Primer plano de Thwel Zin Toe y Khin San Htwe (Birmania - Unión de Mujeres Birmanas)

“Explotación, prostitución... Saben los riesgos que corren, pero en Birmania no pueden sobrevivir”

La represión que llevó a cabo la junta militar de Birmania obligó a millones de personas a irse del país para tratar de sobrevivir. La Unión de Mujeres Birmanas (1) denuncia en un informe los graves abusos que se cometen a menudo contra las mujeres birmanas en sus países “de acogida”, quienes, por ejemplo, son víctimas de explotación en las fábricas de confección de Tailandia o terminan presas en redes de prostitución chinas... He aquí los testimonios de Thwel Zin Toe y Khin San Htwe, dos militantes de la Unión de Mujeres Birmanas (2).

¿Cuántos emigrantes birmanos huyeron a los países vecinos?

Thwel Zin Toe: En Tailandia hay casi 500.000 inmigrantes birmanos registrados legalmente pero no sabemos cuántos son en Malasia ni en otros países, como China. En lo concerniente a los inmigrantes birmanos en situación irregular, algunas ONG estiman que nada más que en Tailandia podría haber unos 2 millones.

¿Qué posibilidades tiene un inmigrante de regularizar su situación en Tailandia?

Thwel Zin Toe: Para conseguir un permiso de trabajo primero hay que encontrar un empleador que respalde la solicitud del mismo. Después hay que entregar una foto y 4.500 bahts (ndlr: 142 dólares). El empleador paga la mitad de esa cantidad y el trabajador o trabajadora la otra mitad. Pero los permisos de trabajo solamente son válidos por un año y no se los emite a lo largo de todo el año. A veces los inmigrantes llegan a Tailandia precisamente después de que se termina el período durante el cual se puede hacer el trámite para conseguir el permiso y se quedan entonces en situación ilegal, inclusive cuando trabajan en fábricas.

¿Cuáles son las ventajas de tener un permiso de trabajo?

Thwel Zin Toe: Al tener un permiso de trabajo, la persona puede circular libremente dentro de una zona bastante limitada. También se puede uno hacer atender en los hospitales público pagando 30 bahts (ndlr: 1 dólar) por consulta. Y si un empleador no respeta nuestros derechos o no nos paga un salario adecuado, podemos presentar una queja. Además, quienes tienen hijos pueden mandarlos a las escuelas públicas tailandesas.

¿Por qué son tan pocos los inmigrantes que solicitan el permiso de trabajo?

Thwel Zin Toe: El principal problema es que no se puede cambiar de empleador. Por lo tanto, aunque a uno se lo explote, no puede buscarse otro trabajo. Además, el trámite para conseguir otro permiso de trabajo cuando se cambia de empleador es bastante complicado: hay listas negras y los empleadores se niegan sistemáticamente a contratar trabajadores que se fueron de otras fábricas. Otro de los factores que hace que los inmigrantes se muestren reticentes a sacar un permiso de trabajo es el costo del mismo, ya que muchos perciben nada más que 50 bahts (1,5 dólares) diarios. A esto se suma que cuando se dispone de un permiso de trabajo, el empleador es quien lo guarda en su poder y le entrega al trabajador nada más que una fotocopia. Ésta no tiene valor legal ni sirve como protección.

Además, las trabajadoras y trabajadores migrantes no siempre pueden gozar de las ventajas que brindan los permisos de trabajo. Muchos no van a los hospitales estatales porque los tailandeses que trabajan allí los discriminan. Parte de la discriminación se debe al idioma pero también al hecho de que seamos birmanos: En las zonas donde hay muchos birmanos, a veces los tailandeses piensan que les estamos sacando sus puestos de trabajo y nos miran con cierto menosprecio. Otro de los problemas es que en la región fronteriza de Mae Sot, donde hay numerosos migrantes birmanos, la clínica birmana donde generalmente van a hacerse atender los inmigrantes está fuera del radio de circulación que se autoriza en el permiso de trabajo.

¿Y qué sucede con los refugiados políticos?

Khin San Htwe: En Tailandia hay campamentos “oficiales” de refugiados. Esto no es estrictamente legal porque el gobierno tailandés no ratificó la Convención de las Naciones Unidas sobre los refugiados. Los birmanos puede quedarse allí... pero no pueden salir de los campamentos sin autorización de las autoridades tailandesas. En esos campamentos hay 140.000 personas.

¿Se puede legalizar la situación cuando se es inmigrante en China?

Thwel Zin Toe: En China existe un trámite para conseguir el permiso de trabajo pero la mayoría de los migrantes birmanos que entrevistamos para nuestro informe son prostitutas en situación irregular. Trabajan a lo largo de los caminos y las arrestan con frecuencia pero no quieren regularizar su situación porque aunque tuvieran permiso de trabajo seguirían explotándolas las redes de prostitución, no podrían escaparse de ellas.

