Primer plano de Toni Moore (BWU – Barbados)

“Una dignidad demorada no debe ser una dignidad denegada”

Toni Moore, Secretaria General Adjunta del Sindicato de Trabajadores de Barbados (BWU) (1), se encontraba en el seno de las negociaciones previas a la adopción del Convenio sobre el trabajo del hogar (2), el pasado mes de junio en la OIT. Pasa en revista a los avances y los nuevos desafíos que plantea este Convenio y la situación de las trabajadoras del hogar en Barbados.

¿Cuál es la situación de la sindicalización de las trabajadoras del hogar en Barbados?

Por desgracia, hemos comenzado a interesarnos en este sector solamente desde hace dos años, cuando se inscribió en el orden del día del Consejo de Administración de la OIT. La dificultad de organizar a las trabajadoras del hogar y las pocas quejas recibidas de su parte explican por qué no habíamos percibido antes este sector como una prioridad. Al interesarnos en esta cuestión más de cerca, nos dimos cuenta de que teníamos la oportunidad de hacer grandes mejoras en la vida de estas trabajadoras. Empezamos a organizar foros públicos, reuniones en las que les dábamos instrucción acerca de sus derechos. Hemos creado una línea telefónica donde las trabajadoras del hogar nos pueden llamar en caso de problema. Todos los trabajadores pueden llamar a este teléfono, pero es especialmente importante para las trabajadoras del hogar, ya que muchas de ellas no son miembros cotizantes de nuestro sindicato, por lo que era necesario brindarles la oportunidad de comunicarse fácilmente con nosotros.

El proceso de afiliación de las trabajadoras del hogar es bastante lento, porque la mayoría de ellas son migrantes de otros países del Caribe y se encuentran en situación ilegal en Barbados. Obviamente, no tenemos la intención de denunciar a las autoridades su situación irregular, pero aun así tienen temor a contactarnos. Sin embargo, muchas de ellas aceptan las violaciones de sus derechos.

Nuestra legislación nos permite negociar colectivamente en representación de los trabajadores y trabajadoras cuando representan más del 50% del personal. Como las trabajadoras del hogar son empleadas por personas privadas, resulta difícil negociar para ellas de la misma manera que para los demás trabajadores, pero podemos asesorarlas. Hablamos por ellas en el diálogo social nacional, presionamos al Gobierno para que adapte las leyes y las prácticas que afectan a las trabajadoras del hogar.

¿La aprobación el mes de junio pasado de un nuevo Convenio internacional sobre el trabajo doméstico va a cambiar algo para las trabajadoras del hogar de Barbados?

Durante esta Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 2011, el Ministro de Trabajo de Barbados dijo que nuestro Gobierno ratificaría y aplicaría el Convenio. Sin embargo, la legislación que incumbe a estos trabajadores y trabajadoras es muy antigua, no se ha revisado desde hace años. Un aspecto que es preciso mejorar es su acceso a la seguridad social. Dado que estos trabajadores ni sus empleadores pagan las contribuciones correspondientes, no tienen derecho a la misma a la seguridad social que los demás trabajadores y trabajadoras. La ratificación del nuevo Convenio va a obligar a las autoridades a establecer un sistema en el que las trabajadoras del hogar tengan los mismos derechos a la seguridad social que todos los demás trabajadores. El Convenio estipula efectivamente que todo tipo de seguridad social que se aplica a los demás trabajadores también debe aplicarse a las trabajadoras del hogar, contribuyan o no con sus cotizaciones.

Una vez dicho esto, creo que en Barbados y en otros países, muchas trabajadoras del hogar no van a identificarse plenamente con las disposiciones del Convenio en lo relativo a la seguridad social: ellas dicen no ganar lo suficiente como para integrarse en un sistema de seguridad social, que sus salarios ya son tan bajos que prefieren que no se les deduzca nada para contribuir a dicho sistema. Por lo tanto, nuestra labor no se limita a ejercer presión sobre los gobiernos para que ratifiquen y apliquen el Convenio núm. 189, sino también alentar a las trabajadoras del hogar a cooperar en su aplicación. Debemos ayudarlas a entender que el acceso a la seguridad social no se limita a afectar sus ingresos a corto plazo, sino que les brinda la posibilidad de un cambio significativo en su vida y en la de su familia.

Además del acceso a la seguridad social, ¿pueden las demás disposiciones del Convenio cambiar la vida de las trabajadoras del hogar?

El Convenio prevé contratos por escrito, cuando un gran número de trabajadores y trabajadoras del hogar de todo el mundo trabajan sin ningún documento que especifique el tipo de tareas a realizar, sus horarios de trabajo, cómo se pagan las horas extraordinarias, las vacaciones, etc. También incluye disposiciones importantes para la salud y la seguridad. Y si los países que votaron a favor del Convenio adoptarán medidas para ratificarlo y aplicarlo, sus trabajadoras y trabajadores del hogar finalmente tendrían la oportunidad de tomar las vacaciones y bajas previstas en la legislación (vacaciones anuales, permiso parental, licencia de maternidad, etc.). Este es un gran paso adelante: las trabajadoras del hogar trabajan para hacer feliz a la gente, para mejorar su vida familiar, hacen posible que la gente salga, que consiga un trabajo en una estructura de empleo formal, etc. La adopción de este Convenio otorga a las trabajadoras del hogar la oportunidad de lograr el mismo equilibrio entre vida privada y profesional, poder volver a casa por la noche y pasar tiempo con sus hijos, disponer de 24 horas por semana para dedicarlas a su vida personal, poder tomar vacaciones como sus empleadores, etc.

