positivos Escriben!” estaba abierto a todos los trabajadores/as y empleadores en América Latina. El principal criterio era que los autores fuesen trabajadores/ as o empleadores afectados por el VIH, o que hubieran actuado en apoyo de sus compañeros/as seropositivos, haciendo que el lugar de trabajo resultase un lugar mejor. Podía optarse por un texto narrativo, un relato, un poema o cualquier tipo de formato escrito con no más de 1.500 palabras.