¿Puede darse por sentado que gran parte de las migrantes birmanas desconoce por completo el peligro de caer en la prostitución, ya sea en China o Tailandia?

Khin San Htwe: No. La mayoría de esas mujeres saben que corren ese riesgo pero en Birmania no pueden sobrevivir. Algunas no se esperan realmente tener que prostituirse pero las venden y tienen que trabajar en lugares como los bares de karaoke. En ese momento ya es tarde para que se escapen. Algunas quieren verdaderamente irse, tanto más cuando que está la gran amenaza del VIH/SIDA, pero las presionan sus propietarios: “Si tratas de escaparte –les dicen-, llamaré a la policía y te enviarán de vuelta a Birmania...”

¿Quién las vende a las redes de prostitución?

Khin San Htwe: En el caso de China, lo hacen sobre todo los tratantes. Van a Birmania, hablan con chicas jóvenes y las engatusan pintándoles un mejor panorama de vida en China, con mejores empleos. Una vez que las chicas están en China, les dicen que tienen que trabajar en una u otra casa haciendo las tareas domésticas y algunas en ese momento todavía no saben que los tratantes en realidad las vendieron a sus “propietarios”, hombres chinos de quienes tienen que ser las esposas. Si no les gustan a los hombres a quienes fueron vendidas, éstos las revenden a redes de prostitución. Este tipo de trata también se hace hacia Tailandia, donde se les promete a las chicas encontrarles trabajo como domésticas o alguna otra cosa pero también allí a algunas se las vende a redes de prostitución.

¿Una parte de esos migrantes hace una militancia política?

Khin San Htwe: Casi ninguno, algunas de esas personas no saben nada del gobierno ni de los militares que están en el poder. Se limitan a ir a otro país para ganar algo de dinero que les permita mantener a sus familias en Birmania, por ejemplo, pagar los gastos de la escolaridad de sus hijos. En Birmania la mayoría de la población no tiene empleo e inclusive en el caso de tenerlo, el salario no alcanza para subvenir a las necesidades de una familia. En consecuencia, son muchas las chicas o esposas jóvenes que deciden irse a trabajar en el extranjero.

¿A cuánto ascienden los salarios en Birmania?

Khin San Htwe: Una persona que trabaja en una fábrica o, por ejemplo, como pequeña peluquera independiente, gana nada más que 20.000 ó 30.000 kyatts mensuales (ndlr: entre 16 y 24 dólares estadounidenses). Pero el precio de los productos básicos, como los alimentos, aumenta todos los años. Hay mucha corrupción debido a lo bajos que son los salarios. Por ejemplo, en las escuelas los docentes no pueden vivir con sus salarios por lo que dan clases particulares pagas. La mayoría de los chicos no pueden ir a la escuela por ese motivo. Es imposible mantener a una familia con un solo ingreso, por lo que es necesario irse al extranjero.

¿Estuvieron algunas de las mujeres que ustedes entrevistaron para este informe sometidas al trabajo forzoso que imponen los militares?

Thwel Zin Toe: En Birmania hay realmente muchísimos trabajadores forzosos pero a menudo los birmanos no tienen conciencia de que lo que están haciendo es trabajo forzoso. Cuando yo vivía en Birmania, a veces se nos decía que teníamos que construir un camino o efectuar tareas de mantenimiento. Lo único que sabíamos es que se trataba de un camino importante que vinculaba a nuestro pueblo con otros. Se nos decía que teníamos que trabajar gratuitamente porque lo que hacíamos sería provechoso para nuestra vida futura o después de nuestra muerte. Hay personas que no se dan cuenta de que están haciendo trabajo forzoso. Cuando se busca gente hay que mandar una persona por familia. A veces, cuando los dos padres trabajan, mandan a los hijos para hacer esa tarea. Yo participé en la reparación de una ruta cuando tenía nada más que 11 años. Mis dos padres eran empleados del sector público por lo que me enviaron a mí. Tenía que acarrear arena que se colocaba en la ruta para repararla.

¿Cómo es la situación de los migrantes birmanos en las fábricas de Tailandia?

Thwel Zin Toe: Las fábricas de confección de Tailandia son como cárceles. Cuando se las mira desde afuera, lo único que se ve es un muro muy alto. No se puede suponer que adentro hay muchos trabajadores y trabajadoras migrantes pero a veces son centenares, que viven hacinados y sin ninguna privacidad. Todas las mujeres solteras tienen que vivir en un salón y todos los hombres solteros en otro. A veces se mezcla a hombres solteros con parejas casadas en el mismo dormitorio. Se trabaja desde las 8 hasta las 21 y a veces inclusive hasta media noche o toda la noche. Hay nada más que un día franco por mes. Si alguien quiere que se le conceda un franco suplementario, por ejemplo, por una festividad religiosa, tiene que trabajar toda la noche, hasta las 8 de la mañana para poder tomar franco al día siguiente. En esas fábricas también hay problemas de higiene y alimentación: El arroz que proporciona el empleador no siempre está limpio y solamente hay agua para ducharse o lavar la ropa entre las 17 y las 18, durante una pausa del trabajo.