¿Puede su sindicato desempeñar un papel para ayudar a los sindicatos de los países más pequeños de su región a promover la aplicación de este Convenio?

Sí, es nuestro objetivo. Queremos ayudar a fortalecer la red internacional de trabajadoras del hogar (3) en la región, ejerciendo presión hombro con hombro con los sindicatos internacionales para que los Estados Miembros de la región adapten su legislación. En la última Conferencia Internacional del Trabajo, el Ministro de Trabajo de Barbados también se comprometió a alentar a otros países del GRULAC (4) a adaptar su legislación con arreglo al nuevo Convenio.

En la última Conferencia Internacional del Trabajo actuó usted como Vicepresidenta del Grupo de los Trabajadores en la Comisión de trabajadores del hogar debido a que la Sra. Yakob regresó a su país (Singapur). Un cargo de crucial importancia en un momento en que el voto de aprobación del nuevo Convenio sobre trabajo decente para los trabajadores y trabajadoras domésticos no era un hecho...

Quisiera subrayar que la Sra. Yakob trabajó intensamente estos dos últimos años para promover la causa de las trabajadoras del hogar. Lamentablemente tuvo que abandonar la Conferencia a principios de este año, y yo tuve la oportunidad de reemplazarla una semana antes de la adopción del Convenio. Fue un honor cumplir con esta tarea, y si bien tenía confianza en mí misma, también sentía una profunda humildad ante la oportunidad de desempeñar un papel más importante en el último tramo antes de la adopción de este Convenio tan primordial. Son muy pocas las mujeres jóvenes que participan a nivel directivo en el movimiento sindical internacional, y aunque mi papel era pequeño, me parece importante que una mujer joven, procedente de un país en desarrollo, pudiera concretar un trabajo así.

Algunos consideran que la disposición del Convenio según la cual las trabajadoras del hogar tienen derecho a un salario mínimo es difícil de aplicar...

Si aceptamos que el trabajo decente significa las mismas condiciones de trabajo, la misma protección social, los mismos derechos para todos y para todas, no puede existir una discriminación contra los trabajadores y las trabajadoras del hogar. El establecimiento de un salario mínimo puede requerir algunas reorientaciones en los hogares para que las trabajadoras del hogar reciban lo que merecen. Algunos dicen que la ratificación de esta norma provocará la pérdida de empleos para las trabajadoras del hogar, ya que los empleadores no tendrán los medios para pagarles, pero debe intervenir el diálogo social. Un Convenio internacional no dice solamente “los Estados Miembros deberán hacer esto o aquello”, muchas de las disposiciones, especialmente aquellas con implicaciones financieras, prevén un diálogo con las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores para que negocien las soluciones. No siempre es fácil.

En los últimos dos años de discusión, los empleadores y algunos gobiernos hicieron hincapié en la importancia de tener la seguridad de que las normas fueran “ratificables”, cuestión en la que nosotros estábamos de acuerdo. ¿Íbamos, sin embargo, a tomar como objetivo el denominador común mínimo o el denominador común máximo? Elegimos la segunda opción, reconociendo que no todo sería factible en cada Estado Miembro de un día para otro. El Convenio no va a cambiar de inmediato la vida de las trabajadoras del hogar en todos los países, ni tampoco en los próximos cinco años, pero es importante que los gobiernos se hayan puesto de acuerdo sobre los principios fundamentales y sobre el hecho de que deben trabajar para aplicarlos, revisar su legislación sobre los salarios, las horas de trabajo, la salud y la seguridad, etc. Algunos países necesitarán más tiempo para aplicar todas sus disposiciones, pero una dignidad demorada no debe ser una dignidad denegada.

Entrevista realizada por Samuel Grumiau

(1) Barbados Workers’ Union es una afiliada de la CSI y de la UITA

(2) Véase el texto del Convenio núm. 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos

(3) Red internacional de trabajadoras del hogar

(4) Países de América Latina y el Caribe

Véase también la entrevista Primer plano de Myrtle Witbooi (SADSAWU- Sudáfrica): “Los empleadores de las trabajadoras del hogar ya no se niegan a dialogar”

La CSI, tras la histórica aprobación del Convenio núm. 189 de la OIT relativo a los trabajadores y trabajadoras del hogar en la Conferencia de la OIT en junio de 2011, inició la campaña “12 para 12” con el objetivo de obtener 12 ratificaciones para el año 2012 de este Convenio núm. 189. La campaña ha sido organizada en colaboración con IDWN, UITA, ISP, CES, Human Rights Watch, Solidar, Migrant Forum Asia y Solidaridad Mundial. Visite nuestra página web dedicada a la campaña “12 para 12” y encuéntrenos en Facebook “12 >12”