Sólo se le permite al personal salir de la fábrica los sábados y domingos de 17 a 21. El resto de la semana los trabajadores y trabajadoras que viven dentro de ese tipo de fábricas constituyen una sociedad cerrada. Hay muchos problemas. Hay chicas que quedan embarazadas pero no pueden casarse. Hay muchos abortos. Muchos de los trabajadores beben alcohol durante esos dos períodos de 4 horas de libertad, juegan por dinero, les reclaman dinero a sus esposas y si éstas se niegan a dárselo, las golpean.

¿Hay trabajadores o trabajadoras que vivan fuera de la fábrica?

Thwel Zin Toe: Sí. Pero la mayoría vive adentro para no tener que paga alquiler porque éste puede ascender a 700 bahts mensuales (22 dólares) por una vivienda miserable.

¿Qué sucede con los hijos de esos trabajadores y trabajadoras?

Thwel Zin Toe: Cuando los padres trabajan de 8 a 21 los chicos constituyen un gran problema porque no hay nadie que los cuide. Algunos se quedan en la fábrica pero otros vagabundean por los alrededores. A veces hay chiquitos de nada más que 5 ó 6 años de edad encargados de supervisar a bebés. Hay escuelas para los chicos de los trabajadores migrantes pero no son estables debido a la situación de los docentes migrantes birmanos y al hecho de que las escuelas no están registradas. La policía puede llegar en cualquier momento y arrestar a los niños y a los docentes.

¿A cuánto ascienden los salarios en esas fábricas?

Thwel Zin Toe: Cuando yo trabajaba en una de esas fábricas percibía nada más que 50 bahts (1,5 dólar) diarios, aunque el salario mínimo es de 150 bahts. Por el mismo trabajo, a un hombre se le pagaban 70 u 80 bahts. Yo tenía 15 años y a mi hermana, de 13 años, le pagaban nada más que 20 bahts diarios en esa misma empresa. Cuando hacíamos muchas horas extraordinarias podíamos llegar a ganar unos 1.000 bahts mensuales pero había que descontar ciertas cantidades por la comida y el alojamiento. Si la fábrica tenía menos pedidos, nos pagaban nada más que 300 bahts mensuales y a veces inclusive menos. En este caso no se deducía nada del salario pero la deducción se hacía al mes siguiente. Yo me fui de la fábrica en 2003 y luego hice un curso de formación en la Unión de Mujeres Birmanas. No obstante, sigo en contacto con las que eran mis compañeras. Las llamo regularmente por teléfono para estar al corriente de la situación y hasta ahora, el salario no cambió. Además, en esas fábricas sigue habiendo muchos niños y chicas jóvenes.

A veces, cuando los trabajadores o trabajadoras no pueden soportar más la explotación a la que se los someten, se escapan de la fábrica, pero el empleador se guarda su verdadero permiso de trabajo con el pretexto de que él pagó la mitad y reemplaza a esos trabajadores o trabajadoras por otros migrantes. Las autoridades no controlan detalladamente todo esos documentos, de lo contrario verían que algunos de los permisos de trabajo no coinciden con los trabajadores o trabajadoras que están presentes en ese momento.

Khin San Htwe: Los trabajadores migrantes pueden entablar juicio para defender sus derechos pero en tal caso pierden sus empleos y tienen que irse a vivir a otra parte ya que corren el riesgo de que los ataquen matones a sueldo de personas poderosas.

¿Esto sucede principalmente en fábricas que se dedican a la confección?

Thwel Zin Toe: Sí y también en algunas fábricas de platos. Me parece que la ropa que se hace está destinada a la exportación porque no se la ve en venta en Tailandia. En mi fábrica, las marcas de la ropa que se confecciona cambian muy seguido, según los pedidos que haya.

Entrevista realizada por Samuel Grumiau



(1) Para leer el informe titulado Caught Between Two Hells (Atrapadas entre dos infiernos), sírvase cliquear aquí

(2) Burmese Women’s Union. Esta ONG tiene su sede en Tailandia y trabaja en pro de la igualdad de géneros, de la participación política de las mujeres birmanas y de la democracia. Lleva a cabo varios proyectos de formación y tiene refugios para migrantes birmanas en situación desesperada, por ejemplo, las ex prostitutas que se han fugado.